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Entrevista al vicerrector de internacionalización y cooperación de la universitat de valència

Carles Padilla: "Los Erasmus que vienen deberían vacunarse aquí y los que se van en su destino"

1/06/2021 - 

VALÈNCIA. La crisis sanitaria no supone un obstáculo para los estudiantes que quieren vivir la experiencia Erasmus. Las solicitudes para el curso 2021-2022 superan con creces los niveles de demanda en períodos anteriores a la pandemia y, aunque este año han caído un 45% en la Universitat de València, la llegada de la vacuna ha coincidido con las incontenibles ganas de viajar, que han ganado terreno al miedo y a la incertidumbre. 

Valencia Plaza se reúne con Carles Padilla, vicerrector de Internacionalización y Cooperación de la Universitat de València y coordinador de movilidad de la CRUE (Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas), para conocer las claves en la gestión de la crisis, así como para dar cuenta de las previsiones en la docencia y en el plan de inmunización de alumnos internacionales, que se encuentra en el aire en estos momentos.

-Las movilidades internacionales han sufrido un parón a causa de la pandemia. ¿Cuál ha sido el impacto de la crisis sanitaria en la demanda de solicitudes Erasmus para este curso 2020-2021?  
-Una vez finalizado el curso académico anterior, teníamos que ver cuál era la evolución de la pandemia y ver qué medidas adoptaban las autoridades sanitarias de los diferentes países. Había algunas universidades que querían cancelar unilateralmente todo el primer semestre o incluso todo el año académico. Las americanas cancelaron todas las movilidades y algunas europeas cancelaron las del primer semestre, teníamos escenarios muy diferentes. Nosotros tuvimos la suerte de que la Comisión Europea nos autorizó a mantener las becas aunque los estudiantes no se pudieran ir a principio de curso a las universidades de destino. Esa facilidad reconocía la movilidad virtual, es decir, mientras la situación sanitaria no lo permitiese el estudiante se podía conectar en la universidad extranjera de forma online, lo que permitió que se siguiera adelante con el programa. Sí es cierto que bajó la demanda en torno a un 45%, tanto de los estudiantes que salen como de los que vienen. 

Foto: EDUARDO MANZANA

-¿Cómo se gestionó el estallido de la pandemia a mediados del cuatrimestre pasado?
-Nos cogió a todos por sorpresa. A mí me pilló aquí como vicerrector de Internacionalización y Cooperación, pero también como coordinador de movilidad de la CRUE y tuve que gestionar, por una parte, el problema de la Universitat de València y coordinar la misma cuestión con el conjunto de las universidades españolas. En  febrero gestionamos la repatriación de los estudiantes que teníamos en China Corea del Sur y Japón, luego a principios de marzo saltó el virus al norte de Italia, se cerraron las fronteras y se quedaron los estudiantes aislados. Luego, a mitad de marzo con el estado de alarma, entre un 60% y un 70% querían volverse a sus casas y en muchos casos no podían porque se fueron suspendiendo vuelos. Otros pudieron venir gracias a que organizamos autobuses -como ocurrió en Portugal-, vuelos o ferris especiales para que regresaran a España. Incluso se volvieron sin terminar el curso y en algunos casos les pedían ir allí en junio o julio para hacer exámenes. Fue un poco caótico pero en líneas generales se solucionó bien.

-¿Qué fue lo que ocurrió en Portugal?
-Pues hubo un momento en el que las fronteras estaban cerradas a cal y canto y teníamos gente que quería venir, pero no les dejaban porque no había autobuses ni trenes y tuvimos que hacer una gestión con el Ministerio de Asuntos Exteriores, con la Policía Nacional, con aduanas, y luego gestionar la logística. Mandamos autobuses vacíos a Oporto para que todos los estudiantes de toda la Comunidad Valenciana y Murcia en Portugal se concentrasen allí.

"Hay un tercio de los estudiantes que se han quedado con las ganas de salir de Erasmus"

-¿Cuáles son los niveles de demanda de cara al próximo curso 2021-2022?
-Hay un tercio de los estudiantes que se han quedado con las ganas de salir de Erasmus y aproximadamente los mismos se han quedado con las ganas de venir, nos encontramos con un volumen de solicitudes muy grandes para el curso 2021-2022. Las cifras normales hasta antes de la pandemia eran en torno a unos 2.400 estudiantes incoming y unos 1.800 outgoing y este año se han superado con creces, no solo se ha compensado la bajada de este curso pandémico, sino que se ha incrementado. 

-¿A qué cree que se debe este incremento en la demanda?
-Por un lado, la causa objetiva de que no han podido realizar la movilidad este curso y, por otro lado, la causa subjetiva, es decir, que se han dado cuenta de que esto puede pasar cualquier año y que cuanto antes realicen la estancia Erasmus, mejor. Ahora valoramos más el hecho de conocer gente, conocer otras culturas, otras lenguas... antes lo veíamos como un lujo pero creo que nos hemos dado cuenta de que es una necesidad.

