VALÈNCIA (EP). Cajamar ha informado de que aproximadamente un 7% de su cartera de crédito está expuesta a un riesgo alto de cara a afrontar la crisis del coronavirus, con exposición a sectores como la hostelería, el ocio, el textil o el transporte de pasajeros.
Así lo reconoce en su último documento registrado en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), donde también comunica que el 17% de su cartera tenía al cierre de septiembre un riesgo medio y el 76%, un riesgo bajo en este sentido.
La entidad realizó una provisión extraordinaria por covid-19 por importe de 75 millones de euros en previsión de posibles deterioros de la cartera crediticia provocados por os efectos de la pandemia.
El documento, consultado por Europa Press, también apunta que el crecimiento de activos ponderados por riesgo se ha mantenido "contenido", en parte gracias a las garantías públicas de los productos covid-19 y a la entrada en vigor del nuevo cálculo del factor reductor Pyme.
Los activos dudosos de la inversión crediticia bruta se redujeron un 10,8% desde el ejercicio 2019 y la tasa de morosidad bajó al 5,65% al cierre del tercer trimestre, frente al 6,37% de diciembre, aunque todavía supera a la del conjunto del sector. También mejoró la tasa de cobertura de la morosidad, hasta el 72,9%, frente al 62,1% de 2019.
Cajamar también informa en el documento de registro sobre las medidas implementadas para hacer frente a la crisis sanitaria. En concreto ha formalizado operaciones de financiación a particulares, autónomos y empresas por 2.189 millones de euros, de las que el 74% cuenta con aval del Instituto de Crédito Oficial (ICO). Este importe de ayudas representa el 7,7% de la inversión crediticia bruta de la entidad al cierre de septiembre.
De toda la financiación concedida, 1.728 millones de euros corresponden a productos de ayuda Covid-19. Estos productos contaban con un saldo vivo de 1.250 millones de euros al cierre del tercer trimestre, de los que 1,13 millones figuran como activos dudosos. No obstante, estos quedarían cubiertos por las provisiones ya dotadas de 3,52 millones para activos dudosos, informa la entidad.
En cuanto a las moratorias legales para apoyar a los afectados por la crisis, Cajamar ha formalizado solicitudes por importe de 750 millones de euros, de los que 730 millones de euros corresponden a moratoria hipotecaria. El 33,2% de las moratorias concedidas se mantiene vigentes sin extensión, el 37,1% se mantiene vigentes y ha requerido extensión y el 29,7% ha expirado.
En total, el saldo impagado de todas las moratorias representa el 0,14% del saldo total vivo, concretamente 1,5 millones de euros.
Cajamar ha advertido de que su actividad se desarrolla exclusivamente en España, por lo que cualquier cambio adverso en la economía española o coyuntura económica desfavorable podría afectarle "negativamente".
"Los ingresos de los productos y servicios ofrecidos por Cajamar dependen principalmente de las condiciones y tendencias del mercado español y, especialmente, de aquellas comunidades autónomas (principalmente en Andalucía, Valencia y Murcia) y provincias en las que la entidad tiene una mayor cuota de mercado tanto por depósitos como por créditos", ha señalado.
Por otro lado, Cajamar ha avisado de que una parte significativa de su negocio está ligada al mercado inmobiliario, lo que implica que la entidad se encuentre expuesta, de diversas maneras, al riesgo derivado de las variaciones en el precio de los inmuebles.
"Una ralentización del mercado inmobiliario podría frenar e incluso revertir la reducción de la cartera de activos materiales adjudicados y afectar al valor de dicha cartera. Todo ello podría tener un impacto sustancial negativo en el negocio, los resultados o la situación financiera y patrimonial del emisor", advierte el folleto.