VALÈNCIA. Sagunto seguirá adelante con su recurso administrativo contra el plan de estabilización de la costa sur de Castellón, un proyecto que ya ha sido licitado y que contempla la construcción de varios espigones en el municipio de Almenara. Así lo anunció este jueves el alcalde, Darío Moreno, después de mantener una reunión con las delegaciones de costas de Valencia y Castellón. Según ha explicado, ambas entidades se muestran sensibles a los problemas que podría acarrear la intervención en las playas saguntinas, e incluso se han comprometido a presentan un plan de contención para las mismas antes de que acabe el año. Sin embargo, mientras las palabras no sean más que "buenas intenciones", el consistorio no tiene razones para frenar el requerimiento de anulación que prometió la semana pasada.
El primer edil ha vuelto a insistir en la grave degradación que han sufrido las playas del norte de Sagunto en los últimos años, la cual ha resultado en la sustitución de la arena propia del terreno por piedras. Esto ha llevado a que se forme un profundo escalón dentro del agua, que dificulta el baño y lo convierte en una experiencia potencialmente peligrosa, además de los problemas ambientales que también provoca. Una situación que, según ha lamentado, podría empeorar todavía más con la ejecución de las obras de Almenara. Por todo ello, exige que no se construyan los espigones de la costa vecina hasta que no haya un plan de regeneración y contención para sus propias playas.
Una petición que hasta ahora había caído en saco roto, pero que después de la reunión del jueves podría empezar a tomar forma: "Demarcación de Costas se ha comprometido a realizar nuestro proyecto de manera que pueda salir a exposición pública antes de final de año", relataba. "Pero hasta que no veamos que es una realidad, tenemos desconfianza", concluía al respecto. En este sentido, ha explicado que la iniciativa consiste en calcular cuánta grava hay que retirar para aplanar la playa, y luego proceder a hacerlo. Para conseguirlo, hay dos vías: o bien ampliar el contrato de mantenimiento ya existente, con el que ya se eliminan piedras todos los años, o bien vincular la intervención al plan de Almenara, de modo que ambos se traten como un mismo conjunto.
Así, el alcalde de Sagunto se muestra dispuesto a permitir que las obras de Almenara sigan su curso siempre y cuando exista el compromiso firme de supeditarlas a las necesidades de su propio municipio. "La solución técnica ya la sabemos, que es retirar piedras. Ahora solo queda resolver cómo lo vehiculamos administrativamente", matizaba. De esta forma, ha explicado que ambas delegaciones se han comprometido a analizar la situación y a ofrecer soluciones que puedan satisfacer a todas las partes. Además, Castellón ha propuesto crear comisiones de seguimiento para analizar cada uno o dos meses la afección que están teniendo las obras en las playas de Sagunto, y poder actuar de emergencia si se detecta algún problema.
Con todos estos acuerdos en la mano, Darío Moreno ha avisado: "Si vemos que se cumplen los compromisos, dejaremos de lado el requerimiento. Pero, si no hay voluntad, lo presentaremos e incluso evaluaremos la posibilidad de recurrir a lo contencioso-administrativo". Así, aunque las impresiones de la reunión han sido positivas, el alcalde no ha dejado de lado los trámites para presentar el recurso en las próximas semanas. "La intención no es impedir el proyecto de Almenara, sino frenarlo hasta que nos den una respuesta en Sagunto", finalizaba.