'buenas prácticas en europa'

Casos de éxito: el catálogo de los 71 proyectos culturales a revisar

16/11/2016 - 

VALENCIA. “Empiezo con una idea y luego se convierte en algo más”. Esta frase, de Pablo Picasso, es una de tantas que se refieren al origen de un proyecto, a la chispa que deviene en un proceso a medio o largo plazo. Cuando dicen que todo está inventado, a veces lo mejor es fijarse en aquellos que han tenido una buena idea, una práctica que ha querido organizarse en el ámbito de las políticas culturales en la Unión Europea bajo el proyecto ‘Culture for cities and regions’, que presentó ayer en Valencia su gestor, el consultor e investigador Arthur Le Gall, en el contexto de la jornada ‘Políticas urbanas orientadas a las actividades culturales y creativas para una nueva Europa’, organizada por la Cátedra Ciudad Valencia en el Centre Cultural La Nau.

La iniciativa, que se puso en marcha en enero de 2015 y se desarrollará hasta septiembre de 2017, se basa en un mecanismo aparentemente simple: la idea de catalogar los ‘casos de éxito’ llevados a cabo en distintas ciudades de la UE para, en última instancia, poder ser transferidos a otras urbes o adaptados a sus propias características. Con el punto de partida puesto en una convocatoria abierta a la que se presentaron aproximadamente dos centenares de proyectos, fueron finalmente 71 los seleccionados e integrados en el ‘Catálogo de buenas prácticas’, cinco de ellos españoles, aunque ninguno de la Comunitat Valenciana fue elegido. Los proyectos de ámbito estatal integrados son : Matadero de Madrid; el Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida; ‘Making creativity happen’, en Bilbao; Apropa Cultura y el Parc Audiovisual de Catalunya.

Impulsado por EUROCITIES y KEA European Affairs en colaboración con ERRIN (European Regions Research and Innovation Network) y financiado gracias al programa Europa Creativa, ‘Culture for cities and regions’ se centra en el análisis de estos casos, además de constituir ejemplos valiosos para otras regiones, sentando las bases para el desarrollo de políticas europeas efectivas en estos campos, un programa del que se beneficiarán entre 60 y 95 ciudades y regiones de Europa. Estos proyectos se dividen en tres áreas temáticas: patrimonio cultural y regeneración urbana, desarrollo económico e inclusión social e innovación.

“A veces hay iniciativas a gran escala muy completas, pero también pequeños proyectos muy interesantes que pueden ser transferidos”, indica Le Gall. De esta forma, el proyecto busca pasar de las llamadas ciudades creativas a las ciudades de las posibilidades, trasladando proyectos de similar espíritu -que no forma- a distintas regiones del continente. Al registro, además, se suman quince visitas ya efectuadas de entre dos y tres días que sirven de networking entre un grupo de unas 25 personas, participantes del proyecto europeo y técnicos de las administraciones locales; y también un entrenamiento de expertos de 10 ciudades/ regiones, en el que los impulsores de 'Culture for cities and regions' actúan como coaches. Esta es una selección de los más de 70 “casos de éxito” catalogados.

UiTPAS / Bélgica

Impulsado por el Ministerio de Cultura de Flandes (Bélgica) en el año 2012, UiTPAS es un programa de fidelidad para promocionar y mejorar las actividades, un sistema de puntos acumulables por los ciudadanos que participen en eventos de carácter cultural o deportivo. Esto se registra a través de una tarjeta de socio o una aplicación de móvil con la que el usuario hace ‘check in’ en los espacios adheridos al proyecto, obteniendo puntos que después puede canjear por descuentos, entradas gratuitas o accesos especiales. Esta iniciativa se basa en ‘kansenpas’, impulsada hasta el año 2011 pero solo dirigida a las familias con baja renta, que después se entendió a toda la población. Este sistema, además, sirve para recoger datos sobre quién acude a qué establecimiento, espectáculo o exhibición, ayudando a generar la futura programación. Tanto es así que, explica Arthur Le Gall, que los resultado obtenidos en el festival de circo llevaron a su cambio de ubicación, una decisión que resultó en un aumento de público del 50%.  

