VALÈNCIA. El proceso de exposición pública de los estudios informativos para el futuro túnel pasante ferroviario de València y la construcción de una nueva plataforma de ancho internacional entre el Cap i Casal y Castellón han abierto el debate sobre cómo han de desarrollarse dichas infraestructuras ferroviarias y con qué condiciones. Especialmente después de que asociaciones ecologistas y de usuarios rechazaran de plano las siete alternativas de trazado planteadas por el Ministerio de Transportes.
La afección a la huerta y la falta de necesidad, a su juicio, de una nueva plataforma que conecte en AVE las dos capitales, así como el elevado coste del túnel pasante de València ciudad fueron los argumentos esgrimidos por los colectivos, que incluso llegaron a considerar la nueva infraestructura "como declarar l'Albufera parque natural y proponer instalar una central nuclear":
Así, pidieron "la retirada del proyecto [...] rechazando todos los trazados propuestos" y replantearlo para dar "respuesta a los objetivos de reducción de CO2, de calidad del aire y de adaptación del territorio a los efectos del cambio climático de manera más realista", así como una "mejora urgente" en la red de Cercanías y "mejorar el transporte de viajeros del área metropolitana" y "redirigir los recursos a transferir las cargas de la carretera al ferrocarril".
Se trata de un rechazo frontal con el que no está de acuerdo el coordinador del Corredor Mediterráneo, Josep Vicent Boira, quien tras las duras críticas vertidas por las asociaciones como Per L'Horta, la Asociación de Usuarias del Tren Valenciano, el sindicato CGT o la plataforma Indignats amb Renfe, consideró a preguntas de este diario que "bienvenidas son las alternativas razonables" porque la propuesta ferroviaria del Ministerio "se puede mejorar" pero, subrayó, "exageraciones de algunos colectivos no ayudan a crear un clima de debate racional".
Boira se refirió así, sin querer entrar en polémica, a las metáforas "exageradas" que "no ayudan a dimensionar el debate", y consideró que las alegaciones que anunciaron las asociaciones en su mayoría son refutables. "Si hay personas que piensan que el proyecto se puede mejorar, que lo hagan", explicó el coordinador para el Corredor Mediterráneo, quien insistió en que "no podemos perder mucho más tiempo en el Corredor al paso por la ciudad de València porque es un nodo fundamental". "Oponernos de manera absoluta e irracional es mantener la preponderancia de los vehículos por transporte", señaló.
Los colectivos criticaron, sobre el proyecto del Ministerio, la escasa reducción de los tiempos de viaje en alta velocidad a Castellón respecto a los que ya hay ahora, entre 8 y 10 minutos, pero Boira quiso dejar claro que, en su opinión, esto "es un error de interpretación" porque el proyecto "crea una nueva plataforma para Castellón de ancho internacional donde no sólo podrán discurrir AVE sino trenes Euromed y de media distancia". Por ello, recalcó que la nueva plataforma busca fundamentalmente "descongestionar" el tramo entre capitales y, por ende, "redundará en una mejora de las Cercanías" porque ahora mismo "algunos cercanías tienen que parar hasta dos veces para dejar paso al Euromed".
Hay que recordar que una propuesta alternativa en la que incidieron los diferentes colectivos fue una elaborada por tres expertos de la Universitat Politécnica de València para evitar llevar a cabo el túnel pasante y la línea de AVE, y se basa en la construcción de un bypass ferroviario de mercancías entre Silla y Sagunto en paralelo a la actual variante de la AP-7 dando continuidad al corredor mediterráneo y sustituyendo el nuevo bypass en carretera, y por otro lado, incluye la sustitución de la actual estación de Fuente de San Luis por una estación intermodal metropolitana.
Sobre la circulación de mercancías, el bypass ferroviario planteado por los tres expertos de la UPV, y que no ha sido ni considerado por el Ministerio de Transportes, ofrecería servicio a priori "a un número pequeño de circulaciones ferroviarias", según Boira, por lo que no resolvería la congestión del tramo: "Continuaría la saturación porque el problema es la convivencia de Cercanías, AVE y larga distancia: el problema de las cercanías no es el corredor de mercancías".
La propuesta del bypass ferroviario mantendría el cul de sac de la Estación del Norte para el servicio de Cercanías y reformaría la estación de Fuente de San Luis para que fuera una para intermodal metropolitana y pasante. Boira cree que esto obligaría a paralizar las propuestas sobre la mesa que ya hay en marcha para reformar la estación de Fuente de San Luis, para la que "hay un acuerdo entre administraciones que hace difícil la modificación". Asimismo, añade el coordinador del Corredor, la idea de los expertos no crearía nuevas estaciones de Cercanías en Aragón y Tarongers -para los colectivos ecologistas y de usuarios son innecesarias al haber ya metro- ni permitiría precisamente una línea directa de Cercanías entre Castellón y Gandia.
Así, aunque consideró que propuestas como la realizada por los tres expertos de la UPV son "interesatnes", subrayó que "no cumplen el objetivo fundamental" de la nueva infraestructura, que es impulsar al mismo tiempo tres aspectos: el transporte de larga distancia, las Cercanías y las mercancías. Algo que, señala el coordinador, las siete alternativas ofrecidas por el Gobierno si hacen al ser "de amplio espectro". Con todo, Boira fue contundente y pidió que "quien pueda mejorar las alternativas propuestas, que lo haga, porque la propuesta se puede mejorar".
Por ello, instó a trabajar en alternativas existentes que "ayudan a salvar la mayor parte de la huerta de València y que tienen un impacto menor del que se había previsto inicialmente". Una circunstancia que el coordinador quiso subrayar en el trabajo realizado por el Ministerio de Transportes. Todo ello junto a "otras medidas de integración paisajística que pueden venir de la mano de los ayuntamientos afectados", puede dar lugar a un proyecto más completo, asevera Boira.