CASTELLÓ. Canet lo Roig se erige como punta de lanza en Castellón en la producción de biometano, una fuente de energía renovable equivalente al gas natural que se genera a través de la reutilización de biomasa (residuos de origen ganadero, agrario y agroindustrial). El grupo Ence, a través de su filial Ence Biogas, ha previsto una nueva planta de biometano en Canet con una inversión de más de 20 millones de euros, según avanza el Ayuntamiento de la localidad. Se trata de la segunda propuesta de estas características que se impulsa en el mismo municipio y en la provincia; la primera se tramita desde hace un año por parte de Vilagas Canet, compañía de Vila-real, con un presupuesto de siete millones de euros.
Desde el consistorio explican que Ence acaba de iniciar el proceso administrativo para su instalación solicitando la compatibilidad del suelo en el que quiere levantar la planta. Tras este primer paso la firma solicitará a la Generalitat la declaración de interés y la evaluación de impacto ambiental.
La iniciativa se proyecta en unos terrenos situados al norte del término que carecen de asentamientos y explotaciones agrarias, según fuentes municipales, que valoran el interés que suscita el municipio, de menos de 700 habitantes, entre las empresas de biogás.
Ence es una compañía con más de 60 años de historia que empezó en el sector de la celulosa y que en los últimos años ha crecido diversificando en negocios vinculados a la sostenibilidad y a las energías renovables. Tiene una sociedad enfocada al biogás y, según fuentes conocedoras del sector, su objetivo pasa por producir en Canet alrededor de 90 GWhora al año a través del biometano.
La empresa se ha marcado a nivel nacional el reto de alcanzar una producción de biometano de 1 TWh año en el ejercicio 2030.
Antes de Ence, Canet ya recibió el interés para el montaje de la que será su primera planta de biometano. En este caso, Vilagas Canet solicitó en noviembre en 2023 la declaración de interés comunitario y desde la empresa esperan comenzar las obras en 2026 y operar en 2027.
Las propuestas de Ence y Vilagas son las dos primeras instalaciones de esta energía renovable que se desarrollan en la provincia de Castellón y coinciden en la población del Baix Maestrat. Es una de las alternativas que baraja el azulejo en su camino de la descarbonización junto al hidrógeno verde y la electrificación. Desde el Ayuntamiento resaltan que los inversores valoran de Canet, por un lado, el hecho de que acoge el paso de una tubería de gas natural en el que inyectar el biometano y, por otro, por ser una zona que genera residuos en el entorno a través de explotaciones ganaderas y agrarias.
Vilagas prevé implantar una planta de digestión anaeróbica para la obtención de biometano a partir de purines y residuos agroalimentarios en unas superficie no urbanizable de 18.292 metros cuadrados, que se encuentra a 2,5 kilómetros del casco urbano. Su propósito es alcanzar los 25 GWh de gas renovable y 24.500 toneladas de digestato.
A través de esta planta el biogás será depurado hasta lograr la calidad del gas natural y suministrar a la red gasística de la zona.
El promotor resalta que esta plataforma se caracteriza por un enfoque "vanguardista y respetuoso con el medio ambiente" incluyendo "medidas específicas para integrarse armónicamente en el paisaje circundante".
Además, Vilagas Canet remarca que esta instalación "representa una oportunidad relevante para el desarrollo sostenible de la de la región, así como para la promoción de prácticas de integración paisajística que preserven y embellezcan el entorno". En ese sentido, añade que se "erigirá como `pionera en la zona" y la transformación planificada "no tendrá un impacto significativo en el paisaje de la zona".