VALÈNCIA. Carreteras destruidas, raíles desaparecidos, comunicaciones cortadas. La descomunal Dana que este martes anegó localidades enteras de la provincia de Valencia y que provoca ya más de doscientos fallecidos deja también unas infraestructuras muy debilitadas que dificultan aún más si cabe la recepción de ayuda en las poblaciones afectadas. Además, los torrentes de agua han inutilizado varios de los principales canales de transporte, como Metrovalencia o las líneas de cercanías, de quienes se desplazan en València y su área metropolitana para visitar a familiares y allegados, acudir a su lugar de trabajo o, en estos momentos, brindar asistencia.
En este sentido, el número de personas que asumirá mayores dificultades para moverse en uno de los principales entornos urbanos de España, sobre todo cuando se retome la actividad tras el fin de semana, asciende a varios cientos de miles. Según las cifras del Censo de Población del Instituto Nacional de Estadística (INE) para 2022, que relacionan el municipio de residencia de casi todos los habitantes valencianos con la localidad de su puesto de trabajo o de sus estudios, el intercambio de vecinos solo entre València y las localidades de su entorno, compuesto por aquellas que pertenecen a las comarcas de l’Horta y San Antonio de Benagéber en el Camp del Túria, estaría en torno a 162.000 personas únicamente por motivos laborales y en cerca de 30.000 más por razones de estudios.
Todo ello, aún sin tener en cuenta los desplazamientos que se realizan entre las distintas poblaciones del área metropolitana sin pasar por la capital, además de los viajes que se efectúan por otros móviles. En febrero de 2022, un informe de Telefónica Tech elaborado para el Ayuntamiento de València determinó que en ese mes se registraron más de 15 millones de viajes con origen o destino a la ciudad de València por cualquier causa, y de ellos más de un 93% se produjeron con localidades de la misma provincia. Tomando este estudio, podría decirse que cada día se llevarían a cabo más de medio millón de idas y retornos con origen o destino al ‘cap i casal’.
En el intercambio con la ciudad de València, en una de las localidades más asoladas por la Dana y para la que, por tanto, son más necesarias las vías de acceso para la llegada de ayuda, como es Paiporta, más de 12.000 vecinos, un 33% de su población ocupada, tiene su lugar de trabajo en la capital. Mientras, en Picanya son más de 5.200 residentes, un 34% de quienes poseen un empleo. Entre ambas poblaciones de l’Horta Sud hay además más de 1.100 personas que estudian allí, unas cifras que evidencian los importantes flujos de población habituales en el entorno de la tercera ciudad del país, y que en estos casos son ahora muy difíciles si no se realizan a pie.
En Torrent, por su parte, un 25% de los habitantes con trabajo lo desempeña en València, un porcentaje que equivale a más 34.500 vecinos, y casi 2.000 estudiantes acuden también al mismo lugar. Estos números son asimismo los más elevados de todo el entorno metropolitano, pero en Torrent, como sucede en los escenarios anteriores, no dispondrán de una de sus principales vías de movilidad, como es la red de Metrovalencia, a la que están conectados mediante las líneas 2 y 7. La última previsión de Ferrocarrils de la Generalitat (FGV) en este sentido, tal y como se informó este viernes, es una apertura progresiva que se iniciará con las líneas de tranvía de nuevo en funcionamiento, si es posible, a partir de la semana del 11 de noviembre. De forma paralela, se trabaja en la restauración de las líneas 3, 5 y 7, que se podrán reabrir en una segunda fase.
Por lo tanto, el cierre de los metros afectará del mismo modo a las poblaciones de l’Horta Nord, donde existen también, en localidades como Paterna o Burjassot, grandes flujos de personas que necesitan desplazarse a diario hacia València o desde ella. En el primero de estos municipios, los intercambios de personas con la capital se sitúan cerca de las 50.000 personas solo por trabajo o estudios, sin tener en cuenta otro tipo de razones que motiven los desplazamientos, como las familiares. Por ello, muchas personas se verán abocadas a utilizar otros modos de transporte por carretera, como el autobús en el caso de los servicios públicos, o un vehículo privado.
Como consecuencia, y dados las complicaciones que existen en distintas carreteras, este previsible incremento del tráfico rodado podría llevar a intensificar situaciones de colapso o atasco en determinados puntos y accesos de València y su área metropolitana, sobre todo en horas punta, como se ha podido observar ya estos días atrás. Además, persisten los cortes o las dificultades en varios tramos de la A-3, la A-7, la V-30 y la V-31, estas dos últimas vías de acceso a la ciudad València, como sucede con otras carreteras de la red secundaria.
Los efectos de la Dana han afectado en mayor o menor medida a algunas de las principales infraestructuras de València y su área metropolitana, y en algunos han provocado su inutilización. Es el caso de la línea de alta velocidad que une Madrid con Valencia, y que no se recuperará hasta al menos dentro de tres semanas, ya que la infraestructura presenta graves daños y dos túneles, situados en los municipios de Chiva y Torrent, han colapsado
También en el tráfico por vías, varias líneas de cercanías han quedado inservibles tras registrarse en torno a 80 kilómetros de destrozos y, en este sentido, se prevé que transcurran meses antes de poder reestablecer el servicio de nuevo. Las conexiones más afectadas son la C-3 que une la Estación del Norte con Utiel y la C-2 que conecta la misma estación con Moixent. La C-1, que conduce a Gandia, tiene una menor afección, pero cuenta no obstante con tramos extremadamente dañados. En cambio, las líneas C-5 y C-6 y la conexión con Barcelona mediante Euromed se recuperan este sábado para la "movilidad imprescindible".
En el caso de Metrovalencia, las últimas novedades conocidas este viernes apuntan a una reapertura progresiva. El personal de FGV y el de la Conselleria de Infraestructuras ya ha comenzado a trabajar para levantar un nuevo puesto de mando que coordine el servicio después de que las instalaciones de la sede central de la empresa pública, en València Sud, se vieran “gravemente afectadas” por la Dana, con daños tanto en los talleres como en las oficinas. Para esta labor se ha diseñado un plan de reapertura en tres fases con el objetivo de restablecer las circulaciones lo antes posible.
Respecto a las grandes carreteras, habría 80 kilómetros afectados en vías que son de titularidad estatal y cuya reconstrucción ya habría comenzado. Este viernes, en una entrevista en Radio Nacional de España (RNE), el ministro de Transportes, Óscar Puente, detalló que se habían habilitado de emergencia 12,6 millones de euros para reconstruir el viaducto “colapsado” de la A7 ubicado en Quart de Poblet, y construir un desvió provisional de tres carriles junto a la propia autovía.
“Los daños son tan graves que tenemos la A7 en este momento cortada e imposible de transitar por ella”, aseguró el ministro. En este contexto, Puente explicó que las obras en esta vía comenzaron el jueves por la noche, y llevarán como mínimo entre diez o doce días. Además, el titular de Transportes informó de que este viernes se firmaron otros 12,2 millones de euros para la reconstrucción de la carretera N-322 a la altura de Requena, y de la N-330 en distintos tramos a lo largo de las provincias de Valencia y Cuenca. Puente confirmó que la A3 está “dañadísima” y que se ha logrado despejar la V-31, además de la reapertura hace dos días de la V-30. No obstante, ha incidido en que la circulación es todavía “muy difícil” y por ella se recomienda evitar los desplazamientos.