Una antiga tenda d'esports convertida en una casa completament accessible
Una casa on humans i gats arriben a totes les seues parts
Reunión de arquitectos y urbanistas al calor de un debate. ¿Cómo deben ser las plazas en esta ciudad en tránsito?
VALENCIA. A poco que se rasque se percibe que Valencia es una ciudad en tránsito. Otra cosa es hacia dónde. Y tras su recibidor, al atravesar sus pasillos, aquí el salón, que son sus plazas, sometidas a un repensamiento que tiene mucho de modificación genética. "No digas que es una cuestión de decidir qué modelo de plaza queremos, porque si no repetiremos errores. Se trata de que las plazas formen parte de la vertebración de la ciudad", me advierten.
Un debate al calor de las ideas. Suba la temperatura hasta que bulla. Convocados para una andanada de propuestas en torno a qué queremos para las plazas de la ciutat. O mejor, qué plazas nos convienen más. Si las muertas de risa, las que se han convertido en plazas de aparcamiento, las que son rotonda, las que son cruce entre calles, las que son foso, las que son epicentros sociales, las que son oasis...
Siete arquitectos y urbanistas con sus siete plazas protagonizan la discusión en 3, 2, 1. Carmel Gradolí ha sido escogido para reformular la estrategia del Cabanyal. David Estal es ideólogo arquitectónico desde l'Ambaixada de una ciudad cambiando de epidermis, coautor de la propuesta A la Redor del Mercat Central. Merxe Navarro es arquitecta divulgadora de 'la cosa' a través del espacio Brutalment Valencià. José Luis Gisbert, de EFGarquitectura, autor a través de la Propuesta Alternativa de Mejora de una nueva fórmula para el centro bajo el epígrafe '¿Cruce o Plaza?'. Jorge Gil, de Hadit Arquitectos, profesor de Urbanística en la UPV. Y Eva Sanjuán y Ana Beltrán, de Estudio Correoviejo, plazas vivas a través de edificios históricos recuperados
A lo que vamos. ¿Qué debe tener en cuenta Valencia para mejorar sus plazas?
Merxe Navarro: Valencia tiene una voluntad de recorrido, si te das cuenta, en la actualidad muchas de las plazas más grandes que tenemos en la ciudad (la Reina, la Virgen, la del Ayuntamiento) son lugares de paso para ir de un lado a otro. Los únicos motivos de espera en estas plazas es porque has quedado con alguien, esperas el autobús o te apetece que te claven por un café.
José Luis Gisbert: Se debe establecer una red de itinerarios peatonales que los entrelace. De "plaza" a "plaza" y tiro porque me toca. Esta estructura urbana recupera el espacio para las personas, ya sean vecinos, comerciantes, trabajadores o turistas. El coche ha ocupado el espacio entre los edificios, ha alcanzando su máximo expulsando cualquier actividad distinta al tráfico y el aparcamiento.
David Estal: Pero según dónde habrá que poner más atención a cómo mejorar la movilidad, el espacio público; tener en cuenta que la 'dignificación' comporta unos riesgos de museización, de gentrificación o de turistificación...
Eva Sanjuán y Ana Beltrán: La premisa más importante es que son espacios para el ciudadano, así que todo lo que se haga ha de ser pensado para ellos; un “patio urbano”.
Carmel Gradolí: Hay cinco reglas de oro de la reurbanización, que pasan por cuatro restas y una suma: quitar trastos, quitar aparcamientos, quitar tráfico, quitar barreras y añadir árboles.
Jorge Gil: La recuperación del arbolado en las plazas es necesario. Nuestras ciudades se están deshidratando debido a la impermeabilización de su superficie, que evita la infiltración del agua de lluvia en el subsuelo. En Valencia ha disminuido drásticamente el nivel freático en los últimos 20 años. Hemos ido eliminando árboles para construir aparcamientos subterráneos, generar nuevos carriles de circulación...
En este cambiazo a las plazas, ¿cuál os parece un buen ejemplo?
