BRUSELAS. Bruselas reforzará su normativa a partir de diciembre para armonizar los controles fitosanitarios de la fruta y verdura importada de terceros países, dando competencias a los Estados para que prohiban la entrada en el mercado europeo e incrementando la potestad sancionadora. Ésta ha sido la respuesta dada por la Comisión Europea a una delegación valenciana de la Unió de Llauradors y la eurodiputada socialista Inmaculada Rodríguez-Piñero. La reunión se ha celebrado después de que Ava-Asaja diera la voz de alarma ante la detección de cargamentos de cítricos contaminados en los puertos europeos procedentes de Sudáfrica.
Mientras Italia lucha por salvar sus olivos de la "xylella fastidiosa", que entró en Europa a través de plantas ornamentales importadas de países extranjeros, la mosca negra amenaza el campo valenciano con la entrada de naranja sudafricana infestada por esta plaga a través de puertos europeos, incluido el de Vigo. En julio, se interceptaron 11 cargamentos contaminados y 140 desde 2015, un año antes de que se levantaron los aranceles aduaneros a estos productos, con el Tratado de Libre Comercio con Sudáfrica.
La eurodiputada socialista Inmaculada Rodríguez-Piñero y el secretario general de la Unió, Carles Peris, se reunieron esta semana con el director de Gestión de Crisis en plantas y animales Bernard Van Goethem y con la máxima responsable de Sanidad Vegetal, Dorothée André, de la Dirección General de Salud (DG Santé) de la Comisión Europea. Los responsables europeos expresaron su preocupación por la evolución de la "mancha negra", informando de "los nuevos y más estrictos procedimientos implantados desde el 1 de septiembre".
No obstante, será a partir del 14 de diciembre cuando comience a trasponerse por los Estados la nueva normativa de control fitosanitario que modifica la actual. En concreto, según informó la Comisión Europea a Valencia Plaza, se reforzarán los controles oficiales que establece el Reglamento (CE) 882/2004, que deben llevarse a cabo periódicamente, en función del riesgo y con la frecuencia adecuada. Se establecen normas específicas para productos importados y planes de control coordinados ad hoc y armonizados en todo el espacio europeo. Además se da competencias a los Estados para incrementar las sanciones cuando se intercepten estos cargamentos. No obstante, queda por delimitar si se implantarán las salvaguardas para obligar a un control también en origen y para que Bruselas pueda tener capacidad sancionadora o embargo sobre los terceros países que no cumplan con la normativa fitosanitaria europea.
Agricultores valencianos alertaron de que hay puertos, como el de Rotterdam, más indulgentes con las importaciones de productos agrícolas procedentes de África, Asia y América. Este Reglamento, ya fue oficiado recientemente, con la aprobación del Reglamento de controles oficiales (UE) 2017/625, que garantiza la aplicación de la ley de alimentos y piensos, bienestar animal y productos fitosanitarios. Los dirigentes valencianos se mostraron satisfechos por la nueva regulación, que permitirá “evitar la competencia desleal y garantizar una mayor efectividad en la lucha contra las plagas procedentes de las importaciones de terceros países”.
Durante la reunión se analizaron las últimas intercepciones de plagas en los cítricos procedentes de Sudáfrica y Argentina. Desde 2015 se han detectado más de 140 envíos contaminados, los últimos once durante este verano. Los dirigentes europeos mostraron su preocupación por la posibilidad de que plagas como la "falsa polilla” o la "mancha negra" puedan afectar al campo valenciano. Hace unos días, el Tribunal de Justicia e la Unión Europea daba la razón a Italia, después de que la Comisión denunciara e intentara sancionar a este país por no controlar la "xylella fastidiosa", que desde 2013 ataca los campos de olivos italianos y se ha ido extendiendo desde la región de Apulia atravesando las provincias de Brindisi y Tarento. La contaminación se produjo precisamente por la falta de controles fitosanitarios en plantas importadas de otros continentes.
Rodríguez-Piñero agradeció a los técnicos de la DG Santé "su disposición a trabajar con el sector y la actitud de tolerancia cero que han mostrado hacia la entrada de plagas procedentes de terceros países". La Directora de Sanidad Vegetal confirmó que en el último año se ha incrementado el presupuesto de la Comisión Europea destinado a la prevención y lucha contra las plagas; se ha mejorado la formación de los inspectores en los puertos europeos y se han endurecido las condiciones exigidas a los terceros países para recibir las autorizaciones que les permiten importar a Europa.
No obstante, la Comisión sigue estudiando la respuesta dada por Sudáfrica ante la entrada hace mes de naranjas infestadas de plagas en puertos europeos. Bruselas exigió explicaciones y Sudáfrica dio como respuesta que había "suspendido la importación desde los campos de donde procedían estas partidas de naranjas interceptadas con plagas".
Desde el 1 de septiembre los países exportadores deben enviar pruebas documentales con carácter previo a las importaciones que demuestren la efectividad de los procedimientos utilizados en la lucha contra las plagas. Información fitosanitaria que la Comisión autoriza y, posteriormente, comparte con cada uno de los Estados Miembros "para que comprueben que se cumplen estrictamente los procedimientos fitosanitarios durante las inspecciones que se realizan al llegar a los puertos europeos".
La Comisión Europea ha implantado además un sistema de monitoreo mensual de estos certificados fitosanitarios “para corregir a la mayor brevedad posible las deficiencias implicando a los Estados Miembros en el control permanente de la veracidad de los mismos”; así como un sistema de “alerta rápida” por el cual se garantiza que desde el momento en el que se detecten intercepciones la fruta no entre en el mercado y que en un plazo de entre diez y doce días “se localice el campo de procedencia, se prohíban los envíos del mismo y se lleve a cabo una revisión de los campos colindantes”, como ya ha ocurrido en las últimas semanas con las intercepciones de Argentina y Sudáfrica.