Edy al pie del cañón de este testamento al producto en calle Dénia
Casi se me cae un lágrima cuando leo el salmo del restorán de la semana, Bocamada: “Ambiente tranquilo y discreto, con servicio atento y profesional”. En eso creen. Sin cinismo (la ironía es cosa de modernos) ni esta boca es mía: servicio atento y un producto magistral.
“La mejor quisquilla de Valencia”, eso me sopla El Padrino y allá que vamos. Quisquilla, espardenyes, erizos, nécoras, ortiguilla, lubina canónica y gamba de Dénia. Chuleta de lomo alto , potaje (¡potaje!) de alubias y ostras Guillardeau; Edy es un capitán de la vieja escuela —de esos de los que ya nadie habla— pero os apunto un pequeño detalle: aquí se come como Dios.