MADRID (EP). CaixaBank iniciará a partir del lunes un plan de retorno a los puestos de trabajo de forma presencial de los empleados de la red de oficinas que actualmente están teletrabajando. Fuentes de CaixaBank han explicado a Europa Press que esta reincorporación se desarrollará "por fases y de forma progresiva", teniendo en cuenta las necesidades de atención de los clientes de oficina y las recomendaciones en seguridad y prevención marcadas por las autoridades en cada momento.
De este modo, se tendrá en cuenta la gestión de los espacios físicos, como accesos, vestíbulos y lugares comunes, con la distribución de geles desinfectantes y la provisión para los empleados de mascarillas y protecciones. Para mantener las distancias de seguridad, se instalarán elementos de protección, señalización y ordenamiento, han señalado las mismas fuentes.
El banco presidido por Jordi Gual calcula que a finales de mayo más de un 95% de la red de oficinas estará abierta, y un 75% de la plantilla se habrá incorporado físicamente a su puesto de trabajo, frente al 50% actual. En los Servicios Corporativos y Territoriales se mantiene preferentemente el teletrabajo hasta septiembre, y sólo se anticipará el regreso de aquellas áreas que tienen dificultades operativas o afectación a su productividad en remoto o cuya presencia se considera necesaria para dar soporte a la red de oficinas.
Desde la declaración del estado de alarma por coronavirus, CaixaBank ha mantenido abierta el 90% de la red, y ha extendido turnos de teletrabajo y flexibilidad horaria, trabajando a distancia actualmente un 50% de los profesionales de la red, así como la práctica totalidad de los empleados de servicios centrales y de las direcciones territoriales.
El banco, que cuenta con una plantilla integrada por 35.569 empleados y una red de 4.515 oficinas, sólo ha cerrado de forma puntual sucursales en las que se ha dado un caso positivo o en las que se ha considerado conveniente por razones preventivas u organizativas.
CaixaBank obtuvo en el primer trimestre de este 2020 un beneficio atribuido de 90 millones de euros, un 83,2% menos respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, tras realizar una provisión extraordinaria de 400 millones por la afectación que podría tener el Covid-19 en los resultados futuros de la entidad.