VALÈNCIA (EFE/Concha Tejerina). Solo unos días después de la Dana que ha devastado cerca de un centenar de colegios, muchos de los cuales aún no han podido reanudar sus clases, la solidaridad se ha abierto paso a través de la campaña #DespuésDelBarro, a la que ya se han adherido más de un centenar de entidades y particulares para ofrecer ayuda económica y material destinada a los centros educativos afectados.
"Te das cuenta de que en algún momento se va a acabar el barro pero las escuelas van a necesitar muchísima ayuda después", asegura a EFE la profesora y pedagoga Carmen Pellicer, directora de la revista Cuadernos de Pedagogía y presidenta de Fundación Trilema, quien decidió impulsar esta campaña después de los primeros días de la dana, cuando fueron a colaborar en la limpieza de centros que habían resultado afectados.
Pellicer afirma que esta "eclosión de solidaridad pasará y se irá enfriando, es ley de vida, pero habrá que seguir ayudando y gestionando ese acompañamiento a los centros".
Desde Cuadernos de Pedagogía, que llega a casi 50.000 docentes, "pensé que era un buen canal para sensibilizar y lograr que se pudiera compartir, por una parte ayuda económica y por otra, material en especie que había que ordenar y esperar a que los colegios estuvieran limpios para poder recibir el material", explica.
"En estas situaciones es cuando se visibiliza que la comunidad local cuida su escuela", asegura Pellicer, que afirma que tanto los voluntarios como los padres, madres y profesores "se han volcado en limpiar y colaborar" para que los colegios pudieran abrir cuanto antes.
A fecha de este miércoles se han recogido cerca de 40.000 euros y se están canalizando muchas donaciones entre el "padrino y el apadrinado", explica Pellicer; por ejemplo, a una guardería de Valladolid que cierra se le ha puesto en contacto con una guardería de Algemesí para que le mande el material.
También cuenta el caso de un colegio de Madrid que tenía 25 pupitres con sus sillas y lo han conectado con un colegio en Massanasa, o colegios que quieren apadrinar a centros escolares y les van ayudar en lo que sea posible, desde voluntariado para seguir limpiando hasta donaciones.
Hasta el momento son cerca de 128 las entidades -universidades, escueles, empresas, asociaciones o particulares- de toda España e incluso del extranjero que han ofrecido su ayuda a la campaña, con una dotación económica o material, desde mobiliario, libros de texto, material didáctico o de educación física, instrumentos musicales o material tecnológico.
Carmen Pellicer explica que mucha gente se ofrece a comprar el material y mandarlo, pero en ese caso prefieren que donen dinero y poder adquirir aquí este material. "La gente quiere sentir que la ayuda se concreta en alguien, es poner rostro a la ayuda", apunta.
Para ir guardando el material que les va llegando tienen dos puntos de recepción: el colegio El Carmen, en Manises (Valencia), y la residencia universitaria Tomás Moro, en Madrid, "porque hasta que los centros escolares no están limpios y pintados no se puede empezar a meter nada".
A su juicio, "hay que aprovechar los próximos diez días porque las cosas se enfrían y concretar donaciones, para que luego la solidaridad se pueda gestionar bien y con tiempo; si no, pierde eficacia".