Ni Mariano Rajoy ni Cristóbal Montoro presenciaron el debate
VALENCIA (X. A. /EP). El Pleno del Congreso de los Diputados aprobó este martes -una vez más- la tramitación de la reforma del Estatuto de Autonomía valenciano para introducir la denominada 'cláusula Camps', una nueva disposición adicional para que las inversiones del Estado en esta autonomía sean equivalentes al peso de su población. La iniciativa salió adelante con el respaldo de todos los grupos excepto de Ciudadanos y PNV, que se abstuvieron.
Al margen del trámite, dado que esta cuestión ya se aprobó en la pasada minilegislatura y tendrá que volver a pasar por el Congreso si se repiten las elecciones, el debate se diferenció de los anteriores principalmente en la aparición en la Cámara Baja por primera vez de la portavoz y presidenta del PPCV, Isabel Bonig. De hecho, la líder popular no pasó desapercibida al marcar buena parte de la cita parlamentaria con una intervención más dirigida a la tribuna de invitados donde se encontraban el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y la número dos del Consell, Mónica Oltra, que a la propia cuestión del debate.
Una intervención que se asemejó a un envite típico de sesión de control del Consell, con la diferencia de que Bonig fue la tercera en tomar la palabra -tras Fran Ferri (Compromís) y Manolo Mata (PSPV)- y en la que el presidente Puig no tenía opción para la réplica. Así, Bonig lamentó el "victimismo" del Gobierno valenciano, una "seña de identidad" porque "detrás de eso no hay proyecto ni futuro" y les sirve "para ocultar su falta de gestión". "En política se viene llorado y aprendido", sentenció, en una de sus frases más repetidas en las sesiones de Les Corts.
Bonig, quien también pidió "igualdad para los valencianos en inversiones", recordó que el modelo de financiación autonómicas vigente -y que Mariano Rajoy no ha reformado- se aprobó en 2009 con el PSOE al mando. "Un modelo votado por los que hoy vienen a rasgarse las vestiduras", afirmó, para iniciar posteriormente un pasaje identitario con motivo del próximo 9 d'Octubre citando al fundador de la Derecha Regional Valenciana Luis Lucia: "Ningún patriotismo más a prueba que el patriotismo de los valencianos. Si una región hay en España que por la riqueza de su suelo pueda hacer la ilusión de que se basta a sí misma esa es la región valenciana. Y sin embargo en Valencia nunca han tenido cabida las locuras separatistas". Una cita que, curiosamente, ya utilizó en alguna ocasión el ex presidente de Les Corts, Juan Cotino.
No quedó ahí el alegato de Bonig, quien aseguró que "son otros" los que pretenden reabrir "debates identitarios con el fin de debilitarnos" fruto de "un gran complejo de inferioridad que siempre ha arrastrado la izquierda valenciana" y que tiene por objetivo "formar parte dels països catalans". "Si existen menos inversiones y financiación esto podría dar alas a los radicales y nacionalistas que buscan la confrontación directa con el Gobierno de España", remachó, en una actuación que, una vez más, no presenció Mariano Rajoy, quien estuvo ausente en el debate.
Una intervención a la que siguió la del portavoz de Compromís, Joan Baldoví, visiblemente molesto por el ataque de Bonig en un contexto como el de la reforma del Estatuto valenciano que en su día gozó de consenso en Les Corts. "Hemos pasado de 2.500 millones de deuda a 42.000 gracias al gobierno del PP", le espetó, para después exigirle "vergüenza" y recordar que la reforma del Estatut llegaba "con cinco años de retraso por su culpa" y enumerar los numerosos aplazamientos del debate.
A partir de ahí, el diputado de Compromís cargó duramente contra Bonig y la gestión del anterior Consell, en una intervención que enfadó al portavoz del PP, Rafael Hernando, quien protestó porque a su juicio Baldoví había demostrado su "bajeza" al centrar su discurso en la presidenta popular cuando ella "no es miembro del Congreso".
Baldoví pidió la palabra inmediatamente para reconocer que su intervención había sido "acalorada" tras escuchar a Bonig decir que el actual gobierno valenciano "está destruyendo el país". "Y eso no lo soporto", añadió.
Entonces reclamó también hablar Iñigo Errejón, portavoz de Unidos Podemos, que también se había sentido aludido por Bonig, pero la presidenta del Congreso no permitió continuar y exigió a los grupos que defendieran su postura en el turno de portavoces.
Pero el portavoz socialista, Antonio Hernando, reivindicó igualmente la palabra, pero no para responder a Bonig sino a la presidenta del Congreso, censurando que Ana Pastor le hubiera dado la palabra por alusiones al portavoz del PP cuando, a su juicio, Baldoví había podido "ser duro, pero no ofensivo". "Le pido que cumpla el Reglamento y no permita que se vuelva a interrumpir el Pleno de esta forma", le espetó.
Ana Pastor defendió sus decisiones y le pidió a Hernando respeto. "Les ruego señorías que como tienen turno de intervenciones, no utilicen torticeramente el turno de alusiones ni de llamada al orden", les dijo a todos los grupos para zanjar la cuestión. "No vean la paja en un ojo y la viga en el otro. Y ruego silencio, que también está en el Reglamento", concluyó.
La situación política nacional se coló también en este debate estatutario. La valenciana Àngela Ballester, de Unidos Podemos, aprovechó su turno para hacerle una advertencia a Ximo Puig si el PSOE se abstiene en una nueva investidura de Rajoy y "facilita el camino de los corruptos otra vez a la Moncloa".
"¿Va a decantarse por facilitar el gobierno de quienes nos han negado una financiación justa? ¿Qué dirá cuando lleguen los nuevos recortes del señor Montoro?", le preguntó al presidente valenciano.
Unas afirmaciones a la que respondió el socialista alicantino Julián López Milla en su turno: "En esta Cámara todos tuvimos la posibilidad de elegir en marzo y cada uno optó por lo que optó", le dijo, recordando que Podemos pudo apoyar a Pedro Sánchez para que fuera presidente del Gobierno pero votó en contra.