VALÈNCIA. El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que el Gobierno ha remitido a Bruselas incluye la implantación de peajes en las autovías españolas. Una medida que se fijaría en el 2024 y que ha provocado un fuerte rechazado en el sector del transporte valenciano. Desde la Federación Valenciana de Empresarios del Transporte y la Logística (FVET) critican que el sector ya aporta más de 15.000 millones de euros todos los años a las arcas públicas, por lo que consideran esta decisión "una doble penalización".
Tras el rechazo generado, dos días después de que se conociera este plan, el Gobierno se mostraba dispuesto a debatir las compensaciones por el pago de los peajes en las carreteras, sobre todo para los transportistas profesionales. Y es que el sector advierte de que, entre los inconvenientes de esta medida, también se encuentra un posible aumento de la siniestralidad porque parte de la flota se desviará a vías secundarias que son menos seguras. También considera que este peaje restará competitividad a las empresas y generará una posible destrucción de empleo. "Es evidente que si se ponen más costes, más trabas y se dificulta por donde ir, se pone más problemas a la prestación del servicio", asegura Carlos Prades, presidente de FVET.
Por otro lado, la federación reivindica la importancia del Puerto de València y su ampliación, al tiempo que considera imprescindible un acceso norte para evitar los continuos embudos en las entradas y salidas del recinto portuario. Ante las críticas de partidos políticos y colectivos que ponen en cuestión esta infraestructura y su impacto medio ambiental, Prades subraya: "El Puerto es un motor económico y la única joya de la corona que nos queda. Y tenemos unos partidos políticos que quieren cargársela. Los argumentos que están poniendo sobre la mesa no se solventarían no haciendo la ampliación, sino quitando el Puerto".
-El Gobierno propone implantar peajes en todas las autovías en 2024. Hace unos días FVET mostró su rechazo a una decisión que, además, critican que no ha sido consensuada...
-Se lleva ya casi dos años hablando del pago por uso de las carreteras o de una euroviñeta. Nos sorprendió que lo pusieran en esta propuesta porque hay un compromiso tácito del Ministerio. Que no harían nada de esto si no estaba consensuado con el sector y no lo está. Estamos en contra de gravar más a un sector que por sí solo ya contribuye mucho a las arcas del Estado. Solo con el impuesto de hidrocarburos ya aportamos unos 15.000 millones de euros. Y ahora también tengo que pagar por el uso de las autovías bajo el argumentario de que 'quien contamina paga' y 'el que usa paga'. No sé si finalmente quedará como algo específico para los profesionales o si se hará para todo el mundo. Si es para todos igual tendremos algo más de empatía por parte del ciudadano de a pie, al sentirse castigado con más tasas. Pero el sector tiene el problema estructural que tiene y no necesita en ningún caso más presión.
-¿Por qué creen que se les está penalizando?
-Esto una doble penalización. Estamos en un país donde aquí todo es confrontar y el transporte por carretera no está en contra del tren. Tengo claro que la intermodalidad es el futuro, sin ninguna duda. Pero a día de hoy no, porque no hay infraestructura ni capacidad. Sin embargo, parece que lo que se hace es penalizarnos a nosotros porque hay que favorecer al otro medio. Pero no es la vía. Habrá que favorecer al tren por la intermodalidad y el medio ambiente, pero no a costa de sacrificar un sector que hoy por hoy mueve a nivel europeo el 75% de las mercancías y en el caso local, el 95% de los contenedores del Puerto de Valencia. El transporte de mercancías por carretera pasa por el camión.
Es cierto que todos queremos más rápido el paquete en casa, pero a alguien se le ha olvidado explicar que ese paquete llega porque lo ha traído un camión. Y eso seguirá siendo así. Modificaremos el tipo de combustible, intentaremos ser lo más cuidadosos con el medio ambiente posible, pero seguiremos ahí, porque las vías del tren no van a llegar a tu casa.
-En un principio, el texto establece la obligatoriedad de que sea el cargador quien haga frente a este pago por uso de las vías y no el transportista.
-Nos llamó mucho la atención esa frase de que fuera el cargador. Pero la duda del sector está ahí. ¿Cómo va a pasar eso? Al final nos lo volveremos a comer.
