VALÈNCIA (EP). Carmen Calvo ha afirmado a la jueza del conocido como caso IVAM que ella es una artista de "reconocido prestigio" y ha asegurado que no tiene por qué justificar a quién regala obras. Así, ha afirmado que no recordaba si regaló o vendió piezas a la familia de Consuelo Ciscar, exdirectora del museo.
Carmen Calvo estaba citada a declarar este jueves en calidad de testigo en el Juzgado de Instrucción número 21 de València, que investiga presuntas irregularidades en la gestión del Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) en la época en la que estaba dirigido por Consuelo Ciscar.
En esta causa figuran como investigados la propia Ciscar, su hijo, Rafael Blasco, conocido como 'Rablaci'; los que fueran subdirectores de Administración y Finanzas del centro de arte, Juan Carlos Lledó; de Gestión Interna, Juan Bría; de Publicaciones, Norberto Martínez; Técnico Artística, Raquel Gutiérrez; Pilar Mundina, que ejercía como su asistenta personal en viajes; Jorge García Vallés, quien desempeñaba el cargo de técnico de acción exterior; María Ángeles Valiente, jefa de Departamento de Desarrollo en el IVAM; y el administrador de Valsatrans y Logística del Arte, Enrique Martínez.
Asimismo, este juzgado mantiene como imputados en esta causa a una extrabajadora de la SGAE en China y representante de la Shangai International Culture Association (SICA) y su marido, así como un fotógrafo, todos ellos por supuestamente utilizar recursos del museo para promocionar la carrera artística de 'Rablaci'.
En su declaración, Carmen Calvo ha señalado que no recordaba la mayoría de cosas por las que se le ha preguntado, ni tampoco si regaló o vendió obras a Consuelo Ciscar o a su familia. Puede que en los años 80 hiciera un regalo por un cumpleaños, pero no lo ha podido asegurar.
Asimismo, ha explicado que normalmente no suele vender sus piezas y que tampoco guarda documentación al respecto. Ha insistido en que es una artista de "reconocido prestigio" y no tiene por qué justificar a quién regala obras.
La declaración de la artista valenciana ha tenido lugar después de que la jueza haya tomado declaración a la mayoría de los imputados, tras lo que acordó citar en el procedimiento a varios testigos, entre ellos a Carmen Calvo. Se da la circunstancia de que a Ciscar se le acordó el embargo de 12 obras de arte, siete de ellas pertenecientes a Calvo, al atribuir su adquisición a una "actividad delictiva".
En concreto, la magistrada sospecha que la exdirectora del museo
-acusada de delitos de malversación de caudales públicos, prevaricación y falsedad documental- forzaba la exposición de estas obras en las muestras organizadas por el IVAM para que se revalorizaran; y mantiene que utilizaba a sus hijas y a su nieta para ocultar que ella era la verdadera titular de las piezas.
Las obras de arte en cuestión son piezas de las colecciones particulares de la familia Ciscar que habrían sido prestadas para ser expuestas en el IVAM por las hijas de la exdirectora como si fueran las supuestas propietarias.
Cuando la jueza les requirió que acreditaran la compra de las obras de arte que habían prestado al museo, la exdirectora del museo valenciano explicó que fue ella quien las adquirió a través de galerías o directamente a los artistas para posteriormente regalárselas a sus hijas, motivo por el que estas no disponían ni de títulos ni de facturas de compra. No consta ningún documento de naturaleza fiscal que acredite tal cesión o donación.
La causa
En esta causa se investiga si Consuelo Ciscar utilizó a cuatro trabajadores del museo para promocionar la carrera profesional y hacer el currículum a su hijo artista -su padre es el exconseller de Solidaridad Rafael Blasco, en prisión por un fraude de subvenciones al Tercer Mundo-. Según un informe policial, estas personas funcionaban a modo de una "estructura piramidal organizada". Se trata de Norberto Martínez; María Ángeles Valiente, Jorge García; y Raquel Gutiérrez.
Cada una de estas personas "tenía una función y jerarquía bien definidas, siendo sus acciones reiteradas en el tiempo a medida que se organizaba una nueva exposición en el extranjero". Ante estos hechos, entre los años 2008 y 2011, Ciscar "habría dirigido a este grupo organizado de personas que, al amparo del IVAM, incluyendo sus contactos e influencias institucionales y su personal laboral, habría promocionado la carrera profesional de su hijo", mantiene el mismo texto.
Por su parte, 'Rablaci', según estima la Policía, era "conocedor" de que personal del IVAM, a las órdenes de su madre, participaba "activamente" en la gestión y elaboración de sus exposiciones en el extranjero así como de su currículum vitae.