Brasil, Europa, País Vasco… las redes sociales agitan banderas, pero también hablan de mascarillas, puentes con nombre de canción y mundiales.
VALÈNCIA. Jair Messias Bolsonaro, ese presidente al que se la pela el Coronavirus, ha sido noticia por algo que tenia que ocurrir tarde o temprano: contagiarse del mismo. Sus despropósitos y aberraciones llenan día tras día las redes sociales y ridiculizan su figura y comportamientos, pero la cosa se escapa al humor: Brasil es el segundo país del mundo con más afectado por la Covid, tras los Estados Unidos.
Mira que es grande Brasil, pero antes de que Bolsonaro fuera elegido presidente, este vivía en la lujosa barriada de Barra da Tijuca, en Río de Janeiro, a tan solo media hora de reloj de la famosa playa de Ipanema. Sí, esa que todos conocemos por la chica mais linda en forma de canción. Una melodia que te viene a la cabeza una y otra vez siempre que mencionas a la nación del ordem e progresso y que contextualiza cualquier tópico de postal: fútbol, samba, música, fiesta y alegría. La lástima es que por muy precioso que sea en toda su extensión, se confirma que en Brasil también existen los cafres. Y lo peor que puedes hacer, es poner a uno de ellos a gobernar.
No hay un buen pretexto que no asociemos con un país inmenso cuyo pueblo, descontento con los gobiernos de izquierdas, llevó a alzar en el poder a Jair Messias Bolsonaro: ultraconservador, ex militar y con un claro mensaje populista que señala sin piedad a su contrario.Entró en 2019 y posiblemente contentó a bien a las clases pudientes; pero por el contrario está despedazando la imagen internacional del país y convirtiéndolo en una triste caricatura con sus continuos alegatos que minimizan el impacto del Covid-19 pero eso sí, amplifican el suyo en redes sociales.
Esta semana, más allá de su ‘esperado’ positivo en Coronavirus, Bolsonaro volvía a ser protagonista al dirigirse a los medios de comunicación quitándose la mascarilla – provocando la queja de la asociación de la prensa brasileña – y de paso, continuar con sus despropósitos: por un lado, el presidente brasileño recomendaba medicarse sí o sí con cloroquina –un fármaco controvertido- y por otro, decir que eso de llevar mascarilla ‘es de gays’.
Noticia tras noticia, Bolsonaro se ha hecho un hueco en la actualidad mundial y su figura genera miles de tweets y posts de Facebook, plataformas que aprovechó en su momento para convertir el odio y el descontento en votos a su favor para ser presidente. Para muestra de la agresividad de sus estrategias, hace unos días Facebook anunció que en su compromiso de lucha contra las ‘Fake News’ ha tumbado una serie de páginas que actuaban de difusores de noticias falsas en favor de la figura del presidente brasileño. Quizás es un gesto menor, pero dice mucho que un gigante menos transparente de lo deseado como es Facebook, decida cerrar el grifo de algunas mangueras de odio. Pero eso ya es otro debate.
Dejamos el sol de Brasil y nos trasladamos a Europa. A la fría y gélida Europa (según la zona). Allí, esta semana se vivía una votación del Eurogrupo que jamás había despertado tanta expectativa en España – con los debidos respetos a Eurovisión como madre de los comicios de índole europea-. El caso era que la ministra Nadia Calviño aspiraba a coronarse como la nueva presidenta del Eurogrupo y tras días y días allanando el terreno, ya con todo preparado para celebrar el éxito, pues salió el tiro por la culata.
Europa dijo 'no' a España y 'sí' al liberalismo del Irlandés Paschal Donohoe. Vamos, que el gobierno de Pedro Sánchez se llevó un buen revés en el intento de aspirar a ser la cara visible en las cuestiones europeas que tanto nos atañen pero que tan poco dominamos los ciudadanos.
En resumen, batacazo inesperado y Twitter echando humo por los cuatro costados. Entre ellos, dos tweets, el anuncio de Mário Centeno (presidente saliente) anunciando y dando la enhorabuena al irlandés Donohoe y ya horas más tarde, la pataleta de Pablo Iglesias al respecto de la decisión.