"Estamos perplejos porque la política que han vendido es la de la liberalización de las autopistas"
-El Gobierno achaca esta decisión a la imposibilidad de costear el mantenimiento de la red estatal de carreteras. ¿Cómo se puede conservar sin tener que recurrir al sistema de pago?
-Partimos de que esta situación genera cierta perplejidad. Y es que la política que han vendido es la de la liberalización de las autopistas, cuando ya tenías un montaje hecho con una concesionaria que, a costa de lo que se pagaba cuando se usaba esa carretera, la mantenía. Si tiras de hemeroteca, hubo unas declaraciones mías cuando liberalizaron la AP-7 que ya dije: “Me parece bien, pero ya veremos cuánto tardamos en pagarlo. Esto hay que mantenerlo". Nuestros políticos son muy cortoplacistas y buscadores de votos. ¿Por qué no suben dos puntos el IVA? Porque afecta a todos y vende muy mal. Es un impuesto que pagamos los consumidores finales y no es políticamente correcto. Pero, al final, si van a gravar con una tasa que repercutirá en el cargador, afectará al consumidor final. Pero es más fácil de vender porque en el camino siempre lo acaba asumiendo el mismo, los transportistas.
-Ya hay asociaciones como RACE que creen que estos peajes podrían tener efectos nocivos para la seguridad vial por la derivación del tráfico rodado a vías secundarias, muchas con déficits de conservación. ¿Comparte esta opinión?¿El peaje puede provocar un aumento de la siniestralidad?
-La gente al final lo que hace es buscarse la vida. Si yo voy ya con un precio de transporte muy ajustado y me gravas más y no tengo forma de repercutirlo, lo siguiente es buscar la forma para que tenga el menor impacto posible sobre mi actividad. Y si hay 100 kilómetros que en lugar de ir por la autovía puedo circular por la comarca, iré por ahí. Esto aumentaría la siniestralidad, porque las carreteras secundarias no dan la tranquilidad ni la seguridad que dan otro tipo de vías. Esto es un problemón.
-¿Podrían elevarse los precios de las mercancías?
-Sí. Pero los transportistas tenemos un máster ya en competir contra todo tipo de eventos. Uno de los grandes hándicaps del sector es que dependes de todo: el cargador, la plataforma logística, el clima, las terminales logísticas... Al final somos una especie de superhéroes de la entrega de la mercancía.
-¿Puede suponer un freno a la competitividad de las empresas españolas y, en concreto, a las valencianas?
-Todo lo que reste capacidad de competir a las empresas, resta competitividad. Es evidente que si se ponen más costes, más trabas y dificultas por donde ir, se ponen más problemas a la prestación del servicio. Es un factor muy perjudicial para la exportación, pero no lo notará la carga, sino el transportistas. Al final, yo tendré que decirle al cliente que le tengo que subir unos céntimos por esta 'tasa verde' y él me dirá que me bajará otra cantidad el kilómetro. Y eso va a ser así.
"LOS TRANSPORTISTAS SOMOS SUPERHÉROES DE LA ENTREGA DE LA MERCANCÍA"
-¿Afectará al empleo en el sector?
-Eso sí será un gran problema, porque puede debilitar más las estructuras de las empresas y que compañías que estén intentando políticas de crecimiento tengan mayor inseguridad y se replanteen para poner más camiones o más personal. Para el sector es muy malo.
-Al inicio de esta conversación ha lamentado la falta de diálogo del Gobierno con el sector a la hora de anunciar esta medida. Dice el Ejecutivo que cualquier decisión que tomen se consensuará. ¿Confían en su palabra? ¿Se va a atender sus reclamaciones?
-No creo que nos vayan a escuchar. Nos lo han demostrado ya. Desde que llegó el actual ministro de Transportes -José Luis Ábalos- ha habido un montón de reuniones y no nos han escuchado. Me acuerdo de que en el segundo Comité Nacional del Transporte por Carreteras que asistí, el secretario de Estado Pedro Saura se sentó y nos dijo 'cuéntenos', cuando hacía unos meses que habíamos presentado 12 puntos reivindicativos para que el sector pudiera sobrevivir y estábamos esperando una respuesta. Eso es burlarse del sector. No nos van a escuchar, porque estructuralmente y sistemáticamente no nos escuchan.