José Luis Gisbert: Más que una plaza señalaría como espacio público muy próximo a una plaza de verdad las cabeceras extremos de la fuente en el Jardín del Túria, frente al Palau de la Música. Tienen un uso intenso por multitud de personas que encuentran allí aquello que no existe en la trama urbana.
David Estal: Para mí los mejores ejemplos son las plazas de los barrios periféricos. La plaza de Patraix, de Benimaclet, Campanar, de la Fuente de San Luis, de Nazaret, etc. Conservan la escena arquitectónica necesaria, son espacios de convivencia y referencia, igual que las plazas de los pueblos.
Eva Sanjuán y Ana Beltrán: Para nosotras el ejemplo es la plaza del Carmen en el centro histórico. Las relaciones sociales y la vitalidad urbana de esta plaza son muy apreciables. Es un espacio de encuentro entre los usuarios de la iglesia, la universidad, las viviendas… y las personas que la disfrutan. La diversidad de usos en el espacio, entre sus diferentes zonas verdes y su mobiliario urbano, y la adaptabilidad en el tiempo la convierten en un gran escenario para la vida urbana.
Carmel Gradolí: Pues me viene a la cabeza la misma. La plaza del Carmen la remodelaron en los años noventa Carles Dolç y Nieves Sanfélix. Fue una de las primeras actuaciones del Plan RIVA y mostró cómo la aplicación de las reglas que he indicado antes convierten un espacio perdido (realmente, la Plaza del Carmen, tan importante para entender la ciudad, estaba hecha un desastre...) en un lugar para la vida.
Jorge Gil: Me quedo con la Plaza del Arzobispo, la Plaza de San Luis Beltrán o la Plaza del Árbol en el Centro Histórico; la Plaza/Jardín de la Calle Chile en la Ciudad Moderna… Son espacios acotados, diseñados para las relaciones ciudadanas, construidos a escala humana, confortables, enfatizados con un árbol singular…
En el caso contrario, ¿cuáles son iconos de lo que no hay que hacer? Disparen.
Carmel Gradolí: El evidente es el de la Plaza de la Reina: se destrozó la trama urbana para hacerle lugar, se destrozó un patrimonio valiosísimo en su subsuelo para hacer el aparcamiento, se destrozó la perspectiva de la Puerta de los Hierros (el mejor ejemplo del barroco de inspiración borromoniana de Valencia) ... Y el resultado es un espacio lamentable, sin cordura, completamente al servicio del tráfico rodado. Un caso para estudiar. Ahora que estoy trabajando en el Cabanyal veo la necesidad de recuperar el rosario (nunca mejor dicho) de plazoletas que conecta la calle del Rosario, que, a Canyamelar, recorre plazas hacia el Cabanyal propiamente dicho, y más arriba, en el Cap de França. Es un conjunto urbano de gran calidad que bien reurbanizado puede articular internamente la trama todo un barrio que hoy necesita que la ciudad se vuelque en su recuperación después de haberlo maltratado de forma estúpidamente malvada.
Eva Sanjuán y Ana Beltrán: La plaza de la Reina es un ejemplo de un espacio público que ha dejado de ser pensado para el ciudadano, donde las pocas zonas peatonales que han quedado han sido invadidas por las terrazas de las cafeterías y restaurantes para el turismo de baja calidad. De hecho lo que sientes a salir de ella es algo parecido a haber ganado.
José Luis Gisbert: Para mí la plaza de los Pinazo, donde el foso estrecha la circulación de los peatones, la sombra está ausente, y frecuentemente la invade carpas del centro comercial próximo. O la plaza del Patriarca, que por fin dejó de ser un aparcamiento en el que todavía hoy no hay árboles de sombra o bancos donde sentarse.
