Con Darias, volcada ya en la gestión de la pandemia, Sánchez quiere dar continuidad a la labor de Illa, y compensa a Iceta por su renuncia
VALÈNCIA. (VP/EP) El presidente del Gobierno ha comunicado en rueda de prensa, tras informar esta mañana al Rey, el nombre del sustituto de Salvador Illa como ministro de Sanidad. La hasta ahora ministra de Política Territorial, Carolina Darias, será la nueva titular de Sanidad después de que el actual responsable del departamento, Salvador Illa, se haya postulado candidato por el Partido Socialista de Cataluña (PSC) a presidir la Generalitat de Cataluña en unas elecciones que se celebrarán el próximo 14 de febrero.
Carolina Darias era la favorita para sustituir a Illa y con este cambio en el Gobierno, el líder del PSC, Miquel Iceta, pasa a ocupar esa vacante de Política Territorial, quien a finales de diciembre anunció que daba un paso atrás y cedía a Illa el primer puesto de la lista electoral para las catalanas.
Así lo ha comunicado Sánchez en una breve declaración que ha realizado en Moncloa tras informar al Rey de estos dos cambios, que suponen la primera remodelación en el Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos, cuando acaba de cumplirse un año desde la toma de posesión el pasado 13 de enero de 2020. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado los cambios en una comparecencia sin preguntas. La modificación del Gobierno se producirá este mismo martes tras el Consejo de Ministros, mientras que las tomas de posesión tendrán lugar este miércoles.
Los dos nuevos ministros jurarán o prometerán como nuevos ministros de Sanidad y de Política Territorial respectivamente ante el Rey Felipe VI en una ceremonia prevista a las 9.00 horas del miércoles en el Palacio de la Zarzuela, según ha informado Casa Real..
El presidente del Gobierno ha agradecido "encarecidamente" a Illa su labor al frente del Ministerio de Sanidad: "Llegó para poner en marcha las medidas del Gobierno de coalición y se encontró con la obligación de gestionar la respuesta a la pandemia más terrible del último siglo", ha añadido.
"Ha sido un ministro extraordinario y una persona honesta. Tiene una enorme vocación de servicio público y ha demostrado siempre capacidad de diálogo", ha destacado Sánchez.
Con el relevo de Darias por Illa, el presidente del Gobierno pretende dar continuidad a la gestión del catalán al frente de Sanidad estos meses, ya que la ministra lleva participando junto a él desde octubre en las reuniones del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), y está plenamente implicada en el proceso de vacunación.
Y con la entrada de Iceta en Política Territorial, Sánchez premia el gesto de "generosidad" --tal y como él mismo lo ha descrito-- del líder del PSC al renunciar a su candidatura a la Generalitat. Iceta tomó esta decisión a mediados de noviembre tras asumir que el ministro era una mejor opción para lograr un buen resultado en las elecciones catalanas, y así se lo trasladó entonces a Sánchez.
Darias (Las Palmas de Gran Canaria, 1965) es licenciada en Derecho por la Universidad de La Laguna, pertenece al Cuerpo Superior de Administradores Generales de la Administración Pública de Canarias, y lleva veinte años desempeñando distintos cargos públicos, empezando por su primer puesto como concejal en 1999 en su ciudad natal, y pasando por la Presidencia del Parlamento de Canarias o la Delegación del Gobierno en las islas.
Cuando asumió el Ministerio de Política Territorial en enero de 2020, Darias era la consejera de Economía, Conocimiento y Empleo del Gobierno socialista de Canarias. La política canaria fue una de las caras nuevas del Ejecutivo de coalición que diseñó Sánchez junto a Unidas Podemos, ya que no formó parte del anterior Gobierno en solitario del PSOE. Al ser nombrada, Moncloa destacó de ella que conjuga un perfil técnico con carácter político.
En su papel de responsable de Política Territorial, Darias ha sido la encargada de supervisar estos meses la relación con las comunidades autonómas y la estrategia de cogobernanza que el Gobierno puso en marcha en verano para delegar en los Ejecutivos autonómicos la adopción de las medidas en la lucha contra el coronavirus.
Hasta el 30 de noviembre se celebraron, según destacó en su balance de fin de año el Ministerio de Política Territorial y Función Pública, 17 Conferencias de Presidentes y 149 conferencias sectoriales. Cuando asumió esta cartera hace poco más de un año, aseguró que tomaba posesión del Ministerio "del diálogo, el entendimiento y la cooperación" entre territorios, y se marcó como uno de sus retos principales recuperar el diálogo con Cataluña. No obstante, la irrupción de la pandemia puso su agenda, como la del resto de ministros, patas arriba
Eso sí, como ministra también de Función Pública Darias se ha encargado de poner en marcha de una regulación del teletrabajo para los funcionarios públicos. Además, se va tras la aprobación de la Oferta de Empleo Público (OEP) para 2020, que suma 28.055 plazas para la Administración Pública Estatal y que contiene, según el Ministerio, la mayor convocatoria de promoción interna de la historia con un total de 8.996 plazas. Deja pendiente la aprobación del proyecto de Ley de Función Pública de la Administración General del Estado.
