VALÈNCIA. El expresidente de la Generalitat Francisco Camps, ha comparecido este jueves en la comisión que investiga los sobrecostes de Feria València en Les Corts. Camps se ha ‘paseado’ y en ningún momento se ha visto acorralado por los parlamentarios que le interpelaban, que daban la impresión que querer irse a dormir la siesta más que estar en la comisión. Es más, ha ‘soltado’ su discurso anti izquierda, y más concretamente anti Zapatero y Oltra, sin prácticamente oposición por parte de la presidenta de la comisión.
El cabreo venía porque el expresidente ha dicho: "Esta señora (Oltra) se ponía esta camiseta mientras yo firmaba la Volvo y luego se ponía los tacones para venir a la inauguración. Menos mal que ponía vivo en la camiseta".
A raíz de este incidente, la diputada del grupo de Oltra que estaba preguntando a Camps ha pedido hablar por alusiones. El PP ha dicho que no la habían aludido a ella, pero la presidenta ha zanjado el tema diciendo: "Considero que las fotografías no tenían más intención que faltar al decoro de un grupo y le doy tres minutos".
En ese tiempo, Teresa García ha dicho: "El señor Camps es el centro de una nueva trama de corrupción y sí que tiene que ver Laterne con él. La diferencia entre unos y otros es la corrupción que ha venido con su gestión. No vamos a consentirle nada con lo que le ha costado a mi grupo denunciar la corrupción. Todos los valencianos estamos pagando 1.000 millones por sus decisiones. Ustedes son despilfarro y corrupción".
Pero Camps no solo le ha repartido a Compromís. El expresidente se veía fuerte y superior a los diputados y ha aprovechado el momento. Con el PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero se ha despachado recordando desde las desaladoras que según él no funcionan hasta los presupuestos en materia social que asegura que fueron los peores de la historia de España. Ha llegado a decir que "Zapatero destruyó España".
A cada pregunta que le hacían, él derivaba la respuesta hacia ese discurso largamente escuchado durante sus años al frente de la Generalitat. Sobre el tema a investigar, él lo tenía claro, “los sobrecostes correspondían a cuestiones técnicas propias de la obra”. Nada que ver, a su juicio, con una mala gestión. Es más, hasta que no ha podido decir que era para él un sobrecoste no ha parado, bronca con la presidenta incluida. Y sobre eso ha dicho: “un sobrecoste es lo que hizo el PSOE con el velódromo Luis Puig que pasó de 600 millones de pesetas a 1400 millones, no lo que pasó con Feria Valencia, que fueron ampliaciones de las obras”.
En cuanto a la pregunta sobre la famosa factura de más de medio millón de euros que el PP ha tenido que pagar vía judicial nueve años después de que se celebrara el congreso nacional, en el que fue elegido Rajoy como presidente del partido, el expresidente ha dicho: "No decidí nada, fue Madrid".
Y ha explicado cómo se decidió que el congreso se hiciera en València: "Como sé que cuando el centro derecha va separado pierde, pero cuando va unido gana siempre, y tras perder había las lógicas desavenencias decidí hablar en el comité nacional. Hablé el primero y les dije que ‘hoy podemos empezar a ganar las elecciones porque Zapatero está destruyendo el país’, y de hecho lo destruyó. Dije dos cosas, que apoyaba a Rajoy y que era muy importante que saliéramos unidos del comité y que era un honor que se hiciera allí (València) el congreso. La junta directiva nacional es la que tomó la decisión de venir a València. No hay muchos sitios que puedan albergar 6.000 personas. Era una buena forma de vender la ciudad a las personas que vienen de fuera. Y la imagen de València quedó magníficamente reflejada en los medios de comunicación".
A tenor de esta respuesta, le han preguntado por su relación con la empresa de la trama Gürtel Orange Market, así como con sus dueños, los cabecillas Álvaro Pérez, Pablo Crespo y Francisco Correa, y el expresidente ha contestado: "No puse en contacto a Orange Market con nadie. Jamás puse en contacto a nadie con nadie, ni a Crespo Gomar con ustedes. No sabía ni que existía Orange Market. Había un señor que se llamaba Álvaro Pérez y que hacía los actos de partido, pero pensaba que era un trabajador liberal, no sabía qué era Orange Market".