Que no todo en la vida van a ser guisantes lágrima y angulas, ¡viva el bocata!
Tras Alenar Bodega Mediterránea (ojo a la localización: pleno centro de València en Martínez Cubells —fantástica opción para antes o después del cine) anda Jordi Gil, que es de Pedreguer y lo dice bien alto, porque los de la Marina Alta traen consigo un zurrón de pertenencia. Como debe ser. Alenar se traduce como respirar y ellos lo llevan a un más lírico “coger aire profundamente, respirar siendo consciente”, me parece bien.
Jordi contó desde el principio con los chicos de Two Many Chefs (Carlos Medina y Tomi Soriano) y entre los tres han conseguido una propuesta ligera, Mediterránea y despreocupada. Y es que se puede comer bien y a su vez no dar tanta importancia a la comida, que lo decimos siempre: la comida acompaña a la alegría.
Pero pintan bastos para el hostelero, así que con todo esto de la Covid han dando también un giro al delivery y a l'esmorzaret con bocatas que alimentan (también) el alma: brascada, figatells con habitas o mi favorito, ese pollo asado al horno con patatas, all-i-oli y tomillo.
Dicen orgullosos el bocata es un homenaje a los pollo a l'ast en familia y que “Casa nostra és casa vostra!”, bonito, ¿eh?