VALÈNCIA (EFE). El retroceso de las exportaciones valencianas desde el segundo trimestre del año tiene efectos en la actividad industrial y el sector logístico, y en las inversiones potenciales de las empresas en estrategias de comercio exterior. El informe de Cámara Valencia sobre causas y consecuencias de este retroceso, hecho público este martes, refleja estas implicaciones por el descenso de la actividad exportadora después de un año de récord histórico de exportaciones en 2022, con 39.622 millones de euros y un incremento interanual del 22 %. Comparado con el periodo enero-septiembre del año pasado, en 2023 las exportaciones han caído un 3,5 % en valor y un 14,3 % en volumen.
El comercio exterior valenciano, al igual que el español, está experimentando desde el segundo trimestre de 2023 un sensible retroceso, tanto en términos nominales como reales, tras dos años de crecimiento. Esta situación se debe en gran medida al estancamiento de la demanda en los mercados europeos, la incertidumbre e inestabilidad en los mercados de fuera de la Unión Europea y la pérdida de competitividad de los productos valencianos como consecuencia del significativo incremento de precios producido en 2022, según recoge el informe.
Aun así, las empresas exportadoras regulares valencianas han seguido incrementándose en 2023 (0,8 % hasta septiembre), lo que pone de manifiesto la relevancia de las empresas que invierten en sus estrategias de exportación e internacionalización, consiguiendo que la regularidad de su presencia en los mercados exteriores les dote de capacidad. El mercado europeo sigue ganando peso en el conjunto del sector exportador valenciano, tanto en términos de valor como de número de empresas.
No obstante, el descenso de la actividad exportadora desde mediados de 2023 tiene implicaciones en el conjunto de la economía valenciana, en concreto en la actividad industrial, sobre todo los sectores más intensivos en consumo energético; y el sector logístico, con un descenso del 6,8 % en el transporte marítimo hasta septiembre. El informe alerta también de que el mejor comportamiento de la demanda interna y las dificultades que están encontrando las empresas valencianas para llevar a cabo ventas en los mercados exteriores, especialmente en los no europeos, incide negativamente en la inversión potencial de las empresas en estrategias de exportación.
De cara a 2024, las previsiones apuntan a una recuperación de las exportaciones, especialmente durante la segunda mitad de año, en línea con las principales economías internacionales y la moderación de las tasas de inflación. Otros factores como los costes de transporte (combustible y fletes) no van a afectar, dado que se posicionarán en niveles similares a los de 2019. Además del mercado europeo, otros mercados van a ser claves para las empresas exportadoras valencianas: Norteamérica, Turquía, la India y algunos países del Sudeste Asiático, entre otros.
Los retos más importantes para el exportador valenciano se centran en expandir sus mercados en un escenario de incertidumbre generado por los diferentes conflictos geopolíticos internacionales y la tendencia al aumento de medidas no arancelarias que vienen aplicando diferentes mercados a nivel mundial, concluye el informe.