Hoy es 8 de octubre
VALÈNCIA. Bombas Gens, el centro de arte impulsado por la Fundació Per Amor a l’Art, celebra esta semana su sexto aniversario con una jornada en la que conectará el espacio museístico con la danza. El cumpleaños, si bien, está marcado por las incógnitas que todavía sobrevuelan el proyecto. Hace apenas unas semanas se anunciaba la inminente salida de la que hasta ahora ha sido su directora artística, Sandra Guimaraes, que pasará a liderar el nuevo Museo Helga de Alvear en Cáceres tras ser seleccionada a través de un concurso abierto. Con todo, la portuguesa pone punto y final a su breve aventura con la fundación valenciana, pues aterrizó en el centro a finales de 2020, cuando tomó el testigo de Nuria Enguita, quien dejó el espacio para incorporarse al Institut Valencià d’Art Modern (IVAM).
También está sobre la mesa la cuestión sobre su colección, tras anunciar su intención de donar parte de la misma a la Generalitat Valenciana, unas negociaciones iniciadas hace algunos meses pero ahora marcadas por un cambio de gobierno que obligarán a reconducir el acuerdo, todavía por concretar. Así pues, el centro encara un sexto aniversario con varias incógnitas sobre la mesa, un curso en transición al que se enfrentan con un lema: 'Let's dance!'. Es con este lema que el proyecto encara su cumpleaños, con un proyecto que “propone compartir reflexiones sobre el arte y la danza como fuerza para la inclusión, la generosidad y la espontaneidad […] En tiempos de crisis sociopolíticas y emergencias ambientales a escala global, el arte y la danza se ofrecen como una posibilidad de reflexión y un campo de experimentación urgentes”, explican desde el centro.
Así, con motivo de su aniversario, Bombas Gens abrirá sus puertas este viernes excepcionalmente de 18 a 23 horas, con un programa que reunirá a tres bailarines internacionales de primer nivel: la inglesa Hilary Cartwright, el francés Allister Madin y la neoyorkina Jenny Sandler. Los acompañarán los músicos valencianos Salvador Bolón y Anna Soriano, así como Lelia Iancovici, bucarestina también residente en la ciudad. El evento culminará con Dance floor, momento en el que todos los asistentes están invitados a bailar en el jardín mediterráneo de Bombas Gens, convertido en una pista de baile abierta. "Proponer y alentar a las personas a habitar el museo de manera diferente, es invitarlos a experimentar nuevas formas de democracia y comunidad a través de arte en dialogo con la danza".
"‘Let’s dance!’ es una invitación a todos los públicos, a celebrar el arte y la danza y a compartir una experiencia individual a través de una experiencia colectiva”, explica Guimarães. Por su parte, el artista Carlos Bunga, cuya primera gran exposición antológica en España puede verse actualmente en Bombas Gens, también participará de la jornada mediante la activación a través de la danza de su obra Habitar el Color, una pieza monumental site-specific planteada para la ocasión. En palabras de Bunga, esta acción busca “caminar, desacelerar, explorar, sentir la pintura dejando a un lado los ritmos de esta sociedad acelerada de movimientos rápidos y cambios veloces. Crear un espacio de pausa y silencio donde pueda fluir lo inconsciente y también lo contradictorio a través del movimiento interno. Encontrar la calma que emana lo no humano que encontramos en la naturaleza. Las grietas que conforman nuestra fragilidad donde el cuerpo pueda tener una experiencia prolongada a través del tiempo.”
Por su parte, la comisaria de danza Moraima Gaetmank, bailarina y terapeuta de danza y movimiento residente entre Valencia y París, explica: “Cualquier movimiento puede considerarse un baile. La esencia de la experiencia del movimiento es la sensación de moverse y ser movido. Plantearlo así tiene muchas implicaciones. Idealmente, ambos están presentes al mismo tiempo, y puede ser literalmente sólo un instante. Es un momento de conciencia total, la unión de lo que uno está haciendo y lo que le está ocurriendo a uno mismo. No puede anticiparse, explicarse, trabajarse específicamente ni repetirse con exactitud. Esto es lo que experimentaréis: un diálogo entre vosotros, el bailarín, el músico y las obras de arte, creando así una comunión en la que todas las formas se unen para llevaros de viaje”.