CASTELLÓ. La presencia de aves en zonas como aeropuertos o explotaciones agrícolas y ganaderas es, muchas veces, un quebradero de cabeza para empresas, cooperativas o administraciones debido al peligro y los problemas que pueden suponer. Hay diversos métodos para ahuyentarlas pero, quizás, uno de los más utilizados y, al mismo tiempo, inocuo para las aves, es la instalación de reproductores de sonido que imitan el canto de las rapaces, los depredadores naturales de los pájaros a ahuyentar. Una de las pocas empresas fabricantes de este tipo de dispositivos está en Càlig, en la comarca del Baix Maestrat.
Se trata de Cantos de pájaros digitales, que acumula más de 26 años de experiencia en el sector y que nació tras el cierre de la empresa de electrodomésticos creada por José Manuel Querol y que ya inició el desarrollo de algunos equipos con cantos de aves integrados. Ahora, sus hijos Manuel, Begoña y Vicent conducen una compañía familiar con reconocimiento internacional.
No en vano, desde Càlig nutre a decenas de importantes instalaciones y áreas en todo el mundo. Los productos de la firma se distribuyen tanto en España como en el extranjero, especialmente en Europa (Francia, Italia, Portugal, Alemania, Suiza u Holanda son algunos de sus clientes) y también en América, en países como Argentina o Perú, donde diversos aeropuertos tienen sus reproductores. En concreto, la firma destina al mercado internacional el 30% de su producción.
El responsable de la firma, Manuel Querol, explica que los dispositivos "se diseñan y se fabrican íntegramente en las instalaciones de la empresa, que cuenta con cuatro trabajadores". Para ello dispone "de la tecnología más avanzada". En cuanto a su trabajo, la mayor parte se centra "en el diseño de equipos customizados y personalizados a demanda de los clientes". La firma del Maestrat tiene en cartera entre 30 y 40 modelos diferentes que pueden ser únicos, según las necesidades de los compradores "y en los que también aplicamos paneles solares para su funcionamiento", resalta Querol.
Los equipos que diseña la firma de Càlig suelen ser de tamaño pequeño, similar a un walkie talkie, totalmente automatizados y programables para realizar su función. El mecanismo integrado en los dispositivos permite reproducir diferentes tipos de canto de aves. Así, la empresa tiene registrados cerca de 1.000 tipos diferentes. "Tenemos digitalizados el canto de cientos de pájaros y aves, tanto los más comunes en España como en otras zonas de Europa", comenta Manuel Querol. Tener todos estos cantos registrados y digitalizados les ha supuesto años y el empresario recuerda bien que todo partió "de las bovinas o las cintas de casete con las que se recogieron los sonidos y que ahora están ya digitalizadas".
Golondrinas, estorninos o palomas son las aves que más problemas causan en el sector agrícola y ganadero y en los parques de las ciudades. Así, una buena parte de la tecnología que fabrica la empresa de Cálig se destina a ahuyentar los pájaros de granjas, zonas agrícolas como viñas o frutales, puertos deportivos, aeropuertos, plazas, monumentos y hasta viviendas particulares con cantos de aves rapaces como halcones, águilas u otras, en función del tipo de pájaro que se quiera ahuyentar.
Pero no todos los reproductores están destinados a ahuyentar a las aves. Cantos de pájaros digitales también supone un apoyo para los colectivos y las asociaciones que participan en campañas de anillamiento, un método necesario para controlar las poblaciones de aves y sus movimientos. La firma de Càlig ha adaptado varios de sus dispositivos para el reclamo con los sonidos que solicita el cliente, entre ellos grupos de ornitología y universidades, para atraer así a estos alados habitantes del planeta.