VALÈNCIA (EP) La Comisión Europea ha instado este martes a recortar las retribuciones variables que perciben los banqueros en el contexto de la crisis provocada por el Covid-19 como medida para reforzar la capacidad de préstamo de las entidades financieras y también como muestra de "solidaridad" hacia las personas afectadas por la pandemia.
Bruselas ha publicado un documento en el que anima a los bancos europeos ha utilizar toda la flexibilidad que permiten las reglas de supervisión bancaria vigentes y recoge una serie de recomendaciones sobre el "papel y la responsabilidad" de los bancos en la situación actual de crisis.
En concreto, invita a las entidades financieras a "adoptar un enfoque conservador" con respecto al pago de retribuciones variables a sus directivos. "En el contexto actual es de gran importancia que todos los recursos disponibles, incluidos los que se dedican a bonus, se movilicen para reforzar la solidez de los bancos y su capacidad de préstamo y así apoyar en última instancia a sus clientes", apunta el documento.
Además, el Ejecutivo comunitario añade que "moderar" los bonus que pagan sus directivos en el contexto de la pandemia "es también una manera de expresar solidaridad con aquellos afectados por el brote de Covid-19".
En la misma línea, el texto remarca que el "creciente número" de entidades financieras que han anunciado la suspensión del pago de dividendos es "encomiable" y algo que deben replicar todos los bancos de la Unión Europea. "El sector estaría enviando así una señal firme de que está comprometido a cumplir su parte en la gestión de la emergencia", subrayan las autoridades europeas.
Estas recomendaciones forman parte de un documento con el que Bruselas pretende animar a las entidades financieras a expandir el crédito a empresas y hogares. Para ello, expone toda la flexibilidad que ponen las reglas tanto internacionales como europeas a disposición de la banca en términos, por ejemplo, de cálculo de provisiones o clasificación de préstamos dudosos (NPL).
Además, el Ejecutivo comunitario ha planteado una serie de cambios legislativos temporales con los que pretende liberar capital en los bancos por valor de 30.000 millones para apoyar un incremento de los préstamos de hasta 450.000 millones en todo el bloque.
"El sector bancario puede ayudar mucho. Estamos proponiendo cambios legislativos específicos para que los bancos puedan mantener abierto el grifo de la liquidez y que los hogares y las compañías obtengan la financiación que necesitan", ha resumido el vicepresidente económico de la Comisión Europea responsable de Servicios Financieros, Valdis Dombrovskis.
En primer lugar, y para evitar que la aplicación de la Norma Internacional de Instrumentos Financieros 9 (IFRS 9, por sus siglas en inglés) provoque un "incremento repentino" de las provisiones bancarias que conduzca a una erosión de su capital, Bruselas propone extender dos años las disposiciones transitorias del reglamento sobre requisitos de capital, en línea con el acuerdo alcanzado en el Comité de Basilea.
Esto permitirá a las entidades financieras devolver a su capital regulatorio cualquier aumento de las pérdidas de crédito esperadas que reconozcan en 2020 y 2021. No obstante, sólo se podrán imputar las pérdidas asumidas desde el 1 de enero de este año.
Con respecto al ratio de apalancamiento mínimo obligatorio para todos los bancos, las autoridades comunitarias proponen activar la cláusula que excluye de su cálculo las reservas que las entidades tienen depositadas en bancos centrales. También plantean retrasar un año, hasta el 1 de enero de 2023, la fecha en la que los bancos calificados como sistémicos tienen que contar con un colchón adicional sobre este ratio de apalancamiento.
Por otro lado, Bruselas apuesta por extender temporalmente el trato preferencial que tienen los préstamos dudosos (NPL) que están garantizados por agencias públicas de créditos a la exportación.
Finalmente, el Ejecutivo comunitario propone adelantar la entrada en vigor de algunas de las nuevas normas bancarias adoptadas hace un año. Entre ellas, la que hará que los bancos no tengan que restar de su capital regulatorio los activos de 'software' o el trato prudencial favorable contemplado para préstamos a pensionistas o trabajadores con contratos fijos que estén avalados con su propia pensión o salario, respectivamente.
Todas estas medidas, sin embargo, deben ser debatidas y acordadas por el Parlamento Europeo y los Estados miembros antes de que puedan entrar en vigor.