VALENCIA. Los cabezas de lista por Valencia de las cuatro principales formaciones políticas se enfrentaron este martes en el debate a cuatro que organizó Levante TV. Así, Elena Bastidas (PP), Joan Baldoví (A la Valenciana), Ana Botella (PSOE) y Toni Cantó (Ciudadanos) se midieron durante más de una hora y media en una contienda dividida en diversos bloques y con algunas propuestas interesantes por parte de los moderadores -los periodistas Gustavo Clemente y Julia Ruiz- que incluyeron un apartado de autocrítica -aunque no hubo demasiada colaboración de los protagonistas- o la fórmula de que los políticos se preguntaran entre ellos, una iniciativa que sí permitió vislumbrar dónde querían 'hacer daño' los intervinientes a sus respectivos adversarios.
El choque evidenció que el candidato de C's Toni Cantó trató de emular la estrategia de su jefe de filas nacional, Albert Rivera, atacando a PP y a A la Valenciana especialmente, y no tanto al PSPV-PSOE, con quien su formación llegó a un acuerdo -fallido- de investidura en el ámbito nacional. Ahora bien, todo lo que no 'pegó' Cantó en el ámbito de pactos estatales se lo cobró con el actual Gobierno valenciano, especialmente atacando la política educativa y apelando a la defensa de la concertada. "Este Consell no es lo mejor que puede pasarnos porque está dividiendo a los valencianos", aseguró.
También imitó en cierta medida a su líder nacional la representante del PP, Elena Bastidas, quien en determinados momentos se vio cercada por el fuego de las críticas a tres bandas. La dirigente popular tiró de argumentario estatal para defender la gestión económica de Mariano Rajoy prometiendo 300.000 empleos en la Comunitat, se defendió de los ataques sobre corrupción combinando las medidas aplicadas desde el PPCV, una sucinta asunción de errores cometidos y poniendo el ventilador, y se encargó de recordar al telespectador en varias ocasiones que A la Valenciana (Compromís-Podemos-EU) respalda al actual Gobierno de Grecia.
Por otro lado, posiblemente lo más interesante del debate fue ver cómo gestionaron su relación la socialista Ana Botella y el dirigente de Compromís, Joan Baldoví. Cabe recordar que hay un mandato del presidente de la Generalitat y líder del PSPV, Ximo Puig, de no perturbar con esta campaña la salud del Ejecutivo valenciano conformado por, precisamente, PSPV y Compromís, además del apoyo en Les Corts de Podemos.
Así, Botella trató de establecer una diferencia entre la formación valenciana y sus socios nacionales, que se resumió en la frase: "Compromís fue rehén de Podemos", a la que sumó otra nada desdeñable: "Podemos no fue una buena influencia para Compromís". Baldoví tensó la cuerda cuando le preguntó a la socialista por qué pactaron con Ciudadanos cuando los números no daban, lo que produjo una interesante discusión en la que Botella defendió el acuerdo alcanzado entre Sánchez y Rivera y el dirigente de Compromís lamentó que fuera un pacto "blindado".
En esta línea, Baldoví no dejó pasar la ocasión en el formato de preguntas de plantearle a Botella: "Si somos buenos para gobernar la Generalitat, la Diputación de Valencia o muchos ayuntamientos, entendemos que también lo somos para gobernar España. ¿El PSOE pactará con nosotros o con Ciudadanos?". Una pregunta a la que Botella replicó apelando a las "líneas rojas" de Iglesias y sacando a relucir el derecho a la autodeterminación que defiende la formación morada. En resumen, resultado desconocido pero un mar de fondo entre los actuales socios de gobierno que apunta a que habrá problemas en el paraíso a corto o medio plazo.