Foto: EDUARDO MANZANA

-¿Qué destinos están más solicitados entre los estudiantes outgoing este año?
-Normalmente son los mismos, Italia, Alemania y Francia, también en parte Reino Unido, pero este último más alejado. 

"Inglaterra se ha salido del programa y tenemos varias vías abiertas de colaboración"

-Y respecto a Reino Unido, ¿Cómo ha afectado el Brexit en el programa Erasmus?       
-Bien, hasta diciembre de 2020 no sabíamos cómo se iba a quedar la cosa. Nos confirmaron que definitivamente Reino Unido se salía de la Unión Europea pero se estaba negociando que las universidades europeas pudieran seguir con los intercambios pagando la cuota correspondiente. Al final, la negociación no prosperó; Inglaterra se ha salido del programa y ahora tenemos varias vías abiertas de colaboración. Por un lado, las universidades europeas podemos gestionar fondos de este curso para el curso que viene, porque tenemos dinero para enviar estudiantes allí. Por otro lado, Reino Unido ha abierto un programa nuevo de becas que se llama 'Touring Scheme' para potenciar la internacionalización de la ciudadanía. Luego, como tercera vía, los gobiernos están negociando con las autoridades inglesas la facilitación de los visados, las matrículas y las becas, porque ahora ya no serán ciudadanos europeos ni podrán entrar con el DNI. Se está intentando -diplomáticamente y con un presupuesto adicional- que la movilidad que ha habido hasta ahora no se vea demasiado afectada.

"los erasmus que vienen deberían vacunarse aquí y los que se van en la universidad de destino"

-Según las previsiones del Ministerio de Sanidad, los jóvenes serán los últimos en recibir la vacuna y quienes pretenden estudiar fuera el próximo curso no saben si estarán inmunizados. ¿Las universidades exigen que los alumnos extranjeros lleguen vacunados
-Ninguna universidad nos ha exigido que lleguen vacunados, no sé si en unos meses lo pedirán. Creo que legalmente no pueden hacerlo. Las universidades -al menos las europeas- tienen que cumplir con los criterios que exija Sanidad. Probablemente sí que pedirán una PCR negativa en las últimas 72 horas. Nosotros apostamos por que se avance la vacunación de los estudiantes, especialmente los del área de Salud, que tienen que hacer prácticas, para que se puedan ir vacunados. Si en septiembre no está todo el mundo inmunizado, como opción alternativa, los Erasmus que vienen deberían vacunarse aquí y los que se van en la universidad de destino. A veces la gente no se da cuenta de lo que significa ser un estudiante Erasmus+, que tiene los mismos derechos y obligaciones que cualquier otro que esté allí. Si no hacen eso, veríamos la manera de poder hacer los traslados, tendríamos que ver si el Ministerio nos da algún presupuesto, pero tener que coger un avión dos veces para una vacuna supone un gasto innecesario, además de que la huella de CO2 y el riesgo no compensan.

-Nos consta que algunas universidades alemanas cuentan con programas de vacunación para estudiantes extranjeros. ¿Hay otras instituciones europeas que ofrezcan este servicio para alumnos incoming
-No me consta. En Alemania, como sobraron vacunas de AstraZeneca, dieron la posibilidad a gente menor de los 60 años que se vacunase voluntariamente. En ese caso, algunas universidades en los cuestionarios de acceso preguntaban si estaban vacunados, pero no como un requisito, sino como un trámite informativo, pero no conocemos más casos. Para las movilidades que tenemos con EE. UU. los campus se volverán a abrir en septiembre  y suponemos que allí, apenas lleguen los alumnos los vacunarán, porque funciona de manera diferente y, si no estás vacunado, en cuanto bajes del avión te lo pedirán.

Foto: EDUARDO MANZANA

"España es la número uno en recepción de estudiantes de toda la comunidad europea"

-En cuanto a la presencia de la Comunitat Valenciana en el programa Erasmus, ¿Cuál es su posicionamiento en el ranking? 
-Aquí tenemos tres niveles: España es la número uno en recepción de estudiantes de toda la comunidad europea. Si hablamos de comunidades, la Comunitat Valenciana estaría más o menos como Catalunya, Madrid o Andalucía, en números globales. Entre las universidades, la Universitat de València está todos los años entre las dos, tres o cuatro primeras en recepción de estudiantes de Europa, que reúne a más de 700 entre públicas y privadas. Es evidente que tanto el clima físico como el clima social y acogedor de la ciudad son factores muy importantes, pero que no se sustentarían si no estuvieran avalados por una docencia de calidad y por los servicios que ofrece la universidad. Creo que los estudiantes que vienen aprovechan muchísimo la estancia y en la mayoría de los casos vuelven.

