CASTELLÓ. Cara y cruz del ministro de Agricultura, Luis Planas, en Bruselas. El titular de la cartera estatal agraria ha defendido, en el Consejo de Ministros celebrado este lunes, que no puedan acceder a Europa envíos de frutas y verduras que tengan residuos de clorpirifos, el insecticida prohibido para tratar el cotonet, que está lastrando a los cítricos valencianos. En la vertiente contraria, el ministro valenciano ha alzado suspicacias sobre las reivindicaciones del sector acerca del acuerdo de libre comercio de la Unión Europea con Sudáfrica.
En lo que se refiere al insecticida, Planas ha defendido la tan ansiada reciprocidad. Al hablar sobre la estrategia De la granja a la mesa, que propugna la Comisión Europea para transitar hacia un sector primario más sostenible, el ministro ha señalado que la política comercial europea también "tiene que estar alineada": "Si por ejemplo hemos prohibido el uso de clorpirifos o metil clorpirifos en la Unión, no podemos permitir que se importen productos de países terceros que utilicen estos productos".
Esta es, exactamente, la postura que defiende el sector citrícola estatal y que la Unión comienza a asumir, aunque los pasos que da, como el más reciente con Turquía, siempre parecen cortos para los productores y exportadores valencianos.
Las declaraciones más decepcionantes para el sector se refieren al acuerdo comercial UE-Sudáfrica. En una negociación abierta y a punto de que la comisión adopte una decisión, como el propio ministro apuntó el viernes pasado en València, este lunes se ha limitado a exponer ante el resto de países miembros que "no se hagan concesiones suplementarias de contingentes de cítricos, porque supondría un elemento de disrupción de mercado", según ha señalado a los medios.
Esto es: que no se autorice a Sudáfrica a sumar toneladas al cupo de naranjas para el que se están rebajando los aranceles, de los que quedarán exentas en 2025. Sus palabras suponen una rebaja de las expectativas del sector y también del propio Planas, que hace solo unos días se mostró "optimista".
Pero además las declaraciones parecen definir claramente la estrategia que el Ministerio seguirá en Bruselas. Según señalan fuentes del sector, hasta el momento nunca se ha revisado, a los cinco años de vigencia, un acuerdo comercial entre la UE y cualquier otro socio para modificar su contenido, y las opciones para tratar de frenar la invasión de fruta sudafricana tienen más fuerza en lo que se refiere a sanidad vegetal, máxime cuando los exportadores de este país están disparando sus envíos con plagas. Así, el tratamiento en frío puede ser la gran baza, debido al encarecimiento de costes que supone, para variar ligeramente las reglas del juego.
En el Consejo de Ministros, Planas también ha solicitado que la Unión autorice a los Estados miembros a habilitar ayudas a los productores primarios debido al encarecimiento de los costes, sobre todo en lo que se refiere a los fertilizantes -que "preocupan porque se han más que duplicado"- y a la alimentación animal. Asimismo, también ha pedido que el Gobierno pueda indemnizar a los productores de plátano de La Palma afectados por el volcán Cumbre Vieja.