VALÈNCIA (EFECOM). La brecha salarial entre territorios, la diferencia entre las retribuciones de los trabajadores en las comunidades autónomas con los sueldos medios más alto y más bajo, se ha cerrado desde la aprobación de la Constitución en 1978 en más de 15 puntos porcentuales, hasta algo menos del 24 %.
Las series largas de agregados económicos y demográficos de las regiones españolas durante las últimas siete décadas, recientemente actualizadas por Fedea con los datos de 2022, revelan que el salario medio de los trabajadores españoles se ha multiplicado casi por 10 en el actual período democrático y lo ha hecho de tal manera que, pese a mantenerse diferencias entre los distintos territorios, estas son sensiblemente menores a las que había al inicio de la Transición.
Esta reducción de la brecha salarial territorial es continuación de la que se venía produciendo anteriormente durante la etapa del "desarrollismo" de la segunda mitad de la dictadura y que los datos de Fedea permiten cifrar en otro 15 %.
Sumadas las minoraciones de la brecha de 15,5 puntos porcentuales entre 1955 y 1978 y de otros 15,2 puntos entre esta última fecha y 2022, en todo el período del que ofrece datos el análisis de Fedea, en 67 años, la distancia entre el sueldo medio mayor y menor -teniendo como referencia las actuales comunidades autónomas, ligeramente diferentes a las regiones del franquismo- se ha reducido a menos de la mitad.
En 1955 el salario medio anual -calculado como el cociente entre la remuneración total de los asalariados, bruta y con las cotizaciones sociales pagadas por el empleador también incluidas, y el número de puestos de trabajo asalariados- era mayor en País Vasco, con el equivalente en pesetas a 207 euros, frente a los 94 euros de Extremadura.
Es decir, que los extremeños percibían de media por su trabajo 103 euros menos al año, un 54,6 % menos, que los vascos.
La subida constante de las retribuciones ya desde entonces -se han multiplicado por 235 en esos 67 años- hizo que en 1978 el salario medio más alto fuera ya de 4.460 euros en Madrid, 1.746 euros más que los 2.714 de Extremadura, lo que suponía que los habitantes de esta comunidad ganaban un 39,1 % menos que aquellos
Tras 44 años de democracia, en 2022, el salario medio en Madrid seguía siendo el más elevado de todas las autonomías, con 40.605 euros, 9.709 más que en Murcia, con 30.896, por lo que los trabajadores murcianos recibían una retribución promedio un 23,9 % menor que los de la capital y su región.
Analizando los tres años anteriores al último incluido en las series de Fedea, esto es, desde el ejercicio previo a la pandemia, 2019, la brecha salarial entre territorios era del 25,4 % en 2019 -entre los 27.319 de Murcia y los 36.613 de Madrid-, y del 23,26 % en 2020 -entre los 30.260 de Murcia y los 39.435 de Madrid-, para repuntar momentáneamente en 2021 hasta el 24,02 % -entre los 29.841 de Extremadura y los 39.276 de Madrid-.
Este lento y constante acercamiento entre los salarios medios más bajos y más altos de los distintos territorios se ha producido gracias a los mayores incrementos registrados en las comunidades con cifras previas más bajas.
Entre 1978 y 2022, los sueldos de los trabajadores extremeños se multiplicaron por 11,4, el de los castellano-manchegos por 10,9, el de los valencianos por 10,5 y el de los andaluces y los murcianos por 10,2.
Por el contrario, el salario medio se multiplicó por 8,5 en Asturias, por 8,8 en Canarias, por 9,1 en Madrid y por 9,2 en Aragón y Baleares.
Los incrementos son muy superiores en comparación con los bajos salarios de 1955 y también en este caso son mayores en las regiones con retribuciones más cortas: hasta 329 veces ha subido el salario medio en Extremadura en esas casi siete décadas, 315 en Castilla-La Mancha, 270 en Andalucía, 256 en Murcia, 254 en la Comunidad Valenciana o 250 en Canarias.
En cambio, en Asturias se han multiplicado "solo" por 182, en País Vasco por 193, en Madrid por 197 y en Cataluña por 205.