La futura ministra de Sanidad comenzó su carrera política como concejala del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria en 1999, un cargo que ocupó hasta 2004, cuando se convirtió en subdelegada del Gobierno en la provincia de Las Palmas con la llegada del presidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero a La Moncoa.
Ya en 2008 fue nombrada delegada del Gobierno de Canarias, hasta 2011, y entre 2011 y 2015 fue consejera del Cabildo de Gran Canaria. Posteriormente, entre 2015 y 2019, ocupó la Presidencia del Parlamento de Canarias, desde donde saltó a la Consejería de Economía, Conocimiento y Empleo cuando el PSOE llegó en 2019 al Gobierno canario, y de ahí, al Ejecutivo central en 2020.
Su predecesora en Política Territorial fue Meritxell Batet, quien dejó el cargo en mayo de 2019 para presidir el Congreso tras las elecciones generales de abril. En vez de sustituirla en aquel momento, Sánchez decidió traspasar sus funciones al ministro de Agricultura, Luis Planas, a la espera de poder conformar su nuevo Gobierno; algo que no ocurrió hasta enero de 2020, tras la repetición electoral y el pacto con Unidas Podemos.
Con la llegada de Darias a Sanidad se produce el cuarto cambio en este Ministerio desde que Sánchez llegó a Moncloa en junio de 2018. En la primera legislatura en solitario del PSOE, el cargo lo ocupó primero la valenciana Carmen Montón, quien dimitió tres meses después por un caso de supuestas irregularidades con su trabajo de fin de máster.
Tras Montón, Sánchez situó al frente de Sanidad a María Luisa Carcedo, que además de ser médica de profesión, era la responsable del PSOE en Sanidad. Carcedo ejerció su cargo hasta la conformación del nuevo gobierno de coalición en enero de 2020, cuando Sánchez decidió sustituirla por Illa, para integrar al PSC en el Consejo de Ministros.
La previsión era que, además de ejercer este cargo, el dirigente catalán se implicara también en la llamada mesa de diálogo que se creó como parte del acuerdo que Sánchez suscribió con ERC a cambio de su apoyo en la investidura. En aquel momento, antes de que irrumpiera con fuerza la pandemia del coronavirus en marzo y los contagios se dispararan, el conflicto catalán se situaba como uno de los principales puntos de la agenda del nuevo Gobierno de coalición.
Ahora, Illa deja el Ministerio de Sanidad tras doce meses en el cargo, de los cuales ha pasado diez gestionando la estrategia del Gobierno en la lucha contra el coronavirus; una tarea que le ha supuesto una implicación absoluta, sobre todo durante la primera ola de la pandemia, en la que fue la principal autoridad competente delegada, por debajo de Sánchez.
Asimismo, en el 'tuit', Darias ha reconocido la labor realizada por Illa al frente del Ministerio de Sanidad y ha agradecido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que haya confiado en ella para asumir la cartera ministerial.
"Mi reconocimiento a @salvadorilla por su trabajo y mi agradecimiento al presidente @sanchezcastejon por la confianza depositada en mi. Asumo el reto de Ministra @sanidadgob con ilusión, responsabilidad y mucha humildad. Siempre al servicio de mi país y de la ciudadanía", ha escrito Darias.
La nueva responsable de la cartera de Sanidad y que se encargará de la gestión de la pandemia del coronavirus, en plena tercera ola y con los contagios disparados, deberá comparecer este viernes en la comisión correspondiente del Congreso para atender al requerimiento de explicaciones sobre la evolución de la pandemia del Covid que aprobó este lunes la Diputación Permanente.
El Gobierno había pedido comparecer este mes para dar cuenta de la evolución de la pandemia e incluso la Comisión de Sanidad había reservado la fecha de este jueves, lo que habría permitido que Illa pudiese cumplir con su responsabilidad en el Ministerio "hasta el último minuto", antes de empezar la campaña de las elecciones catalanas, que arranca a las cero horas del viernes.
Sin embargo, Moncloa informó de que Illa sería relevado este martes y que, al día siguiente, tomaría posesión la nueva ministra. Este anuncio cosechó las críticas de las fuerzas de la oposición e incluso de Unidas Podemos, socio del gobierno, que exigieron que, antes de irse, rindiera cuentas en el Congreso.
