VALÈNCIA. València sigue planeando su Fallas "a máximos" a la espera de saber cómo será la evolución de la pandemia. La primera mascletà multitudinaria está prevista para el 27 de febrero, y a partir del día 1 de marzo comenzarán a sucederse todos los eventos de la pólvora en la Plaza del Ayuntamiento. Por el momento, sin que haya indicaciones por parte de la Conselleria de Sanidad que restrinjan o aminoren el aforo en las principales citas de la gran fiesta valenciana.
Lo cierto es que, según señalan desde el órgano autonómico, la decisión se está posponiendo lo máximo posible con el objetivo de que tomarla en el momento en el que realmente haya cifras objetivas sobre la mesa. A este respecto, creen que todavía es demasiado pronto como para emitir una resolución, teniendo en cuenta que la situación es cambiante y que por lo tanto las recomendaciones podrían no adaptarse a las necesidades más inmediatas.
Así con todo, hay prevista una reunión entre el Ayuntamiento, la Generalitat Valenciana y el sector fallero para acordar cómo será definitivamente la celebración de los eventos que más atención atraen por parte de la ciudadanía. Sin embargo, no está previsto que esta sea necesariamente pronto, lo cual no ha hecho más que incrementar el nerviosismo del consistorio, quien por ahora sigue trabajando en unas Fallas al estilo prepandemia.
No ayuda, tampoco, que ya en su momento el president de la Generalitat, Ximo Puig, pusiera en duda que esto pudiera ser posible. Unas declaraciones que lanzó públicamente hace unos días y que han creado un cierto grado de confusión en la administración local. De hecho, desde el área de Cultura Festiva que dirige Carlos Galiana empiezan a pedir una mayor concreción, especialmente después de haber dejado caer esta idea tan sensible de cara a la celebración de las Fallas.
Así con todo, sin embargo, defienden que otros eventos potencialmente multitudinarios no son objeto ahora mismo de medidas especialmente restrictivas. Por ejemplo, los estadios deportivos ya funcionan con aforos casi completos e incluso se baraja la posibilidad de que en marzo puedan llegar al 100%, por lo que podría ser contradictoria la implantación de medidas tan explícitas durante las fiestas si estas no existen en otros contextos.
En esta tesitura, el Ayuntamiento continúa trabajando como si nada sucediera. Es decir, se mantiene en la línea de unas Fallas "de máximos": "Es más fácil planificarlo todo ya y luego introducir modificaciones que tener que contratar a última hora", aluden al respecto. Así, el calendario se mantiene tal y como está previsto a la espera de lo que pueda considerar la autoridad sanitaria.
La posibilidad de introducir aforos en las mascletàs no acaba de encajar del todo en la concejalía de Seguridad Ciudadana que dirige Aarón Cano. Y es que, consideran que logísticamente es una medida prácticamente inviable, además de poco efectiva por las consecuencias que podría tener en el entorno.
"Una mascletà no es Nochevieja. En Nochevieja si la gente no puede ver el reloj dar las doce la fiesta pierde su gracia, pero las mascletàs son visibles más allá de la Plaza del Ayuntamiento", aludía el concejal a este respecto. En este sentido, temen que las aglomeraciones, en lugar de ser prevenidas, simplemente se trasladen a las calles colindantes.
Asimismo, tampoco ayuda a mejorar las perspectivas de su implantación el desgaste que esto podría suponer para la plantilla de la Policía Local. Todo ello teniendo en cuenta que habría que desplegar demasiados efectivos en las inmediaciones y que, irremediablemente, estos dejarían de prestar servicio en otras zonas de la ciudad. Por lo tanto, el concejal no ve necesariamente plausible esta opción.