La entidad ha pedido "cautela" en la respuesta al freno de la inflación registrado en los últimos meses ante la complejidad del escenario geopolítico y el riesgo de que algunos precios hayan adquirido una mayor inercia que en el pasado.
Así lo apunta en la editorial de su Informe Mensual de noviembre, en el que señala que la evolución de la inflación "está sujeta a una elevada incertidumbre".
Esta incertidumbre afecta tanto a los factores "que escapan al control de los bancos centrales" como el precio del petróleo o la política fiscal, como a las dudas sobre la inercia de los componentes de la cesta de la compra, ya que los riesgos de efectos de segunda ronda aún se mantienen.
La entidad ha explicado que esta cautela "se puede traducir en el mantenimiento de los tipos de interés en los niveles actuales" hasta la segunda mitad de 2024.
En ese momento, puede haber un cambio de tendencia y se inicie la rebaja de los tipos de interés "aunque todavía con unas condiciones financieras claramente en zona restrictiva".
Desafíos
El informe destaca que 2024 "vendrá cargado de desafíos para la economía española", ya que los vientos de cara que ha tenido en la segunda mitad de 2023 previsiblemente se mantendrán.
A pesar de que los riesgos a la baja "son importantes", el documento señala que también hay factores positivos como el buen comportamiento de la renta disponible y de la tasa de ahorro de las familias en el tercer trimestre.