Stripj-S / Países Bajos

“Dead zone”. De esta manera describió Arthur Le Gall la antigua fábrica de Philips, ubicada en la ciudad de Eindhoven (Países Bajos), que pasó de zona muerta a caso de éxito. Fundada en 1892, su creación fue el principal factor del desarrollo de la ciudad, ya que atrajo a muchos inversores a la zona, especialmente las empresas de alta tecnología, una vida que acabó en el año 2000 con un cierre tras el cual la ciudad pasó por un periodo de depresión en el que se perdieron miles de trabajos y en el que tuvo que readaptarse. Años después, bajo el nombre Strijp-S, la iniciativa transformó un área industrial abandonada en un distrito creativo y cultural que hoy cuenta, entre otros, con el Museo del Patrimonio Industrial. La iniciativa público-privada ha visto pasar por sus renovadas instalaciones más de un centenar de compañías, un gigante que cuenta con teatros, cine, espacios para eventos, alquiler de ‘workspaces’, restaurantes y que es hoy sede de la Dutch Design Week o la STRP Biennale, que atrajeron en sus ediciones de 2014 y 2015 un volumen de visitantes de 250.000 la primera y 29.000 la segunda. De los más de 70 proyectos catalogados, este es uno de los más potentes desde el punto de vista económico, pues su puesta en marcha se tradujo en una inversión de 36,5 millones de euros, la mayor parte de fondos privados. “Antes parecía la ciudad prohibida pero se ha convertido en uno de los casos de recuperación urbana de referencia”.

Matadero / Madrid

Creado en 2006 por el Área de Gobierno de Las Artes, Deportes y Turismo del Ayuntamiento de Madrid, que le otorgó el mandato de "promover la investigación, la producción, la formación y la difusión de la creación y el pensamiento contemporáneo en todas sus manifestaciones" y puesto en marcha en 2007, el Matadero de Madrid es uno de los cinco proyectos españoles que forman parte del catálogo de buenas prácticas en proyectos culturales europeos. El histórico inmueble, clausurado en 1996, se ha convertido en uno de los centros culturales de referencia en su ámbito de España, un modelo de colaboración público-privado cuyo acceso es, en la mayor parte de las actividades, gratuito.  

Culture on your doorstep / Reino Unido

Objetivo: “que las instituciones culturales de la ciudad diversificaran sus actividades llevadas a los barrios”. Uno de los ejemplos de actividad con bajo presupuesto (4.000 libras por institución) es el proyecto ‘Culture on your doorstep’, desarrollado en la ciudad inglesa de Birmingham. Mediante esta iniciativa se buscaba fomentar una mayor participación de los públicos que habitualmente no forman parte del público del sector cultural, realizando acciones específicas en barrios más alejados y con mayor dificultad para acceder a las mismas, que desde el gobierno local se identificó en 31 zonas prioritarias. Emparejadas las instituciones con los distritos en su nacimiento, fue en 2014 cuando se implicó a los propios agentes sociales en la creación de las actividades, que fueron consultados con el fin de conocer los huecos por llenas y qué público seguía estando fuera del circuito. “Es simple, pero refuerza las iniciativas culturales, es un punto intermedio que atrae a la gente del barrio […] No se trata de imponer actividades de gigantes culturales, sino de diseñarlas de la mano de agente locales”.

Apropa cultura /  Barcelona

Apropa Cultura es un programa de financiación pública que conecta a los ciudadanos en riesgo de exclusión con la oferta cultural de Barcelona. De esta forma, se trabaja con una red de organismos de intervención social e instituciones culturales de Catalunya, más de 50 instalaciones de artes escénicas y 15 espacios expositivos, en su mayoría públicos. Apropa Cultura apoya la participación a través de la difusión de información a los socios, así como la provisión de entradas a precios reducidos, con miras a mejorar el acceso a los equipos culturales. Actualmente son 1.000 los centros adheridos, una selección de teatros, auditorios y festivales que ofrecen localidades de su programación habitual a precios muy reducidos.

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