Café Madrid, la coctelería valenciana donde se inventó la icónica Agua de Valencia

La trayectoria del mítico Café Madrid  forma parte de la historia de la ciudad de Valencia, desde que diera sus primeros pasos en la primera mitad del siglo XX. Concretamente fue en el año 1940 cuando abrió sus puertas en el número 10 de la calle  l'Abadia de Sant Martí, a pocos pasos de la Plaza de la Reina. 

Gracias a su privilegiada ubicación, en pleno corazón de Valencia, fue cuestión de tiempo que la escena bohemia valenciana protagonizada por escritores, artistas, intelectuales y demás integrantes de la misma, se dieran cita en Café Madrid. Desde entonces y tras su adquisición por el Grupo MYR en el año 2018, el espacio ha conseguido mantener esa esencia de antaño, pero adaptado a las tendencias del presente con una propuesta en coctelería dinámica, atractiva e innovadora.

Café Madrid en la actualidad 

Con la gestión del grupo hotelero MYR y el asesoramiento de la experta en coctelería Esther Medina-Cuesta, han llevado a Café Madrid a convertirse en uno de los grandes referentes en Valencia a la hora de hablar de cócteles y destilados.

El local presenta dos espacios claramente diferenciados: por un lado la planta principal con acceso desde la calle -puerta con puerta con la entrada del Hotel Marqués House - protagonizada por una luz más candente y mobiliario de estética vintage como las lámparas de araña o las butacas de terciopelo. Subiendo las escaleras, la planta de arriba está separada en dos salas con un espacio diáfano, pensado para satisfacer las peticiones de la clientela de grandes grupos o en su defecto, las que buscan una mayor intimidad.

En su propuesta de coctelería, Esther Medina-Cuesta ha configurado una carta donde los cócteles son los máximos protagonistas, además de una selección de destilados, licores, vinos y bebidas sin alcohol de las mejores casas para disfrutar en la mejor compañía.

“Los cócteles de Café Madrid son sinónimo de estilo, excelencia y alto nivel, fiel reflejo del emplazamiento en el que se ubican. Tenemos una propuesta fija de coctelería y otra que cambia en función de la temporada, con opciones innovadoras que no siguen modas, más bien las crean. Pero lo mejor de todo es que los cócteles son accesibles para todo tipo de clientela, desde el viajero que hace turismo por el centro histórico, hasta el local que busca un bar distendido y relajado. Súmale toda la historia que tiene detrás, y Café Madrid se convertirá en tu lugar favorito de Valencia”, señala su asesora y experta en coctelería Esther Medina-Cuesta.

Es así como entre las propuestas fijas ofrece los cócteles clásicos como el Pisco Sour, Cosmopolitan, Margarita, Old Fashioned o Mojito; pero también los cócteles de autor (creados o supervisados por Esther Medina-Cuesta) como es el caso del Baby Cherry (aperitivo, aromático y seco), El Jardín de las Delicias (estimulante, resplandeciente y deslumbrante) o el Perfect Day (radiante, ligero y cautivante).  La icónica Agua de Valencia se elabora con zumo de naranja natural, cava de Utiel-Requena, ginebra, vodka y hielo.

Acompañan la selección de bebidas, además de los encurtidos y snacks, una serie de propuestas en formato aperitivo como la ensaladilla de ventresca de atún; el mollete de salmón ahumado y papas fritas; la tabla de quesos seleccionados por José Manglano; o las navajas en conserva a la brasa.

El auge de los cócteles NO & LOW 

No alcohol, low alcohol. En Café Madrid se presta especial atención a las creaciones sin alcohol o de baja graduación alcohólica. Es por ello que presentan opciones como el Eclipsis -aperitivo, vibrante y aterciopelado-; Fresones Salvajes -afrutado, frutal y chispeante-; o su Wild Honey -cítrico, ligero y sedoso-. La propuesta estrella dentro de la categoría NO & LOW lleva el nombre de Adonis, el cual recibió denominación del espectáculo burlesco homónimo de Broadway de 1884 de William Gill, que a menudo se acredita como el primer musical de Broadway. Mientras la producción disfrutaba de su popularidad, el hotel Waldorf-Astoria de la ciudad de Nueva York creó un cóctel en su honor.