CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló regulariza la propiedad de la depuradora del Camino Hondo con la compra a la empresa Facsa, concesionaria del servicio, de 21.877,96 metros cuadrados por un importe de 155.114,78 euros. La adquisición garantiza al consistorio la titularidad municipal de la totalidad de los terrenos ocupados por la estación, esto es, 43.259 m2. La operación, además, permite licitar un nuevo contrato de explotación y mantenimiento que está pendiente desde 2015, cuando se iniciaron los primeros trámites administrativos.
Aunque se trata de un acuerdo sin excesiva complejidad, sí que resulta necesario tras detectar un error con el dominio de las parcelas. Para entender mejor el tema hay que retroceder a 1980, año en el que la compañía de Grupo Gimeno se hizo con la gestión de la estación de aguas residuales (Edar). Por el crecimiento del servicio, en consonancia con el aumento de población de la ciudad, la compañía acometió distintas ampliaciones, lo que obligó a abarcar nuevas parcelas que se creía eran de titularidad municipal.
Sin embargo, a raíz de iniciar el procedimiento para sacar ese nuevo contrato, se constató que en realidad Facsa se trataba de la propietaria de las fincas, que adquirió en su momento para realizar las mejoras. Una acrecentamiento que posibilita en la actualidad dar cobertura a una población de 199.500 habitantes.
En julio de 2024, el Ayuntamiento realizó la correspondiente retención de crédito para pagar los poco más de 155.000 euros por la compra. Hace unas semanas, Facsa aportó la documentación acreditativa de la conformidad a la cuantía de la operación y las condiciones ofrecidas por la entidad local.
La construcción de la depuradora, como parte de las obras del saneamiento de Castelló, se licitó por el Ministerio de Obras Públicas en 1976. La mercantil Dragados y Construcciones S.A. resultó la adjudicataria y Envirotech Corp se encargó de la asistencia técnica. Las expropiaciones costaron 12.644 euros. Inicialmente, se adquirieron 11.104,50 m². Una superficie que con el tiempo creció al cambiar las necesidades del servicio.
Y es que las mejoras se han sucedido en los últimos años. Tanto es así que ahora el Ayuntamiento proyecta una nueva transformación con la modificación del by-pass de alivio general. La inversión prevista ronda los 250.000 euros con un plazo de ejecución de tres meses. El objetivo estriba en reducir los desbordamientos del Colector Centro en su entrada a planta y minimizar el impacto ambiental. Una vez finalizado el plazo de presentación de ofertas, dos firmas se postulan para la obra. Una es Facsa y la otra, Omega.