El PSOE llegó a pedir a la oposición que retirase esa comparecencia "por cortesía parlamentaria" para dar tiempo a la nueva ministra a atender esa petición de explicaciones, pero su solicitud cayó en saco roto. Al final, y pese a que Unidas Podemos votó al lado del PSOE, la Diputación Permanente del Congreso obliga a comparecer esta semana al Ministro de Sanidad o su relevo.
La llegada de Miquel Iceta al Ministerio de Política Territorial y Función Pública supone un aliciente al diálogo que el Gobierno de Pedro Sánchez quiere impulsar con el nuevo Ejecutivo de la Generalitat catalana que surja después de las elecciones del 14 de febrero. Además, Iceta tendrá que trabajar con otros retos como el traspaso de las transferencias a las distintas Comunidades Autónomas, la relación con los gobiernos regionales y locales o con la puesta en marcha de una nueva Ley de Función Pública.
En lo que respecta a Política Territorial, el nuevo ministro seguirá la estela marcada por la anterior titular, Carolina Darias, y apostará por este diálogo con las Comunidades Autónomas y, en especial, con Cataluña, región desde donde ha desarrollado prácticamente toda su carrera política. En este sentido, presumiblemente Iceta será uno de los promotores de una nueva reunión de la mesa de diálogo entre el Gobierno de Pedro Sánchez y la Generalitat de Cataluña, que lleva sin reunirse desde el pasado mes de febrero debido a la situación sanitaria del coronavirus. En esta última mesa, Carolina Darias, fue una de las participantes de la reunión.
Además, con la llegada de Iceta al Gobierno, Pedro Sánchez recupera a otro dirigente del PSC al frente del Ministerio de Política Territorial, después de haber apostado por Meritxell Batet, que estuvo en la primera etapa del Ejecutivo de Sánchez y que abandonó la cartera ministerial para ser presidenta del Congreso.
Asimismo, Iceta tendrá que impulsar las relaciones con las distintas Comunidades Autónomas y las entidades locales en la gestión de la pandemia del coronavirus, siguiendo así el famoso término acuñado por el Gobierno en referencia a la "cogobernanza".Así, Iceta tendrá que establecer distintas comunicaciones con las Comunidades Autónomas en este sentido. Además, está en el aire una nueva Conferencia de Presidentes después de que el jefe del Ejecutivo asegurara que este órgano de trabajo se reuniría de forma mensual y la última se celebrara el pasado mes de octubre.
Otro de los retos al que se enfrenta Miquel Iceta al frente del Ministerio es el de abordar las diferentes transferencias de competencias a algunas Comunidades Autónomas como pueden ser País Vasco o Navarra.
En materia de Función Pública, Iceta continuará con los trabajos que venía desarrollando el ministerio de la mano de Darias en la elaboración de la nueva Ley de Función Pública, para desarrollar el Estatuto Básicos del Empleado Público (EBEP) con el fin de lograr la "transformación" de la Administración General del Estado impulsando la racionalización de la Administración, mejorando su calidad y eficacia y garantizando la prestación de servicios públicos de calidad.
El Ministerio ya trabajaba en una regulación para reducir la temporalidad del empleo público, de forma que los interinos no estén en la Administración más de tres años en esta situación, y también contemplaba sanciones para los gestores públicos que abusen de la temporalidad.
A su vez, Iceta tendrá que abordar con los sindicatos del área pública la mejora del empleo público y el rejuvenecimiento de las plantillas, en un contexto en el que se prevé que el 51% de los empleados se jubile en la próxima década, así como de las condiciones retributivas, tras el alza del 0,9% este año del sueldo de los empleados públicos.
Otros asuntos que se encontrará Iceta en materia de Función Pública es el plan de digitalización de la Administración enmarcado en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia; la puesta en marcha del III Plan de Igualdad en la Administración General del Estado y la iniciativa lanzada para repensar la selección en el empleo público de cara a la reforma gradual del modelo de selección, en el marco del proceso de modernización reflexiva de las administraciones públicas y el Plan de Captación de Talento, que contempla paneles hasta el mes de marzo, entre otros asuntos.
Tras pasar por casi todas las posiciones del partido, recibe el premio de sentarse en el Consejo de Ministros de Pedro Sánchez. La mayoría de la carrera de Iceta se ha desarrollado entre bambalinas, como ideólogo y asesor en los grandes momentos del socialismo, si bien el foco se ha centrado en él en los últimos años tras asumir el cargo como primer secretario del PSC y por su papel clave en las relaciones entre los socialistas catalanes y el PSOE.
De carácter dialogante, el líder del PSC se ha caracterizado por un lenguaje cultivado en la lectura y por intervenciones muchas veces improvisadas que contenían altas dosis de ingenio, intelectualidad y sentido del humor; aunque no ha rechazado la ironía ni el sarcasmo cuando la situación lo ha precisado.
