VALÈNCIA (EFE). Las gestoras españolas de 'private equity' (capital privado) están cada vez más interesadas en que sus empresas participadas cumplan los criterios ESG (medio ambiente, impacto social y gobernanza corporativa), pero no siempre aplican políticas adecuadas ni cuentan con las herramientas necesarias.
Éstas son algunas de las conclusiones del informe Panorama ESG 2023 en el Capital Privado en España, elaborado por la consultora Beyond.
El estudio determina el compromiso de las gestoras con los criterios de sostenibilidad mediante su clasificación en cuatro categorías, lo que la consultora llama Escala de Ambición ESG.
El 64 % de las gestoras consultadas considera estratégico los criterios ESG (creen que son un aspecto clave para el éxito a largo plazo); el 22 % se define como pragmáticas (ven los criterios ESG sólo como un proceso regulatorio y de cumplimiento) y el 14 % se encuadra en la categoría de idealistas (piensan que el cumplimiento de estos criterios son parte del propósito de sus empresas).
Ninguna de las cincuenta gestoras españolas consultadas se considera "escéptica".
Pese al elevado interés en los criterios ESG, las políticas concretas no siempre están alineadas con los objetivos declarados.
Por ejemplo, sólo el 49 % de las gestoras elabora un informe anual de sostenibilidad, pero el 85 % cuenta con gestores internos de ESG.
Un 73 % de las gestoras requiere a sus empresas participadas políticas de sostenibilidad, pero únicamente el 17 % les exige un informe al respecto.
"Hay muy buenas intenciones, pero ni se audita ni se mide ni se puede comparar", explica Ignacio Jaureguizar, socio de Beyond.
En su opinión, "existe un 'gap' (distancia) entre la ambición y la realidad, entre lo que dicen que les gustaría hacer y lo que efectivamente hacen".
Para paliar este déficit, la consultora ha creado una herramienta, la Matriz ESG Beyond, que permite a las gestoras autoevaluarse y compararse con sus competidores.
Según el informe de la consultora, las gestoras están empezando a comprender que la sostenibilidad es un buen indicador para las inversiones, aunque existen numerosas áreas de mejora.
“Las gestoras de 'private equity' tienen que cambiar de enfoque: pasar de centrarse en regulación y cumplimiento a considerar los criterios ESG como motores de crecimiento estratégico y de creación de valor empresarial hacia sus participadas”, señala Andrés Burdett, otro de los socios de Beyond.