CASTELLÓ. Más de 200 profesionales se han dado cita este miércoles en el Paranimf de la Universitat Jaume I para abordar y debatir los avances y retos en la implementación del Real Decreto 3/2013, una normativa que estableció nuevos criterios técnicos y sanitarios de calidad de agua para el consumo humano, así como nuevos requisitos en cuanto a su control y suministro. La jornada ha estado impulsada por Facsa bajo el lema Primeras experiencias del RD 3/2023. ¿Qué hemos aprendido? y ha sido servido para hacer balance de los casi dos años desde la entrada en vigor de la nueva normativa que regula el agua.
Pascual Maximino, director del área de Abastecimiento de Facsa, ha sido el encargado de inaugurar la jornada, que ha contado con doce ponencias y una mesa redonda. Entre ellas, dos dedicadas a los avances realizados en Castelló y Vila-real para mejorar la gestión y la calidad del agua.
"El Real Decreto marca unas líneas muy diferentes a las normativas hasta ahora vigentes, introduciendo cambios muy significativos como la figura de los Planes Sanitarios de Abastecimiento y la necesidad de aumentar los parámetros de control, tanto en cantidad como en frecuencia", ha explicado Maximino. Ello ha derivado en un aumento de la calidad del suministro. "Ahora se incrementa la seguridad alimentaria con el aumento de los análisis, de la monitorización, etc. Pero también hay más transparencia, hay nuevas obligaciones de informar a la ciudadanía sobre la calidad del agua o su coste, entre otras cosas", apunta.
Tal y como explica el responsable del área de Abastecimiento de Facsa, desde la entrada en vigor de la nueva normativa se ha avanzado mucho, pero todavía quedan puntos por abordar. Es el caso de los nuevos límites (más restrictivos) de presencia de contaminantes como plaguicidas y el control de nuevos parámetros como la presencia de microplásticos y otras sustancias.
En este punto, durante la mañana se ha expuesto como "caso de éxito" el de Vila-real en el que se ha logrado hasta la fecha mejorar la calidad del 80% del agua que se consume en el municipio. Javier García, de Facsa, ha explicado que en las estaciones de captación de agua para el abastecimiento de agua se venían detectando presencia de plaguicidas con niveles que cumplían la anterior normativa pero que, con el nuevo Real Decreto, pasan a tener límites más restrictivos y a considerarse no autorizados.
García ha explicado que el Ayuntamiento de Vila-real "se puso manos a la obra" y el municipio cuenta a fecha de hoy con dos plantas de carbón activo en los dos principales pozos de abastecimiento de agua elimina la presencia de este plaguicida anticipándose así a las nuevas exigencias en la calidad del agua consumida por la población. Las dos plantas se pusieron en marcha antes del verano pasado y, con ellas, se ha logrado filtrar y mejorar la calidad del 80% del agua destinada a consumo humano. El responsable de Facsa ha avanzado que en 2025 se licitará la tercera planta y en 2026 la cuarta planta, cubriendo así los cuatro puntos de captación de agua para suministro. "Hemos asegurado la calidad del agua y la cantidad, Vila-real tiene asegurada a largo plazo la calidad de su agua", ha destacado García, que ha puesto al municipio como "ejemplo" a la hora de abordar la implantación de la nueva normativa.
Por otro lado, durante la jornada también se abordó la gestión del agua en la ciudad de Castelló ante situaciones de sequía. Así, la técnico municipal Inés Beltrán expuso los retos a abordar en tiempos de sequía por su impacto en la calidad del agua: mayor turbidez y presencia de plaguicidas por arrastre. Para hacer frente a estas situaciones y avanzarse a las nuevas problemáticas, el Ayuntamiento de Castelló ha puesto en marcha el Plan de Emergencias ante situaciones de sequía.
Según ha explicado, el plan ha supuesto la activación de medidas como el impulso a la digitalización para identificar fugas, el fomento del uso de agua regenerada para riego o el lanzamiento de campañas de concienciación, entre otras medidas. Todo ello ha supuesto que Castelló haya pasado de un rendimiento de red del 84 al 87%. La media nacional se sitúa en el 78%.
Además, Beltrán destacó la importancia de seguir avanzando en digitalización y aplicación de tecnologías como la Inteligencia Artificial para mejorar la gestión y reducir las pérdidas de agua. En este sentido, apuntó a la obtención de seis millones de euros dentro de la segunda fase del Perte de Digitalización del ciclo del agua. "Gracias a este proyecto, abordaremos 19 actuaciones en todo el ciclo integral", apuntó.
Para Pascual Maximino, tras casi dos años de aplicación del nuevo Real Decreto, "se ha avanzado mucho pero siguen existiendo dudas importantes" y, con jornadas como la de este miércoles sirven para "compartir experiencias y reflexionar sobre lo que aún queda por definir y mejorar en este proceso".
A pesar del tiempo que lleva vigente, el marco legislativo sigue generando inquietud, y así lo han destacado los expertos y expertas del sector que han participado en esta jornada, quienes también han alertado de la falta de inversiones necesarias para poder actualizar las infraestructuras hidráulicas y los sistemas de control y operación y, de esta manera, adaptarse a las exigencias técnicas y regulatorias que demanda la nueva normativa.
La jornada ha contado con ponencias de expertos y expertas de referencia del Ministerio de Sanidad, la Generalitat Valenciana, la Confederación Hidrográfica del Júcar, así como de empresas gestoras del ciclo integral del agua como la Empresa de Abastecimiento y Saneamiento de Sevilla (EMASESA), Ens Abastament d’Aigua Ter Llobregat (ATL) o la propia Facsa.
Entre los retos, los ponentes y asistentes han coincidido en los desafíos asociados a la implementación de la nueva regulación de la calidad del agua de consumo, que es mucho más estricta. Así, se han apuntado a desafíos como la complejidad que supone adaptarse a estas nuevas demandas sin unas infraestructuras realmente preparadas que garanticen los estándares de eficiencia exigidos.
Además, entre las cuestiones más relevantes en las que han coincidido todas las personas expertas participantes está la importancia de la innovación y la digitalización para avanzar hacia una gestión más sostenible y eficiente del recurso. En este contexto, las exigencias del nuevo marco legislativo están acelerando el uso de tecnologías innovadoras en las redes de distribución y en el tratamiento del agua, lo que permite una mejor capacidad de respuesta ante escenarios complejos y optimiza la toma de decisiones basada en datos, favoreciendo una mayor resiliencia frente a desafíos como el cambio climático, la escasez de agua y la creciente demanda de calidad en el suministro.
En cuanto a las situaciones de sequía, se ha abordado cómo el nuevo marco legislativo supone una herramienta más para anticiparse y gestionar la situación escasez del recurso, ya que la obligatoriedad de reportar todos los datos y la información acerca de la productividad de las redes, el consumo y la calidad del agua, permite tener un control mucho mayor.