Esta ha sido la tarjeta de presentación de una figura política capaz de rebatir un argumento de forma rápida y con razonamientos sólidos y, casi con la misma agilidad, de defender una campaña electoral bailando al son del 'Don't stop me now' de Queen.
Nacido el 1960 en Barcelona, con 17 años se afilió al Partit Socialista Popular Català de Enrique Tierno Galván, pero pocos meses después se integró en las Joventuts Socialistes de Catalunya, la organización juvenil de los socialistas.
En 1984 entró en la Ejecutiva del PSC y su primer cargo público fue como concejal en el Ayuntamiento de Cornellà (Barcelona) entre 1987 y 1991 junto al que posteriormente sería presidente de la Generalitat José Montilla, antes de trasladarse a Madrid para trabajar entre bastidores en el Gobierno de Felipe González.
En esos años, primero como director del Departamento de Análisis del Gabinete de la Presidencia del Gobierno y después como subdirector de este mismo gabinete, conoció de primera mano los entresijos de Moncloa, que volverá a pisar ahora con cartera ministerial.
Tras cerrar una breve etapa como diputado en el Congreso, volvió a la política catalana de la mano de José Montilla, con quien volvió a compartir liderazgo, convirtiéndose en viceprimer secretario de la formación.
Diputado del Parlament desde 1999, cuando fue uno de los primeros políticos españoles en declararse como homosexual, durante los años de los tripartitos fue portavoz del grupo parlamentario y ejerció como ponente de la redacción del Estatut.
Tras la debacle electoral del PSC después del segundo tripartito, Iceta quedó en un segundo plano en el periodo en el que Pere Navarro tomó las riendas del partido y, cuando éste abandonó en 2014, dio un paso al frente y se puso a liderar la formación en un momento crítico para los socialistas, afectados por el auge del independentismo.
En sus primeras elecciones catalanas como candidato a la Generalitat el 27 de septiembre de 2015 los socialistas obtuvieron los peores resultados de su historia --16 escaños-- y un año después se celebró un proceso de primarias que le enfrentó a la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, Núria Parlón.
Pese a los malos resultados cosechados en los comicios, Iceta aguantó y se impuso en las primarias con un mensaje que llamaba a la necesidad de estabilidad en el partido y con el apoyo de figuras como el exministro Josep Borrell; el expresidente de la Generalitat José Montilla; de alcaldes como el de Tarragona Josep Félix Ballesteros y el de Lleida Àngel Ros; y exalcaldes como el de Barcelona Jordi Hereu, entre otros.
Firme defensor de un proyecto federal para España --es uno de los ideólogos de la declaración de Granada--, Iceta se ha mantenido al margen de tomar partido en la sucesión del liderazgo del PSOE por considerar que el líder de los socialistas catalanes debía ser neutral.
Así, nunca hizo público su voto ni en las primarias que enfrentaron al actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con Eduardo Madina, ni cuando se enfrentó a Susana Díaz. Con todo, sí dejó claro su apoyo a la estrategia de Sánchez de rechazar una gran coalición con el PP, con su 'no es no' a Mariano Rajoy después de la repetición electoral del 26 de junio de 2016 en las que el PSOE obtuvo peores resultados que en los primeros comicios del 20 de diciembre de 2015.
Muestra de ello, fue su intervención en la fiesta de la Rosa del 24 de septiembre de 2016 cuando pronunció una de sus arengas más recordadas: "¡Pedro, mantente firme, líbranos de Rajoy y del PP, líbranos, por Dios, líbranos de ellos! Estamos a tu lado, estamos contigo, aguanta, resiste a las presiones, intenta formar una mayoría progresista y de cambio. España no puede permitirse cuatro años más de PP. ¡No, por Dios, no!".
Pese a la dimisión de Sánchez, Iceta se mantuvo firme y el PSC rompió en el Congreso la disciplina de voto impuesta por la gestora que dirigía el partido, votando en contra de la investidura de Rajoy y provocando un cisma entre socialistas catalanes y el PSOE sin precedentes, que solo se acabó subsanando cuando el propio Sánchez se impuso a las primarias de mayo de 2017 a Susana Díaz y recuperó las riendas del partido.
La vuelta de Sánchez situó a Iceta como uno de los principales barones socialistas que daban apoyo al líder estatal, y ya como presidente del Gobierno, Sánchez quiso premiarlo situándolo en 2019 al frente del Senado, una aspiración que quedó truncada por el veto del independentismo.
La mayoría independentista en el Parlament rechazó designar a Iceta como senador autonómico --un paso necesario para ser nombrado presidente de la Cámara baja--, en lo que fue una decisión sin precedentes porque siempre los grupos habían apoyado a sus respectivos candidatos sin poner ningún obstáculo.