VALÈNCIA. (EP). El expresidente del Comité Ejecutivo de Feria Valencia durante los años 1999-2013, Alberto Català, ha negado este jueves que la institución fuera un instrumento del PP y de Orange Market --como le ha acusado el diputado del PSPV José Muñoz--, ya que ha subrayado que la institución "seguía su rumbo" que estaba marcado por los órganos de gobierno.
Asimismo, ha rechazado haber utilizado la actividad del recinto para su propio beneficio ni ha utilizado la tarjeta que tenía para gastos de representación para asuntos personales. "Jamás he aprovechado la actividad ferial para mi actividad privada", ha remarcado para insistir en que "todo pasaba por un control presupuestario".
Así lo ha indicado Català en una comparecencia en la Comisión de las Corts que investiga la gestión general de las instituciones feriales en la Comunitat Valenciana, al ser preguntado por el PSPV sobre si Feria Valencia era "un instrumento del PP" tras haber sido utilizada para celebración del Congreso del PP de 2008 y no haberse pagado la factura hasta hace unas semanas y por haber contratado a la empresa Orange Market, vinculada con la presunta financiación ilegal del PP.
Català ha negado este extremo y ha hecho hincapié en que la feria es una institución que "ha seguido su rumbo y sus planes de negocio" que estaba marcado por los órganos de gobierno y las creencias de sus directivos. Asimismo, ha justificado los diferentes viajes realizados por cuestiones de promoción que es "la materia prima de una feria" y el 40% de los gastos de la Feria.
En su intervención, ha defendido la urgencia de la ampliación y modernización del recinto como consecuencia de que era una demanda de los sectores económicos y que "nadie dudaba del retorno que tenía la actividad ferial". "La necesidad de la ampliación era una olla a presión" y era "difícil sostener la presión de los sectores que estaban en un proceso de crecimiento", ha puntualizado, para indicar que Ascer -la patronal cerámica- les amenazó con acometer la obra o se iba a exponer otro recinto.
Además, ha justificado que la operación tenía un "retorno" para la ciudad porque "si la inversión fue de 1.000 millones a pagar en 25 años, con un retorno de 7.100 millones en 10 años, en 25 años será de 14.000 millones", ha destacado.
Ha explicado que entre el año 2000-2007 se inicia una carrera de competencia entre recintos con un crecimiento "importantísimo" de negocio y de ingresos en donde había mucha actividad. Tras esta etapa de expansión, ha recordado que llegó una crisis "monumental" pero que en un principio se pensaba que duraría dos años y que, en cambio, fue "muy profunda" -- especialmente para sus principales sectores como la cerámica, el mueble o la iluminación-- y "de cambios de las reglas de comercio" que les perjudicaron "muchísimo".
Esa demanda de los sectores, ha comentado, fue lo que conllevó a que la obra se hiciera por fases y no hubiera tiempo para analizar con profundidad los proyectos. "Se inicia una carrera de crecimiento en Madrid, Barcelona, Bilbao y València porque alguien dio un pistoletazo de salida a la carrera por el mercado ferial y València no podía perder esa carrera", ha defendido.
Català ha subrayado que durante la crisis, la institución tomó medidas para ayudar a los sectores y, en este punto, ha señalado que en el Patronato de junio de 2009 por "un auténtico clamor" se tomó la decisión de bajar los precios por metro cuadrado para los expositores y mantener el veto a clientes asiáticos que no ofrecía, garantías "aun entrando en pérdidas". "Teníamos voluntad de afrontar la crisis con una prioridad: ayudar a los sectores empresariales", ha reiterado.
Català ha negado que se acometieran ciertas obras de la ampliación por compromisos electorales, sino que era "una necesidad del plan de negocio". También, ha comentado que la contratación de Orange Market para la realización de algunos trabajos fue porque era la mejor compañía de comunicación y marketing de València", por lo que se le calló "el mundo a los pies" cuando saltó el caso Gürtel y se detuvo a los principales dirigentes de la empresa.
En este punto, ha defendido que por al PP por la celebración de su Congreso Nacional de 2008 "no se le perdonó nada" y desde "el minuto uno" se reclamó el pago de la cita. "Lo he reclamo desde el minuto uno y he tenido reuniones en Madrid muy violentas. Peleamos mucho por conseguir la factura", ha subrayado.
Ha explicado que la formación 'popular' era "cliente asiduo" de la feria porque ya había celebrado algunos actos en el recinto y "jamás" habían tenido con ellos ningún tipo de problema ni habían dado "muestra de impagos". No obstante, ha remarcado que no se hizo factura por "la cascada de peticiones nuevas" de necesidades que tenía el PP