VALENCIA. Una nueva "captura selectiva" de emisiones de CO2 industrial permitirá reducir contaminación y transformar este residuo en compuestos de alto valor añadido como el etileno, los policarbonatos o los ácidos carboxílicos, "muy útiles" para las industrias química, farmacéutica, de la cerámica, plástica o de los fitosanitarios, entre otras.
Este es el proyecto 'SOSCO2' que desarrolla el Instituto Tecnológico del Plástico, Aimplas, de la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunidad Valenciana, con financiación del Ivace, y con el objetivo de avanzar en la lucha contra el cambio climático.
Gracias a esta iniciativa, las empresas podrán reducir sus emisiones de CO2, y a su vez, otras empresas podrán aprovechar el CO2 capturado en sus procesos productivos. Además, les permitirá disminuir sus costes energéticos, ya que 'SOSCO2' desarrolla procesos -termoquímicos y electroquímicos- de baja demanda energética, que facilitan el uso de las renovables.
El departamento de descarbonización de Aimplas, de reciente creación, es el encargado de abanderar esta iniciativa, que propone mecanismos de captura del CO2 "más eficientes y más viables económicamente" que se utilizan en la actualidad, que requieren altos consumos de energía, ha explicado a Europa Press la responsable de 'SOSCO2', Alicia Monleón, técnica de investigación en el instituto tecnológico.
Para ello, se usan membranas poliméricas, con mayor capacidad para separar selectivamente CO2 de otros gases y que incorporan partículas inorgánicas para ser membranas de matriz mixta para lograr "mayor estabilidad y durabilidad".
Una vez obtenido ese CO2 se trata de transformarlo en productos de alto valor añadido para convertir un "residuo de procesos industriales en un producto de partida útil, barato, seguro y abundante" de interés para la industria, ha apuntado la investigadora.
El proyecto se centra en dos grandes bloques de transformación del CO2, uno mediante procesos de termoquímica y otro mediante procesos electroquímicos. En el primer caso, se usa el CO2 para llevar a cabo una reacción que transforme etano en etileno, "una de las principales materias primas en la industria química, sobre todo para la obtención de plásticos", ha apuntado Monleón.
Normalmente, el proceso para obtener esta materia prima parte del petróleo y requiere temperaturas muy elevadas, sin embargo, con la reacción termoquímica que se propone aquí se requieren "condiciones más suaves" y por tanto, con menos gasto energético. Además se hace con CO2, con lo que se convierte este residuo en "un producto útil", ha valorado Monleón.
En el caso de los procesos electroquímicos, se utiliza la energía eléctrica para la transformación de un compuesto en otro, esto es, el CO2 en etileno. "Son procesos que requieren poca energía y la energía que consumen puede ser solar o eólica, con lo que, en su conjunto, se trata de un proceso muy limpio y sostenible", ha resaltado.
Un tercer proceso que también forma parte del proyecto es transformar el CO2 en monómeros, unas moléculas que son la unidad básica para fabricar polímeros de tipo policarbonato, que se utiliza en la industria del plástico. De este modo, se obtienen productos básicos, materias primas que después se transforman en productos más complejos en diferentes aplicaciones para las industrias.
En definitiva, se trata de desarrollar procesos que a futuro tengan aplicabilidad en la industria y pueda tener un retorno en el tejido empresarial de la Comunidad Valenciana. De ahí que el proyecto se lleve a cabo con la colaboración de las empresas Laurentia Technologies, Ercros, Lafarge Holcim, Torrecid, UBE y Quimacova