VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València es una de las plazas más importantes que se pondrá en juego en las elecciones locales que tendrán lugar el 28 de mayo de 2023. Es más, su relevancia va más allá de la propia alcaldía, dado que también se le presupone un posible papel de arrastre en los comicios autonómicos que, probablemente, se celebren el mismo día si así lo decide el presidente de la Generalitat, Ximo Puig.
Es por ello que, ante la igualdad que manifiestan muchos de los últimos sondeos para las elecciones autonómicas, los partidos pretenden afinar el tiro en las candidaturas a la alcaldía. Una situación que también se produce en la ciudad de Alicante, si bien con menor incertidumbre en los elegidos finales.
Así, lo curioso es que en la ciudad de València los favoritos a convertirse finalmente en los candidatos son los que actualmente figuran en los puestos de responsabilidad del consistorio. Ahora bien, en varios casos, por no decir en todos, las direcciones de las distintas formaciones sueñan con otros posibles cabezas de lista que les reportaran un plus en las urnas pero que, a día de hoy, no existen en su agenda, no resultan factibles o no aseguran una mejoría en el resultado final. De esta manera, cada formación política tiene sus circunstancias a la de enfrentarse a las urnas en el consistorio.
En el caso de Compromís, el alcalde de València, Joan Ribó, todavía no ha confirmado si se presentará como candidato a las próximas elecciones. Es más, ha pospuesto su decisión a después del verano. El propio primer edil ha expresado dudas sobre su continuidad y no son pocos en su partido los que admiten que preferiría no volver a ser cabeza de lista, pero la ausencia de un candidato tan visible y de garantías para unas elecciones que se presumen igualadas, contribuyen a que en la coalición deseen que Ribó haga ese último favor al partido.
Es decir, el protagonista no está convencido de continuar pero a su alrededor tampoco ve un 'plan B' que les ofrezca las garantías que el veterano titular. Una situación que ha reforzado la dimisión de Mónica Oltra: se antoja aún más complicado que Compromís se lance a experimentar en la capital cuando es posible que no pueda contar con su lideresa como candidata.
En el principal partido de la oposición, el PPCV, la portavoz María José Catalá es la señalada como candidata. Posiblemente es la que causaría más sorpresa si no fuera número uno, aunque también es cierto que algunos en la formación popular opinan que, a estas alturas, otro candidato ya llevaría una delantera clara en los sondeos. En cambio, el último sondeo ofrecido por Las Provincias señalaba un empate técnico entre bloques. Estas dudas sobre cómo optimizar el cabeza de lista en el PP no son nuevas: a finales de 2018 ya trascendió una encuesta de la dirección nacional en la que se preguntaba por Catalá como candidata pero también sobre otros posibles aspirantes como Esteban González Pons, Vicente Betoret, Luis Santamaría y el abogado Manuel Broseta. Finalmente fue Català la elegida y, probablemente, ocurra lo mismo de nuevo, pero algunos siguen sin descartar un cambio si se encuentra un 'mirlo blanco' que apuntale con mayor seguridad el triunfo.
Pese a que Puig le ha trasladado su apoyo, el futuro como candidata de la líder socialista en València, Sandra Gómez, también se pone sobre la lupa de forma recurrente en los últimos meses, dado que los sondeos más optimistas ofrecen un empate técnico con Compromís para el PSPV sin la mayoría de izquierdas garantizada. Días atrás, El Periódico de España señalaba que Pedro Sánchez se plantea enviar ministros a las elecciones municipales y apuntaba el nombre de la titular de Ciencia y la exalcaldesa de Gandia, Diana Morant, como posible aspirante.
Un tipo de experimento que en otras ocasiones fracasó -la mismísima Carmen Alborch no sacó en 2007 más concejales que Rafa Rubio en 2003 o María Teresa Fernández de la Vega no brilló como cabeza de lista en las generales en 2008- y que tiene el hándicap de que Morant no es de la capital. Ahora bien, la opción de buscar relevo para Gómez con la intención de lograr mejor resultado sigue alentándose por algunos sectores socialistas tanto de Ferraz como del PSPV: eso sí, en el caso de València ciudad, la imposición pura y dura no sirve puesto que existe un proceso de primarias para los aspirantes y, en este punto, cabe recordar que Gómez y su Ejecutiva salieron adelante en abril con el 100% de los votos.
La incertidumbre salpica en mayor medida a otras formaciones con representación en el consistorio como Ciudadanos y Vox. El portavoz de la formación naranja,
Fernando Giner, no subió ni un concejal en 2019 pese a que los resultados en las autonómicas habían sido excelentes. Ahora, con el partido en horas bajas, no puede descartarse que aparezca alguna alternativa que desde Madrid opinen que puede contribuir a salvar los muebles: ya sea algún fichaje externo o un miembro del partido como la diputada María Muñoz o la reciente incorporación, el abogado Julio Pascual.
En cuanto a Vox, su política de ensalzar por encima de todo la marca convierte el puesto de candidato en algo más arbitrario si cabe a decidir desde Madrid, por lo que los actuales concejales en la ciudad, José Gosalbez y Vicente Montañez, no tienen por qué encabezar la lista si la formación que lidera Santiago Abascal tiene otros planes en mente que puedan incrementar los votos en el Cap i Casal, donde pueden ser decisivos.