Sra. Administración pública:
Ni está ni se la espera, estamos de luto por su carencia, no por su pérdida, administración que no sirve a su pueblo, cuando ha sido creada para ese único objetivo y fin, no existe. Nada hemos perdido. Directamente no lo hemos tenido.
No hemos tenido a nuestro servicio una correcta y completa información, no hemos tenido un plan de actuación en tiempo y forma, ni una hoja de ruta en la gestión de esta crisis, hemos acabado improvisando como nuestro país vecino, con ¿una semana de ventaja?
Hace mucho que la situación en Madrid es desesperada, que sepamos, el cuerpo médico (por nuestros compañeros), al menos 10 días antes de ser decretado el estado de alarma y antes de que se hiciese público en los medios, ya existía ausencia de recursos humanos y materiales. Y no, no hemos viajado para comprobarlo, estamos trabajando para usted, Administración, sin medios, sin plan, sin respaldo, y lo más hiriente, escuchando las declaraciones de sus representantes en los medios de comunicación, en las últimas 48 horas.
Nuestra consellera de Sanidad en la Comunidad Valenciana, lejos de tener algo responsable, útil y veraz que decir, rellena su discurso con evasivas y con mensajes como que el contagio de los profesionales médicos está sujeto a muchos factores, influye que hemos debido de viajar y visitado a nuestros familiares, y …nos hemos contagiado. No hacemos mención a la ausencia total de un plan estratégico de gestión de la crisis, habiendo tenido los propios profesionales que exigir a nuestros servicios y hospitales la aceptación de un plan de contingencia para no ser expuestos arbitrariamente y gestionar los recursos humanos. Y cómo no, la indignante falta de material de protección. Repito, indignante falta de material de protección. ¿Por qué se presupone que la mentalidad y entrega vocacional del médico y otros profesionales sanitarios, pasa por inmolarnos en la defensa de la salud de nuestros pacientes, sin un mínimo de protección personal?.
Mi familia, mis hijos me preguntan cuando me voy a trabajar, si tengo miedo. Sí, tengo miedo, pero no de contagiarme, miedo de ir a mi puesto de trabajo y encontrarme con un sinsentido de organización, sin medios, sin plan de estrategia ni anticipación a los casos que van a llegar, a la absurda inmediatez con la que improvisando vamos capeando este temporal. Sí, a eso tengo miedo, porque las personas que dirigen y gestionan el hospital donde trabajo, los máximos responsables de medicina preventiva y riesgos laborales, quienes se encargaron en diversas reuniones de informarnos al personal del hospital de la banalidad de la enfermedad por coronavirus, la labilidad del virus y la ausencia de necesidad de adoptar medidas preventivas “exageradas”, están enfermos en su casa tras dar positivo en coronavirus. En qué manos estamos, a eso es a lo que tengo miedo.
Desde luego nuestra consellera de Sanidad ha recibido respuesta firme y contundente desde los diversos estamentos de profesionales sanitarios, desde la población indignada que ve como se insulta a quienes defienden sus vidas, hasta el Colegio Oficial de Médicos. No ha faltado no obstante la reiteración, que no disculpa, acerca de la mala interpretación de unas palabras, que no pueden ser interpretadas de otro modo, dada la meridiana claridad con la que fueron pronunciadas, ni pueden tampoco, ser sacadas de contexto puesto que todos hemos tenido acceso a la comparecencia de la Sra Barceló. Tampoco faltó la defensa de la Sra. Oltra a su Consellera de Sanidad, defendiendo su honorabilidad, por defender algo, puesto que no se puede defender ni la gestión, ni la profesionalidad, ni la capacidad de comunicación y ni siquiera la calidad humana que refleja un reconocimiento o disculpa. La misma Sra Oltra que concede una entrevista cerrada a la cadena autonómica, sin permitir preguntas en abierto, aceptando únicamente preguntas previamente pactadas, probablemente, quiero pensar , no que no quiera contestar o verse expuesta a los múltiples frentes donde ha quedado en evidencia la nula capacidad para dirigirnos y gestionar la crisis, sino porque no tiene respuestas por puro desconocimiento e ineptitud ante no sólo esta pandemia, sino en muchos otros temas de su administración. Sra. Oltra, es muy importante este confinamiento para las mujeres que sufren malos tratos y están expuestas a violencia de género, pero yo, como mujer médico, al igual, que mis compañeros varones, estamos sufriendo un mal trato flagrante y continuo por errores, por comisiones y por omisiones por su parte. Sra. Oltra, deje de entonar la única canción que sabe cantar y escuche otras melodías, porque no va a quedar médico en pie que cure las heridas de las mujeres maltratadas, ni del resto de la población con muchos otros problemas. Cuando se representa a toda una ciudadanía y sus diversos conflictos, problemas y necesidades, no se puede ser sólo catedrática en parte de la materia, se debe atender a todas las asignaturas, de otro modo ocurre lo que le pasa a usted y a su administración, que suspenden el curso.
