Hoy es 4 de octubre
VALÈNCIA. El Castillo de Buñol, datado de los siglos XI y XII, ha sido imponente testigo de siglos de historia. Usurpado a los árabes por el rey Jaume I en 1238, pasó a manos de la Orden de San Juan de Jerusalén y posteriormente a diversas familias nobles. Su estratégica ubicación lo convirtió en un punto clave para el control del camino real de Madrid y la frontera entre los reinos de Castilla y Valencia.
Pero lo que realmente hace singular el castillo que se eleva de Buñol sobre la localidad valenciana de Buñol es su profunda conexión con la comunidad, tal y como explica el arqueólogo buñolense Jose Medard. A diferencia de otros castillos, enclaves militares o de poder, el Castillo de Buñol fue un hogar para las personas más desfavorecidas de la localidad.
La fortaleza ha pasado por manos de diversas familias nobles, incluyendo los Condes de Urgel y la familia Mercader. Sin embargo, un hecho crucial lo diferencia: a finales del siglo XIX, el castillo pasó a ser propiedad del ayuntamiento, que -en un acto de sensibilidad social- tomó la decisión de ceder el castillo a las familias más pobres de Buñol, permitiéndoles establecer allí sus viviendas.
A lo largo de los años, los habitantes del castillo fueron construyendo y adaptando los espacios libres de la fortaleza, como la Plaza de Armas, creando un entorno con una identidad propia. En su apogeo, el castillo llegó a albergar a hasta 300 personas. En la actualidad, solo quedan tres familias viviendo en el castillo, pero su legado y su valor social permanecen intactos gracias a que la Asociación por el Castillo de Buñol trabaja incansablemente para revitalizar este enclave histórico y cultural.
El Castillo de Buñol, símbolo de la resiliencia en el municipio renace ahora en la pantalla grande. El patrimonio buñolense se convierte en estos días en escenario de una nueva película del afamado director Amenábar. El rodaje ha tenido lugar en el enclave durante los dos últimos días, sumando un nuevo capítulo a la rica historia de este bastión con alma social.
El Castillo de Buñol, con su rica historia, su singular pasado como hogar de los más necesitados, su vibrante presente y ahora su papel como escenario cinematográfico, se alza como un legado perdurable. La ocupación social del castillo es una parte clave de su patrimonio histórico, algo que se ve amenazado por el plan director recientemente aprobado.
El visto bueno de la Conselleria de Cultura y Deportes al Plan Director del Castillo de Buñol marca un antes y un después para esta emblemática fortaleza. La reforma del Castillo, que formaba parte de los programas electorales de diversos partidos en Buñol, ha sido objeto de debate por las diferentes perspectivas en torno a su ejecución. Sin embargo, ahora, con la aprobación definitiva de la Conselleria, el proyecto toma impulso y se prepara para su desarrollo.
Tras años de parálisis y abandono, el Plan Director del Castillo vuelve a la vida con el objetivo de revitalizar y mejorar este enclave histórico de gran valor patrimonial no solo para la localidad sino también para la comarca. “En cuanto llegamos al gobierno hace menos de un año era una prioridad conocer de cerca cómo estaba este plan para poder llevar a cabo actuaciones de urgencia en nuestro Castillo”, avanza el edil buñolense", explicó el concejal de Urbanismo, Horacio Varona.
El Plan Director para el Castillo de Buñol se presenta como una herramienta fundamental para su conservación y restauración. Sin embargo, desde la Asociación advierten: "Es un buen instrumento, pero sabemos que todo buen instrumento necesita unas buenas manos", por lo que reclaman que se tenga en cuenta la opinión y el conocimiento de aquellos que han trabajado durante años en preservar de forma adecuada sus muros.
Las obras más urgentes se centrarán en dos puntos clave. En primer lugar, la reforma del foso ubicado en la Plaza de Armas. Esta intervención, considerada prioritaria por el Ayuntamiento, busca solucionar los problemas estructurales que afectan a una de las viviendas colindantes.
Por otra parte, se llevará a cabo para garantizar la seguridad del entorno el derrumbe de las casas colindantes a la Iglesia del castillo, las cuales según el consistorio serán demolidas por su mal estado.Esta última decisión ha generado cierta oposición entre algunos vecinos, quienes defienden su valor etnográfico e histórico.
Las dos actuaciones son solo el inicio de un plan más amplio que contempla diversas intervenciones en el castillo a largo plazo. El Ayuntamiento se ha comprometido a desarrollar las obras de forma paulatina, con proyectos específicos para cada fase y dando prioridad a las zonas que requieran mayor urgencia. Sin embargo, no ha concretado más detalles.
El Plan Director del Castillo de Buñol se presenta como una oportunidad única para recuperar y poner en valor el patrimonio histórico y cultural de la fortaleza. Las primeras obras ya están en marcha, pese a que el futuro del castillo sigue siendo una incertidumbre. Lo que sí que se espera es que esta histórica infraestructura termine de consolidarse en un referente cultural y turístico para Buñol y la región.