-Su organización se ha posicionado a favor de ejecutar definitivamente la ampliación norte del Puerto, pero el proyecto ha vuelto a ser cuestionado por Compromís y UP por, entre otras cuestiones, el aumento del tráfico rodado y el aumento de las emisiones de CO2. ¿Son firmes esos argumentos para cuestionar el proyecto de ampliación?
-Creemos firmemente que es bueno para la Comunitat Valenciana. El puerto es un motor económico y, como valenciano, tenemos la única joya de la corona que nos queda a nivel económico, pero tenemos unos partidos políticos que quieren cargársela. Y es así. Porque los argumentos que están poniendo sobre la mesa no se solventarían no haciendo la ampliación, sino quitando el Puerto. Lo que quiere Joan Ribó es cargarse el Puerto. Él quiere la ampliación en otro recinto portuario, pero no porque allí no contamine, sino por intereses cruzados.
Hace unos años (Ribó) ya vaticinó la extinción del sector. 'Estos señores para qué quieren el acceso norte si se van a extinguir en 15 años', dijo. Ahora, además de alcalde es adivino. La solución que daba era un parque de vías de València-Sagunto para que los transportistas fuéramos allí a recoger los contenedores. Y la pregunta que nos planteábamos fue: ¿En Sagunto no contaminamos? Lo que está haciendo es poner trabas demagógicamente a un proyecto. ¿Alguien pone en duda que nosotros no queremos un medio ambiente bueno y limpio? ¿Crees que como transportista no quiero una estructura medioambientalmente sostenible? No seamos tan torticeros. Se está torpedeando una infraestructura por intereses ocultos.
Además, lo que afecta medioambientalmente a los argumentos que ahora esgrimen está hecho desde 2012, que son los diques de abrigo. Ahora únicamente es tirar tierra dentro y eso no afecta para nada. ¿Qué efecto tiene un puerto? Tenemos una playa que parece Malibú beach. Porque todo puerto que pongas, genera en la costa un efecto de recogida de arena en el norte y una erosión al sur. Eso pasa en Valencia y en cualquier sitio. Por tanto, sin ampliación esto ya pasa. ¿Por qué Costas no está tirando arena en El Saler cuando hay un compromiso desde hace siete años?
-El Ministerio de Transición Ecológica ha expresado algunas dudas por las modificaciones en el anteproyecto de la ampliación. ¿Debería la APV tramitar una DIA simplificada y despejar cualquier duda al respecto?
-Considero que la DIA actual es válida. Los efectos más importantes a nivel medioambiental que puede generar la ampliación llevan nueve años en marcha. Por tanto, que hagamos una DIA nueva poco va a variar si queremos hacer la ampliación. No podemos utilizar armas que tiene la sociedad para que las infraestructuras sean respetuosas para paralizarlas. Mira la ZAL del Puerto, por una demagogia similar lleva 15 años paralizada. Y dicen que no pasa nada. Y yo me pregunto si han leído los pliegos de la concesión donde se obliga a las concesionarias a contratar a un porcentaje de su personal de Pinedo y de Nazaret, zonas socialmente deprimidas. Habría un montón de gente empleada de estos barrios y tendríamos un núcleo de negocio, de creación de riqueza y empleo. Si penalizamos la actividad, otros nos adelantarán y luego nos lamentamos.
"No se puede favorecer al tren obviando que el transporte de mercancías por carretera pasa por el camión"
-El Puerto vincula la ampliación norte con la necesidad del nuevo acceso norte y estudia varias alternativas. ¿Es viable una solución que no contemple un acceso viario o al menos mixto viario y ferroviario?