Merxe Navarro: La plaza del Patriarca la considero una oportunidad perdida. Recuerdo cuando empecé la carrera tuvimos que dibujar la portada del Patriarca y en aquella época todavía era un aparcamiento. De hecho para poder sacar las proporciones tuvimos que subirnos a algún coche. Ha mejorado porque ya no hay coches, pero no tiene una voluntad más allá, se convierte en un espacio de paso, seguro que si quedas con alguien por allí lo harás antes en el patio de la Nau que en esa plaza.
David Estal: Me llaman la atención algunas plazas de nueva creación como la de Triador en Velluters, donde todos los bajos de titularidad pública están cerrados y donde no hay ningún árbol debido al aparcamiento subterráneo, donde no hay ningún tipo de vida humana. Diseño disociado del uso y la gestión. Y desde luego la plaza del Mercat Central, que debe ser la plaza central de Valencia.
Eva Sanjuán y Ana Beltrán: Podría ser un espacio de encuentro e intercambio para las personas y es únicamente una frontera de coches a atravesar para llegar al gran edificio.
Jorge Gil: La mayoría de casos negativos repiten características: desprecio al peatón, carencias en accesibilidad, servidumbre del espacio en favor de los vehículos a motor, árboles y jardines como isletas reguladoras del tráfico…
¿Y qué hacemos con la plaza del Ayuntamiento?
Carmen Gradolí: Es un círculo al servicio del tráfico rodado donde los peatones quedan amontonados en aceras mal urbanizadas. El tráfico de paso, las numerosas paradas de bus, la hipoteca del tráfico de acceso a El Corte Inglés, el espantoso monumento a Vinatea (un maltratador que mató a su mujer, por cierto) erigido en una posición de reminiscencias franquistas recibiendo los coches que vienen por el Norte ... Todo esto es indigno de la que debería ser la plaza principal de la ciudad. Hay que hacer un plan de movilidad del Centro Histórico (y, ya puestos, de la ciudad, que bien que le hace falta) y tener en cuenta no sólo que es la plaza principal, sino que forma parte de un recorrido Norte Sur entre dos puertas principales de la ciudad.
José Luis Gisbert: Varias lecciones, como que el tráfico debe subordinarse al espacio público y no al revés, es una plaza-rotonda, con aparcamiento en el carril interior y exterior, y aceras mínimas con un pavimento que resbala aunque no llueva. Los muelles de las paradas de autobús ocupan una buena parte, con más carriles de tráfico que las calles que conecta. Cuando enfocamos el diseño al tráfico obtenemos ruido, contaminación, inseguridad, espacios inhóspitos y vacíos de vida.
Merxe Navarro: El modelo de plaza que planteó Goerlich no me parece importante por el diseño en sí mismo si no por la idea que recoge, dotar de uso, de voluntad, de intencionalidad. También su plaza era una rotonda pero tenía un trasfondo en el que se podía estar en diferentes ambientes y momentos.
Eva Sanjuán y Ana Beltrán: Es un espacio sin sentido, excepto un mes al año que se utiliza como campo de batalla para la mascletà. Es muy importante para la ciudad pero se ha convertido en un simple lugar de transición. Es necesario que exista una propuesta de usos y usuarios para revivir esta plaza vacía.
Jorge Gil: Un paradigma del efecto de las malas decisiones urbanísticas en una ciudad. Pero el problema del tráfico de la plaza no es tanto propio como inducido por un mal endémico de la ciudad: el tráfico de paso por el centro histórico y la existencia de aparcamientos de gran capacidad. Provoca que la plaza sea el lugar de tránsito más importante del Centro Histórico. Por tanto, lo más urgente es evitar el tránsito de vehículos de paso por la plaza y el número de líneas de la EMT que la atraviesan o que inician allí su recorrido. Reduciría drásticamente la presión del tráfico y permitiría liberar muchísimo espacio para los peatones, las bicicletas, el transporte público y la jardinería.
David Estal: Debe ser la 'peor' postal que un turista ha podido comprar desde hace más de 50 años. Y hoy en día si ese turista vuelve pensará que es una broma de mal gusto. Yo la evito.
Una casa on humans i gats arriben a totes les seues parts