Hoy es 23 de diciembre
MADRID (EFE). La Comisión Europea (CE) presentó este jueves un plan para avanzar en la unión de mercados de capitales de la Unión Europea (UE), tarea pendiente desde hace años pero que ha ganado en urgencia ante la crisis generada por la pandemia y la pérdida de su principal plaza financiera con la salida del Reino Unido. El objetivo es lograr la libre circulación de capitales entre los 27 Estados miembros de modo que sea más fácil para las empresas conseguir la financiación que necesitan o invertir sus ahorros con seguridad en toda la UE, así como movilizar las inversiones masivas que serán necesarias para la recuperación económica y las transiciones digital y ecológica.
"Ahora tenemos 27 mercados de capitales nacionales que no están totalmente desarrollados ni totalmente integrados. Esto es particularmente importante en vistas del Brexit puesto que el centro financiero de Europa dejará el mercado único", dijo el vicepresidente de la CE, Valdis Dombrovskis. "Compañías exitosas nos dicen que tienen que marcharse fuera de la UE porque no pueden encontrar financiación aquí. Esto hace que se pierdan empleos y crecimiento", abundó en una rueda de prensa.
Para paliar la situación, el Ejecutivo comunitario propuso este jueves un plan con 16 acciones destinadas a sortear algunas de las barreras existentes, a la espera de presentar nueva legislación en la materia el año próximo. Uno de los principales obstáculos para las inversiones tranfronterizas son las retenciones de impuestos que llevan aparejadas. En la mayoría de casos, los inversores tributan por el retorno de su inversión tanto en su país de origen como en el país de destino de la inversión.
Para evitar esta doble imposición, pueden hacerse reembolsar luego uno de los pagos, pero solo tras un procedimiento largo y complicado. Para acabar con el problema, la Comisión propondrá crear un sistema común en la UE para la retención de impuestos solo en origen.
Por otro lado, Bruselas estudiará armonizar ciertas áreas de las normas de insolvencia para entidades no bancarias, que ahora son distintas en cada país, para dar más certeza a los inversores. Más allá de la armonización legal, la Comisión quiere facilitar el acceso de las empresas, en particular las pymes, a financiación, y para ello propondrá crear una plataforma única europea que dé a los inversores información comparable sobre estas empresas.
Asimismo, prevé simplificar las normas para la salida a bolsa de las compañías, que resultan especialmente engorrosas para las firmas pequeñas e innovadoras, y revisar sus reglas sobre fondos de inversión para fomentar las inversiones a largo plazo, sobre todo en proyectos sostenibles.
Además, Bruselas quiere fomentar la financiación en forma de capital, muy poco extendida en Europa, como alternativa a la financiación bancaria, especialmente para las pymes. En este sentido, estudiará pedir a los bancos que cuando denieguen un crédito a una pyme tengan que dirigirla hacia fuentes alternativas de financiación.
Bruselas quiere además que hogares y ahorradores se animen a invertir en un mercado que, ahora mismo, es poco atractivo para los minoristas y, para ello, quiere sobre todo mejorar la información que reciben. Asimismo revisará las normas sobre los datos que tienen que recibir cuando son asesorados, de modo que sean claros y comparables, y planteará mejorar la formación profesional de los asesores financieros, mediante un "sello paneruopeo" para estos profesionales.