Y en estos momentos, estoy desobedeciendo al tercer personaje de mi historia, el Sr. Puig, que como médico me llama al silencio, me censura para que no cunda el pánico en la sociedad. No hay más miedo, ni más pánico, que la evidencia en esta crisis sanitaria, económica y social, de la carestía de un plan trazado por expertos sensato y real. No hay más miedo que la desinformación. Silenciar las voces de los que vemos la realidad no es, ni será, una solución. La historia está llena de reminiscencias de otros sistemas políticos que ejercen el control propagandístico y censuran la información. ¿Estamos ahí Sr. Puig?
Su obligación no es censurarnos, es procurarnos los medios para poder trabajar de forma segura y eficiente, y para eso necesita capacidad de gestión, de anticipación y visión de futuro. Ayer le oía decir en una de las comparecencias que ya llegaba desde China, ese material que lleva varios días llegando, mascarillas, batas, pantallas de protección…ya no hablo de los test de detección, sobre eso ya no tengo ni palabras. Aterrizaba un avión con cargamento en Zaragoza y al responder a las preguntas sobre el mismo, usted no sabía qué proporción del material que llegaba estaba destinado a su comunidad, no sabía cómo iba a ser trasladado a nuestra comunidad ni conocía como se iba a gestionar su distribución.
Sr. Puig, ¿sabe usted algo? ¿Sabe las necesidades que tenemos? ¿Sabe que es cierto que estamos trabajando con EPIs caseros, con bolsas de basura de jardín como delantales, con mascarillas caseras aprovechando calzas de pies, pantallas de protección elaboradas con el plástico de carpetas clasificadoras de oficina?, ¿sabe usted algo?. Ni siquiera ha organizado la logística de reparto de material, eso supone que no tiene hecho un estudio de las necesidades de cada área de salud, o de cada hospital de la Comunidad.
¿Usted sabe algo? Lo que debería saber es que los valencianos nos movemos, porque no podemos esperar a que usted nos defienda o nos ayude, ya no contamos con usted. Hay fábricas textiles de la comunidad esperando que les den el visto bueno para fabricar mascarillas, recibimos algunas entregas de fábricas puntuales de nuestra comunidad. Nos nutrimos de iniciativas de personas con medios materiales que en naves industriales de polígonos distribuidos en la geografía de la Comunidad Valenciana, ponen a funcionar su solidaridad e ingenio y fabrican 2.000 pantallas protectoras faciales reciclables al día, y ellos son los que nos están salvando la falta de medios, gracias a ellos nos protegemos. Y no piden nada, sólo anonimato, ayudar y hacer despertar a esta administración, demostrando que los valencianos somos capaces de producir el material que necesitamos, que no hay que recurrir a material chino, que llegue a Zaragoza (no entiendo si el cargamento es para la Comunidad Valenciana, cómo no llega a uno de sus aeropuertos: Manises, Alicante o Castellón), del cual no sabemos ni la proporción que es para nosotros, ni cómo se va a distribuir y ni como se nos va a hacer llegar. Otra cosa que piden los fabricantes de ese bendito material, es que no llegue a manos de la administración pública, ya que la falta de confianza en ustedes, no sólo afecta al personal médico. Por eso exigen entregarlo directamente a manos de los profesionales.
¿A usted le parece serio, salir ante los medios y contarnos esta historia para no dormir? Como quiero pensar positivamente, elijo pensar que todo es por su desconocimiento e incapacidad para gestionar y transmitir un mensaje tranquilizador reflejo de una realidad, no de una actitud irresponsablemente paternalista. Por eso, porque desconoce muchas de las realidades del día a día de los sanitarios en esta crisis, Sr. Puig no nos mande callar, ni nos tape la boca. Escúchenos y no tema que la sociedad sepa lo que está ocurriendo. Si es cierto que usted pone toda su capacidad, empeño y medios a nuestro servicio para salir adelante, entonces no tiene nada que temer. Pero si no es así, asuma la responsabilidad, porque se la vamos a pedir.
Y por último, nuestro Director de Salud Pública, licenciado en Zaragoza, especializado en epidemiología en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, no se formó usted por vía MIR, ni se sometió al filtro de la oposición, no sé si le fue tan difícil convalidar el título y la especialidad como lo es en general para los compañeros no formados por vía MIR. Al margen, vamos a lo que nos compete en estos momentos. Desde 2004 trabajando como director del Centro de Coordinación de Centros de Emergencias y Alertas Sanitarias. Y de verdad cree que puede salir en los medios a decir que queda “un poquito”, que “casi hemos alcanzado el pico”, “casi”, ¿“casi”? ¿Esta es toda la información que como experto en coordinación de emergencias sanitarias puede darnos?
¿Dónde está su plan de acción? Empiece por asesorarse y explicarle al presidente del Gobierno de España que el 12 de abril no hemos ni empezado el confinamiento, que no nos protejan de la verdad con mentiras, verdades a medias o posponiendo información. No nos hagan sentir como un país de pandereta, cualquier explicación no vale.
Cada día que les oigo en los medios, me daría para escribir una carta, aunque sólo sirva como terapia para calmar mi indignación y el miedo atroz que me da ver en las manos en las que estamos TODOS, porque si dependemos del criterio, formación, coordinación y gestión de todos ustedes, tenemos caos sanitario, bajas entre profesionales sanitarios, muertes y coronavirus para rato.
Sinceramente… espero remover conciencias e inducir a la reflexión.
Atentamente,
Sara Hernández Muela es médico