-¿Cómo influye este flujo de entrada de estudiantes Erasmus en nuestra economía?
-Hay un efecto dinamizador de la economía local porque alquilan apartamentos, compran comida en el supermercado, van a los restaurantes e incrementan su gasto. También es cierto que los estudiantes que se van fuera compensan también esa pérdida, pero seguramente nosotros salimos ganando. Por una parte, el balance es positivo porque hay más gente que viene de la que se va. Por otro lado, los que vienen de fuera no están con familias y tienen que aprovechar para salir y hacen más vida social.

-Si un estudiante extranjero se infecta del virus en la Universitat de València, ¿Cuál sería el protocolo a seguir? 
-Lo que hay que hacer es comunicarlo siempre al profesor que tengas o al decanato, pero de ello se encarga cada facultad, donde hay personal especializado en el ámbito. Hay un protocolo en la universidad en el que hay que darse de alta en un listado, hay que quedarse en casa… pero eso lo determina cada departamento. 

-¿Y qué debería hacer un alumno valenciano si se contagia en la universidad de destino? 
-Si un estudiante se infecta, es su responsabilidad, debe avisar a la universidad en la que está y tiene que decir que ha dado positivo, para seguir las instrucciones que da la institución. 

Foto: EDUARDO MANZANA

"No hay que matricularse en materias en la universidad de destino que no estén reconocidas aquí en la universidad"

-En ocasiones, los estudiantes que vuelven de su estancia Erasmus deben cursar de nuevo algunas asignaturas en la universidad de origen porque no se les han convalidado durante la movilidad. ¿Por qué ocurre esto?  
-Porque no se ha hecho bien el contrato de estudios antes de partir, que es algo por lo que la gente no se preocupa del todo, pero tiene que estar correctamente para ahorrar problemas. De todas formas, los casos en los que no hay convalidación son muy pocos, son una excepción, aunque siempre hay algún caso. Pero bueno, si se hace bien el contrato de estudios no hay problema, porque lo tienen que firmar el estudiante y las dos universidades. No hay que matricularse de materias en la universidad de destino que no estén reconocidas aquí en la universidad. 

-¿A qué tipo de becas opta un estudiante que quiere vivir la experiencia Erasmus? 
-A la beca Erasmus. El programa cubre una cantidad mensual de dinero que se encuentra entre los 300 y los 400 euros al mes, pero varía en función del país. En los lugares en los que la beca no llega, porque solo cubre siete meses, desde la Universitat de València pagamos dos meses más, pero eso depende del año porque el curso que viene habrá muchas solicitudes  y no sabemos si podremos llegar a cubrir nueve meses para todo el mundo, o cubriremos un mes extra. Después, para los estudiantes que tienen el 80% o el 90% de las asignaturas aprobadas y una renta familiar media o baja, hay una subvención extra de 250 euros como compensación. 

-También hay otro tipo de ayudas como las del Banco Santander. 
-Sí, pero esas son diferentes, no son las becas Erasmus+, que son para todo el mundo que se va, que tiene derecho a una cantidad dependiendo del país. Las becas Santander van cambiando, este año son preferentemente para personas con algún tipo de discapacidad. 

Foto: EDUARDO MANZANA

-La pandemia ha generado profundas modificaciones en las metodologías docentes. ¿De qué forma ha afectado a la enseñanza universitaria en las movilidades internacionales? 
-Las universidades, a pesar de que ya llevaban muchos años trabajando en esto, tuvieron que agilizar el proceso en la digitalización. Nos vimos obligados a avanzar lo que estaba previsto hacerse en tres o cuatro años. Eso permitió que los estudiantes que estuviesen matriculados universidades extranjeras pudiesen seguir las clases, aunque la beca económica solo cubre el período de estancia efectiva. También, en algunos países las clases eran totalmente online, por lo que algunos estudiantes se han trasladado y no han podido apenas pisar la universidad. Entonces, esta no es la típica experiencia Erasmus, que no solamente consiste en asistir a las clases, sino en escuchar a profesores con diferentes acentos, codearte con los estudiantes, conocer la vida cultural del país…evidentemente eso se ha perdido bastante, pero esperemos que pase todo pronto y se recupere. 

"la blended learning te permite tener parte de la docencia online y parte presencial"

-¿Cuáles son las previsiones en la docencia para futuras movilidades?
-Cuando me he referido a que la universidad ha avanzado casi cinco años en digitalización, eso no quiere decir que una universidad de tan larga tradición presencial como la nuestra esté pensando en una docencia 100% online, ni muchísimo menos. Pero sí que tiene que pensar en que haya una parte de docencia online para gente de otros continentes que no tiene recursos suficientes par a poder venir todo un curso académico o los cuatro años que dura un grado venirse a España. También está la blended learning -docencia combinada- que te permite tener parte de la docencia online y parte presencial, lo que facilitará mucho las movilidades. Tiene un papel importante para aquellos que no pueden desplazarse, como alguien que ha tenido un accidente y pasa medio curso en el hospital. 

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