-No se puede favorecer al tren obviando la realidad: el transporte de mercancías por carretera pasa por el camión. En el Puerto de València, a día de hoy, solo tenemos una entrada sur y cada dos por tres estamos colapsados. Pero, además, en la V-30 y el bypass también hay atascos diarios. Por tanto, se les llena la boca de hablar de medio ambiente y se olvidan de las tres horas de camiones para salir del puerto quemando combustible y de otras tantas horas de espera de camiones parados en la V-30 y el bypass. Además de toda la vuelta que hay que dar por el bypass si vienes del norte para acceder al recinto. Ponemos argumentos medioambientales para no hacer un acceso norte y resulta que no tenerlo perjudica mucho más.
Sin ninguna duda que el acceso tendrá que ser mixto. Yo he hablado con Aurelio Martínez -presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia- de generar una playa de vías que vaya desde el Puerto de València a poblaciones cercanas para generar un nodo logístico para cargar y descargar. Al final, se trata de intermodalidad porque en el acceso norte no habrá trenes para entrar, sino camiones. Ahora el Puerto mueve al año unos 5,5 millones de TEU y la nueva terminal aumentará esa capacidad en 10-12 millones. ¿Todo eso va a salir por el cuello de botella que tenemos en el sur?
-Los fondos europeos van precisamente dirigidos hacia la sostenibilidad. El Ministerio lanzó una manifestación de interés para adaptar el transporte. ¿Es un oportunidad para modernizar las flotas y hacer más sostenible al sector? ¿Las empresas se están sumando?
-El sector viene con una tradición de innovar en el sentido medioambiental marcada por la legislación europea. La motorización más avanzada es la Euro6, pero esa caducó en el 2016 y luego Europa no ha desarrollado ninguna otra motorización diésel más sostenible. Eso ha provocado que las empresas hayan hecho unas profundas inversiones y renovación de flotas a pecho descubierto porque no hay ayudas. En la actualidad, lo que se ha puesto encima de la mesa es el uso del hidrógeno como apuesta de futuro.
Los fondos tienen que llegar de la mano de algún tipo de desarrollo o avance y FVET, junto a la Fundación Valenciaport e instrumentalizado por la CEV, estamos en un proyecto para desarrollar motores mixtos de hidrógeno-diésel, en un primer paso. Con vistas a que en el horizonte del 2030 sean solo con hidrógeno. Todos queremos un mejor entorno y futuro medioambiental y las empresas del transporte están en esa tendencia claramente.
-¿Le parecen realistas los objetivos de la UE sobre descarbonización?
-Esto siempre genera la cuestión de que Europa siempre está sola en el mundo. Entonces que nosotros nos descarbonicemos tanto y luego tengamos dos potencias como EEUU y China tirándonos porquería al aire... Veo que es positivo e interesante y somos teóricamente de las civilizaciones más avanzadas y esa política de la Unión Europea me parece acertada.
-¿Cómo están afrontando las empresas la actual coyuntura?
-En el sector no se han llegado a plantear ERTE. En líneas generales, los dos primeros meses de pandemia hubieron caídas de hasta un 30% de la actividad porque prácticamente estaba todo paralizado. A partir de mayo-junio volvió la actividad normal y todo lo que ha habido ha sido demanda. El sector, en líneas generales, ha aguantado muy bien y tenemos que felicitar a los transportistas, que fueron los que realmente veían la cara al virus. El 99% de las plantillas dio una respuesta para felicitarles realmente.
-Durante la pandemia fueron considerados un colectivo esencial, pero ahora en el Real Decreto-Ley de medidas extraordinarias de apoyo a la solvencia empresarial en respuesta a la pandemia no les incluye.¿Se sienten abandonados?
-Nos han dejado fuera de cuatro ayudas a sectores afectados por la pandemia. El Comisionado por el Corredor dice que el acceso norte tiene que ser por tren, el otro que nos vamos a extinguir, el otro no dice nada pero te voy a cobrar por usar la carretera... No ayudan en nada. Solo están penalizando una y otra vez a un sector que hoy por hoy es imprescindible. Se han hinchado a decir lo imprescindibles y estratégicos que somos, pero luego me pegan con el palo en la cabeza. No esperamos nada y no confiamos en que realmente haya una medida que ayude al sector. Es la paradoja grandísima que vivimos todos los días. Un día te encuentras que te dan un premio porque has sido estratégico y te felicitan, pero luego te abandona la sociedad y, por ende, el Gobierno.