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El expresidente de la Diputación de Castellón asegura que desde el partido le llamaron para que atendiera a Álvaro Pérez para que hiciera un trabajo en Fitur pero que era muy caro y no lo hizo
VALÈNCIA. Las comparecencias de los expresidentes de las diputaciones de Valencia y Castellón en la comisión de investigación de Feria Valencia en Les Corts no han defraudado. Tanto Alfonso Rus como Carlos Fabra han dejado frases para la historia. En el caso de Fabra ha explicado que el que fuera secretario general del PPCV, Ricardo Costa, o la gerente regional Cristina Ibáñez -no lo recuerda exactamente-, le llamaron para que atendiera a uno de los líderes de la trama Gürtel, Álvaro Pérez, y contratara con él, pero que una vez se reunió con éste le dio un presupuesto que era 8 veces superior al que ellos tenían previsto, y que por eso ni siquiera le devolvieron una respuesta.
Esta explicación de Fabra no es baladí, ya que acredita cómo desde el PPCV trataron de introducir a la trama corrupta dentro de las instituciones públicas valencianas. Pero también evidencia que los totems de la política podían actuar como comandos autónomos y hacer caso, o no, de las indicaciones recibidas. Los diputados querían saber quién mandaba en el PPCV a lo que Fabra contestó que Zaplana primero, y Camps después. Preguntado sobre el poder de Rita Barberá, el expresidente de la Diputación de Castellón ha sido claro “Barberá mandaba más que nadie. Ella mandaba en la Comunitat más que todos nosotros”.
Sobre las declaraciones del exsecretario general de los populares, Ricardo Costa, que dijo en el juicio de Gürtel que Fabra le había pagado 90.000 euros a la trama corrupta para un acto de campaña, Fabra ha dicho: “he hablado con Costa de las declaraciones de que yo pagara 90.000 euros a Orange Market para pagar la campaña y Costa me dice que eso no es verdad que lo haya dicho”. Un diputado le ha recordado que lo dijo en el juicio y Fabra le ha contestado: “si lo ha dicho en sede judicial no sé”.
Aunque si hay algo que ha quedado claro en ambas comparecencias es que tanto Rus como Fabra creen ciegamente en la inocencia de Francisco Camps. Los dos han llegado a decir que pondrían la mano en el fuego por el que fuera su presidente. Es más, Fabra ha asegurado que “le llamo cada 15 días para ver cómo se encuentra y para darle ánimos. Camps es una persona íntegra y honrada. Se puede haber equivocado en sus actuaciones, pero es una persona íntegra y con moral”.
Sobre el famoso congreso en el que Marino Rajoy fue elegido presidente del Partido Popular y que fue organizado, en parte, por Orange market, Carlos Fabra se ha desligado de las contrataciones y simplemente ha dicho que fue a Madrid para reunirse con Rajoy, ya que éste quería saber si le iba a apoyar a él o, por el contrario, a Juan Costa. Respecto de que la factura de ese congreso -medio millón de euros- de dejara sin pagar por parte del PP a Feria Valencia, ha dicho que no lo ve claro y que es normal que se llevara al juzgado.
En cuanto a los sobrecostes de las obras del recinto, que es en realidad sobre lo que debería versar la comisión, Carlos Fabra ha dicho que “no tuve ninguna misión concreta porque nadie me comentó los proyectos de forma concreta. Las irregularidades se deberían haber denunciado hace mucho tiempo por parte de la oposición de esta casa”. Y ha apostillado “si tengo alguna responsabilidad la asumiré, pero no tengo conciencia de haber autorizado ni por activa ni por pasiva ninguna irregularidad. Desde la Generalitat nadie me trasladaba ninguna opinión. Yo venía a las ferias con empresarios de Castellón, pero nada más”.
Por su parte, el expresidente de la Diputación de Valencia ha dejado caer que pudo existir un amaño en el congreso que salió elegido Alberto Fabra como líder del PPCV. Rus ha explicado que como estaba enfadado porque Serafín Castellano -su enemigo íntimo- era el nuevo secretario general y no él, le pidió a los suyos que votaran en blanco. En aquel congreso salió un 18 por ciento de los votos en blanco, lo que dejaba a Fabra con un 82 por ciento de votos a favor. Sin embargo, según la versión de Rus, en realidad el porcentaje real de voto en blanco era de un 38%, lo que hubiera dejado a Fabra en unos porcentajes ridículos de votos a favor pero “se arregló”, ha dicho Rus. Ante esta afirmación, el diputado del PSPV le ha espetado “si se amañaban congresos, qué no se iba a amañar desde el PP”.
En referencia a las contrataciones con Orange Market, Alfonso Rus ha negado que nadie le llamara para decirle que les contratara. “¿Por qué no me obligaron a mí a trabajar con Orange Market? Camps no dio nunca una orden de contratar con ninguna empresa. Nunca he recibido una orden de Camps".