Y es que el Vicepresidente del Gobierno no escatimó en contundencia ante la decisión del Eurogrupo, dando pábulo y valor a los a ataques del PP y todo el entorno de la derecha digital, donde argumentaban 'el patinazo' de Calviño como castigo a la imagen de un gobierno débil de cara al exterior, el que conforman los socialistas con Podemos. Mientras, en las filas socialistas lo achacaron todo a la fontanería política, es decir, a los tejemanejes habituales que se dan ante cualquier votación. Les haremos caso, que seguro que de eso saben.
Nos vamos al norte. Se acercaba el final de campaña electoral en Euskadi del 12J y Vox decidió echar toda la carne mediática en el asador. Comenzó la semana con Ortega Smith diciendo que el euskera inventa palabras para ningunear el idioma de los vascos. Luego llegaron los paseos por Eibar y la tourné de la extrema derecha acabó con Macarena Olona gritando en las calles de Oñati 'Cachorros de ETA' a los exaltados que se concentraron ante su presencia. Como detalle: Oñati es un pueblo de Gipuzkoa de 11.000 personas donde Vox sacó tan solo 21 votos en las anteriores elecciones.
En este contexto de confrontación, pues en Twitter ocurrió lo que se buscaba: Ruido. Alabanzas de sus fieles primero y como contrarréplica a la acción de Vox, el nacimiento del hashtag #Macarrona , que se colaba poco a poco entre los temas con más fuerza del día. Menos mal que nos queda el humor para relativizar las batallas en las redes sociales.
Y sí, toca tomarse las cosas con sosiego porque tras conocer esta semana que el concierto de Alejandro Sanz sobre el puente del 'El corazón partío' de Moratalaz ha supuesto un coste de cerca de 40.000€ pues...que menos que coger aire. Se vendió una puesta en escena móvil, etérea, breve... pero solo con darse una vuelta por Twitter y Facebook, se puede decir que al gobierno del PP de Martínez Almeida no le ha salido tan bien la jugada como la pintan. El malestar de muchos madrileños ha quedado de manifiesto en las redes ante el destino de sus tributos. Más que nada, por lo mal que están las cosas y lo inadecuado del momento. Al final, el puente del 'corazón partío' se ha convertido el puente del 'bolsillo roto'.
Y ya fuera de los lodazales de la política, toca preocuparse de lo que nos rodea. La cosa va de rebrotes y las redes sociales son un excelente punto de encuentro para apelar a la concienciación social. La nueva normalidad parece que ha traído consigo la relajación y por eso, a lo largo de estos días se ha promovido el uso de la mascarilla como elemento de prevención ante los contagios por parte de diferentes influencers, empresas y marcas.
No obstante, en todo esto siempre cabe el ingenio y el saber impactar con certeza. En este caso hay que reconocer el ingenio del tuitero Saúl Tijeras, quien aprovechó el tirón del vídeo de la actriz Esther Expósito para recordarnos que hay que ponerse la mascarilla. El vídeo de la actriz de 'Élite' corrió como la pólvora en su día y ahora, el resultado de esta adaptación tampoco ha sido ha sido nada malo (para el tuitero): 16.8000 retweets y 39.400 likes.
Contigo empezó todo, Shakira. Por mucho que tu marido Gerard Piqué se lo atribuyera a Kevin Roldán y a sus ligas con el FC Barcelona, el mundial ganado por España en 2010 tuvo al Waka Waka de Shakira como banda sonora original y a Iker Casillas y Sara Carbonero como romance couché.
Hace 10 años de la gesta de la selección española y este hito no ha pasado desapercibido en la comunidad digital, quien ha inundado durante el sábado 11 de julio las redes sociales con imágenes y comentarios sobre la gesta más importante del fútbol español. Aficionados, periodistas y como no, futbolistas que participaron, como David Villa, no han dudado en echar la vista atrás para recordar la efeméride.