Cara y cruz del nombramiento del nuevo director de la Banda Municipal

VALÈNCIA. La Banda Municipal de València abrió ayer una nueva etapa de su historia. Miquel Rodrigo fue nombrado oficialmente como nuevo director, poniendo fin a meses sin nadie al cargo y tras la renuncia del anterior responsable, Rafael Sanz Espert, a quien la plantilla abiertamente censuraba y nunca hubo buena relación. El Ayuntamiento de València resuelve así una de las principales preocupación de la formación musical (no todas).

En todo caso, ayer el nombramiento dejó una sensación agridulce. Una cara y una cruz de la misma moneda, que sin embargo no afectará al hecho en sí ni a la puesta en marcha de esta nueva etapa.

Empezando por las buenas noticias, fuentes internas de la Banda Municipal no esconden su “ilusión” y sus “ganas” de empezar esta nueva etapa con Miquel Rodrigo al frente. El perfil del maestro gusta, especialmente por la vinculación de su familia con la historia de la Banda Municipal, si bien hay miembros actuales que incluso han compartido escenario con él o le conocen personalmente.

Más allá de las percepciones, empezar a trabajar con Rodrigo esperan que sea el fin del caos organizativo que vive la Banda ahora mismo. Según confiesan, no tienen una previsión lógica ni de los días que van a ensayar, ni de las actuaciones, ni de los programas ni de quién les va a dirigir. Una incertidumbre que les genera tensión y aseguran que va afectando poco a poco al prestigio de la Banda.

También esperan de Rodrigo un talante que no parecen haber percibido con Rafael Sanz, que a su vez, no ha abandonado la formación porque estará como responsable administrativo. La plantilla de la Banda espera que la trayectoria de Rodrigo, muy solvente, imprima también la nueva personalidad de la formación. Parece que hay match. Y en todo caso, con esta etapa de altísima conflictividad, la Banda reconoce que ha “aprendido” a alzar la voz “cuando las cosas no están bien”. “Estamos ansiosos por empezar ya el trabajo”, volvían a reconocer estas fuentes internas.

Dos alegaciones

La otra cara de la moneda está en las alegaciones que han presentado dos de los más de 30 aspirantes que se presentaron al proceso. En el proceso de elección hubo un primer corte, en el que solo quedaron tres nombres. Y finalmente, el Ayuntamiento se decantó por Miquel Rodrigo.

Ante esta decisión, los otros dos aspirantes han querido señalar que est decisión final parece haber estado dirigida y de cierta arbitrariedad en la consideración de los diferentes currículums. Una de ellas reza: “La Comisión de Servicio pretende la idoneidad para el puesto vacante sin entrar a valorar otras competencia o méritos que deberían ser apreciados en otros tipos de vinculación administrativa de los funcionarios públicos. La inobservancia de este principio nos llevaría a situarnos frente a fíguras de otra índole como la Libre Designación”. 

Y recuerda que tras haber pedido “expresamente un Currículum Vitae de los candidatos sin especificar los aspectos o criterios de su valoración”, el informe “de carácter objetivo (…) viene a sintetizar (…) una serie de detalles calificados como méritos con numerosas imprecisiones y ambigüedades en comparación con los documentos curriculares aportados y pondera los méritos de los diversos candidatos en función de características arbitrarias, indefinidas y sin relación con las funciones propias del puesto”.

Es concreto, y tal y como señala también la segunda alegación, los dos candidatos censuran que se haya tenido en cuenta igual o más la carrera docente de Miquel Rodrigo en vez de sus logros como directores de formaciones análogas. Además, el Ayuntamiento también ha tenido en consideración que Rodrigo está, en realidad, de excedencia, pero tiene plaza en la Banda Municipal.

El Ayuntamiento ha respondido a las alegaciones reafirmando sus criterios, entendiendo que el aspecto docente no ha sido lo único valorado pero que sí suma a la hora de entender el currículum más completo y dice haber tenido en cuenta la experiencia aportada por uno y otro. En el caso de uno, entienden que su currículum es menos “completo”, y en el otro, que su perfil es menos “plural”. Las alegaciones, salvo sorpresa se quedarán ahí. Miquel Rodrigo fue ratificado ayer.