Las estimaciones de algunas casas de análisis descuentan que cuando se inicien los procesos 'hawkish', los índices bursátiles podrían corregir un 10%-15%
MADRID (EP). El viernes pasado finalizamos la semana bursátil con los comentarios de uno de los miembros más importantes de la Reserva Federal James Bullard, presidente de la Reserva Federal de San Luis. Esos comentarios hacían corregir los mercados con fuerza en un viernes que además coincidía con los vencimientos de futuros y opciones ( la 'cuádruple hora bruja').
Esta semana arrancamos con fuertes caídas donde los futuros antes de la apertura de contado mostraban recortes a nivel global en prácticamente todos los mercados, salvo en el fortalecimiento del dólar. Debido al incremento de la tasa de exceso de depósito de la Reserva Federal (IOER) y el reconocimiento por parte de Bullard de que la inflación ha superado las previsiones, se marcaba el inicio de las primeras acciones restrictivas hacia la economía, aunque no de manera directa porque esta tasa IOER afecta directamente a los bancos pero no la economía, no deja de ser una medida fiscal restrictiva indirectamente afectará la economía real.
Según las propias palabras de Bullard, descontaban que iba a haber un impulso inflacionario importante pero que ha sido mayor del que esperaban y se ha salido de las tablas que tenían proyectadas. Aunque estas noticias son buenas -porque el incremento de los precios el incremento de la economía y la reactivación económica son buenas noticias-, la sobre dependencia de los mercados financieros a las medidas monetarias de la Reserva Federal o del rastro de bancos centrales en sus economías correspondientes son un enorme problema, porque han ido desarrollando nuevos máximos históricos en sus cotizaciones gracias al impulso de un dinero que de base no debería existir según las publicaciones macroeconómicas.
Las estimaciones de algunas casas de análisis descuentan que en cuanto se inicien los procesos 'hawkish', los índices bursátiles podrían corregir entre un 10% o un 15%; y si a esto le sumamos el efecto multiplicador que tienen este tipo de noticias sobre las criptomonedas, podríamos ver caer los precios actuales al bitcoin entre un 40% y un 60%, confirmando así lo que algunos marcamos como soporte clave en los máximos históricos anteriores de finales de 2017 aproximadamente en los 20.000 dólares por bitcoin, arrastrando el resto de 'altcoins'.
En cualquier caso, debemos traducir los eventos sucedidos durante la semana pasada como algo positivo por una simple razón: hay que dejar que la economía se desarrolle por sus propios medios sin la influencia de la Reserva Federal, y no acostumbrarse a que está institución actúe de manera sistemática o mantenga sus políticas incluso en momentos en dónde estás no deberían aplicarse.
Si los mercados financieros tienen que corregir, que lo hagan. Algunos índices como el famoso ratio Warren Buffett, que relaciona la capitalización bursátil de los mercados norteamericanos con el producto interior bruto de Estados Unidos, está en máximos históricos con una diferencia sustancial del resultado observado durante la gran crisis financiera del 2008.
A James Bullard hay que considerarlo ya como un miembro de pleno derecho del FOMC, aunque no tome posesión de su cargo con pleno derecho a voto hasta 2022.
Darío García es analista de XTB