MADRID (EFECOM). El director de Proximidad de Carrefour España, Jesús Bermejo, ha declarado hoy ante el juez -en el marco de una querella de un antiguo franquiciado por presuntos delitos de estafa, amenazas y coacciones- que la responsabilidad del cierre del local se debe a la mala gestión del denunciante.
El magistrado Juan Javier Pérez Pérez, titular del Juzgado de Instrucción número 11 de Madrid, ha escuchado tanto la versión de Bermejo -quien ha acudido en calidad de responsable del área de franquicias- como de dos testigos aportados por la acusación.
Según ha podido saber Efeagro de fuentes próximas al caso, la defensa de Carrefour se ha basado en considerar que el cierre del supermercado abierto por el denunciante, Manuel Ramírez, en la localidad barcelonesa de Hospitalet en 2013 se debió a su mala gestión.
En su intervención, Bermejo ha argumentado que el querellante -un antiguo empleado con cerca de tres décadas de experiencia en la empresa- hizo caso omiso a las recomendaciones de Carrefour al ofrecer un surtido más reducido de lo normal, cambiar de precios por su cuenta y riesgo, descuidar la limpieza del local y no mostrar la debida amabilidad en el trato con los clientes.
Además, ha informado de que la firma dio tres semanas de formación a Ramírez y realizó un seguimiento del caso con visitas semanales a la tienda.
El denunciante asegura, por su parte, que cuando todavía era un trabajador de Carrefour fue advertido del riesgo que corría de ser despedido y de la conveniencia de abrir una franquicia, un extremo que hoy han negado desde la cadena.
También han rechazado que el estudio de mercado con las previsiones de negocio facilitado al franquiciado fuera incorrecto y han refutado que le enviaran más cantidad de producto que el que realmente podía vender en su tienda.
Han considerado falso que la empresa le impusiera la localización del supermercado y la contratación de una asesoría, aunque han reconocido que debía elegir dentro de una serie de alternativas ofrecidas por Carrefour.
Al ser interrogado sobre por qué la empresa no rescindió antes el contrato para no verse perjudicada por la presunta mala gestión de Manuel Ramírez, Bermejo ha explicado que el hecho de ser un antiguo empleado hizo redoblar los esfuerzos para encontrar una solución.
El directivo ha recordado que cuentan actualmente en España con cerca de 550 tiendas bajo régimen de franquicia, de las que más de un centenar son gestionadas hoy por antiguos empleados.
Bermejo ha señalado que no tiene constancia de más querellas contra Carrefour de este tipo y ha afirmado que apenas han cerrado tres establecimientos abiertos por ex trabajadores.
El querellante, por su parte, denuncia que acumuló más de 150.000 euros de pérdidas en los tres años que mantuvo operativo el negocio, de acuerdo con sus propios cálculos.
Según su testimonio, este supermercado Carrefour Express facturó de media en torno a 60.000 euros al mes, la mitad de lo previsto en el plan de viabilidad elaborado por la compañía.
Desde el despacho de abogados Themis, que representa al denunciante, han precisado que la acusación por delitos de coacción y amenazas se debe a la "presión" ejercida por personal de Carrefour para que su cliente no dejara de abonar a la cadena los pagos mensuales acordados.
Carrefour ha declinado hacer comentarios sobre este proceso judicial.