VALÈNCIA. Caixabank ha sido una de las señaladas como responsable subsidiaria del fraude que unos estafadores anónimos perpetraron contra la EMT de València, que dirige el edil Giuseppe Grezzi y gerencia Josep Enric García, y que acabó con cuatro millones de euros en China. La empresa municipal acusa a la entidad bancaria de saltarse los protocolos acordados al dar luz verde a los pagos fraudulentos ordenados por la que fuera jefa de Administración, Celia Zafra, engañada por los defraudadores, y fulminantemente despedida por la empresa tras el fraude.
Así, siempre se ha señalado desde la administración municipal que Caixabank no activó los correspondientes controles. Ahora, el banco ha respondido a estas acusaciones en el juzgado número 18 de Valencia, donde se instruye el caso judicial, con un informe pericial informático en el que acusa directamente a la jefa de Gestión de la EMT, María Rayón, superior de Zafra, de conocer los movimientos registrados en la cuenta bancaria.
Así, la entidad bancaria solicitó a la consultora Evidentia la elaboración de un peritaje informático acerca de los accesos de personal de la EMT a la cuenta bancaria mediante la plataforma online durante el mes de septiembre -el fraude ocurrió entre el 3 y el 23-. Este análisis, al que ha tenido acceso este diario, concluye que Rayón accedió a la cuenta bancaria 14 días, que "en casi todos los accesos visionó los movimientos" bancarios, y que "necesariamente (...) se le mostraron las transferencias realizadas a China".
Pero además, el perito señala algo muy intrigante: hasta el día 13 de septiembre, las conexiones realizadas con el usuario de Rayón "podría no haberlas realizado la Sra. Rayón, sino alguna otra persona utilizando sus credenciales". Y es que en este período, los accesos se realizaron de madrugada, desde un sistema operativo Linux y mediante el navegador Mozilla Firefox, mientras que a partir del día 13, las conexiones se registraron "en horario de oficina", desde Windows y mediante Google Chrome.
Además, el usuario de Rayón accedió también a la cuenta bancaria durante casi toda la segunda quincena de agosto -pese a estar de baja-. Y también entró Zafra cinco días. Una información ésta que, aunque puede parecer baladí, podría ser de interés en la investigación. Y es que el día 14 de agosto, la cuenta en cuestión recibió un ingreso extraordinario de 19 millones de euros procedentes del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para la compra de autobuses. Un detalle en el que todavía no se ha profundizado y que ofrece algunas dudas sobre la posible relación entre la llegada de este dinero y la ejecución de la estafa medio mes después.
Por el momento, la Policía Nacional no ha investigado si hubo algún tipo de colaboración interna en la EMT que pudiera haber facilitado a los defraudadores información sensible como la llegada de este dinero o las vacaciones de los directivos -buena parte de ellos estaban en período vacacional cuando se inició la estafa-. Algo sobre lo que los investigadores no han hurgado porque, al menos hasta el mes pasado, consideraban que era poco probable.
Caixabank, por su parte, sí intenta introducirse en esta brecha de la investigación y solicita al juzgado que tenga en cuenta el mencionado informe, que resultaría, a su juicio, "indispensable para la investigación de las personas que han participado en los hechos investigados". Apunta el banco la posibilidad de que los estafadores hubieran llevado a cabo un "estudio completo de ingeniería social" que les permitió conocer la llegada de los fondos del BEI, la persona concreta a la que acudir -Celia Zafra-, y la ausencia de los apoderados de las cuentas -Rayón por baja maternal, y el gerente por vacaciones-.
En el escrito enviado por Caixabank al juzgado de instrucción se señalan algunas contradicciones entre las declaraciones y los datos recabados. Por ejemplo, según Rayón, ella no consultó los movimientos de las cuentas hasta pasado el fraude, algo que resulta "altamente" contradictorio, dice el banco, si se atiende a los datos de acceso a la plataforma online desde su usuario.
Otro aspecto difuso. Zafra aseguró que se enteró de la gran cantidad que guardaba la cuenta el día 3 de septiembre, cuando ejecutó el primer pago de la estafa. Unas manifestaciones que tampoco "se corresponden" con los datos de acceso desde su usuario, que sí entró a la plataforma en el mes de agosto. Esto sí podría tener explicación, dado que las claves de Zafra las utilizaba habitualmente tanto ella como su equipo para hacer las comprobaciones bancarias.
Así, sentencia el escrito, "resulta evidente que había más personas que tenían conocimiento del ingreso de los 19 millones de euros", por lo que es interesante averiguar quién del equipo accedió con la contraseña de Zafra en agosto. Todo ello, eso sí, entra en contradicción con lo que declaró otra directiva, Esmeralda Aparisi, quien dijo que nadie en el departamento de administración conocía la existencia de este préstamo, sino únicamente el gerente y su secretaria, la propia Aparisi, y Rayón.