VALÈNCIA. Woolsocks llegaba a España en febrero pasado, con el marchamo de éxito de DeGiro. ¿Por qué? Porque el equipo fundacional de este bróker financiero también lo es de la fintech que permite a sus miembros gestionar sus finanzas, beneficiarse por el 'cashback' -devolución de dinero- de compras que realizan en las marcas adheridas y, además, con un componente solidario al poder donar parte o todo el 'cashback' generado a organizaciones benéficas o locales.
"Woolsocks es una aplicación financiera donde ayudamos a la gente a ahorrar dinero en su vida cotidiana. Lo hacemos automáticamente y sin esfuerzo a través de la compra en más de 35.000 comercios en toda Europa y más de 400 locales, que permite percibir hasta un 50% del reembolso. Asimismo nuestros usuarios también disponen de la posibilidad de conectar en su app todas sus cuentas bancarias", explica a este diario Carlos Valenzuela, consejero delegado de la firma domiciliada en Suiza, que atendió amablemente la llamada de Valencia Plaza por Microsoft Teams junto a Armando Platero, responsable de Comunicación y Marketing.
Pero, ¿cuál es el valor diferencial de Woolsocks? "Generar ahorro de la nada porque el cliente recibe 'cashback', es decir, dinero adicional y según realice compras en los establecimientos con los que trabajamos lo va aumentando. Y cada compra que lleve a cabo decide donde va el 'cashback'. Si un usuario se mantiene todo el año puede conseguir generar entre 300 y 500 euros sin hacer nada", señala Valenzuela. "De lo que se trata es de tener el control de tus finanzas, pagar menos por comprar, ahorrar y apoyar causas sociales", añade.
"El target de los usuarios de esta app es de gente joven entre 18 y 35 años a partes iguales entre hombres y mujeres, aunque sí que notamos un mayor uso entre el género femenino", señala con una Armando Platero. "Mucha gente se descarga nuestra aplicación, que es un sustituto perfecto al excel de toda la vida", agrega.
Pero, ¿qué garantías tienen los clientes de Woolsocks? "Para los servicios de 'openbanking', estamos asociados con BudgetBakers, entidad de la República Checa, para utilizar la Directiva Europea de Servicios de Pago versión 2 (PSD2), la cual ofrece máxima seguridad y completamente regulada. Nuestros clientes pueden estar tranquilos en este sentido", manifiesta el CEO de la compañía, que recuerda que entre otras marcas con las que trabajan están firmas tan conocidas como Privalia, Jack Jones, Hunkemuller, Maisons du Monde, MediaMarkt,...
Woolsocks cuenta con una financiación de 100 millones de euros, presencia física en Ámsterdam, Barcelona y Lucerna, y un equipo de 200 personas dirigido precisamente desde Suiza. ¿Por qué están domiciliados en tierras helvéticas? "Simplemente para atraer talento internacional. Allí tenemos el departamento legal, producto y marketing. Queríamos buscar una localización que nos permitiera atraer talento de diferentes partes de Europa y por eso estamos en Suiza donde tenemos empleados de diferentes nacionalidades", responde el consejero delegado.
¿Tuvieron en cuenta La Marina de València, que se ha convertido en un polo de atracción del emprendimiento? "Sí, la verdad que sí. Pero no solo València sino también Madrid, Málaga y Barcelona, que finalmente fue la elegida para abrir nuestra delegación en España. Pensamos que la Ciudad Condal atrae talento internacional francés o italiano dada su proximidad", añade.
En los ocho meses que llevan en tierras españolas, ¿qué balance hacen? "La verdad que muy positivo. Empezamos poco a poco -como también hicimos en Holanda- y nos están entrando cientos de clientes diariamente. Todavía no hemos llegado a operaciones comerciales al nivel que nos gustaría, pero ya estamos generando ingresos", responde Platero. "Los números empiezan a ser muy prometedores con la entrada de clientes; mientras seguimos trabajando en todos los países que estamos presentes como Alemania, Bélgica, España, Francia, Holanda, Irlanda e Italia", añade.
¿Esperan pegar tan fuerte como lo hicieron con DeGiro? "Jaja. Más todavía teniendo en cuenta que solo entre el 3-5% de europeos invierte y un 70% admite querer ahorrar más de una forma inteligente. Somos una aplicación de uso masivo y sin cuenta bancaria puedes abrirla", manifiesta Valenzuela, que se marca "alcanzar los diez millones de usuarios de aquí a 2024. Para ello estamos contratando estudiantes porque queremos crear un ecosistema entre ellos y comercios locales que ofrezcan promociones en la app. Podemos decir que es Woolsocks es economía circular, un círculo virtuoso entre comercios y usuarios".
Ni que decir tiene que uno de los males endémicos de la sociedad española es la falta de cultura financiera. De ahí que Woolsocks se vuelque en ello a través de los jóvenes. "Por ejemplo en Holanda se les enseña a sacarse las castañas del fuego desde muy jóvenes. Compaginan universidad con trabajo, ahorran mejor, aprenden a gestionar... Y eso es precisamente lo que tratamos de conseguir", advierte el CEO.
"Desgraciadamente en España no tenemos extendida una mentalidad por la cultura del negocio, es algo que ves por la calle. Hay que educar financieramente a los jóvenes españoles. Y nosotros aportamos nuestro granito de arena con Woolsocks. Está claro que una app no puede caer bien a todos, pero nuestra ventaja es que no quitamos dinero porque es 'cashback' y estamos ayudando a comercios locales y entidades sociales. Sinceramente nuestra aplicación es un producto que no cae mal", señala el responsable de Comunicación y Marketing.