los coordinadores en los barrios los elegirá el comité ejecutivo

Català se garantiza el control del PP València eliminando las primarias para los jefes de distrito

7/07/2020 - 

VALÈNCIA. La portavoz municipal del PP en el Ayuntamiento de València, María José Català, se proclamará el próximo 10 de julio presidenta local de la formación popular en el congreso que tendrá lugar en el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe.

Lo hará sin candidatura rival y con la bendición de la dirección nacional del partido, pero también con los diferentes escalones jerárquicos de la organización: nacional, autonómico y provincial.

Esta será la primera gran cima orgánica de una dirigente que ha coleccionado importantísimos y variados puestos institucionales desde que alcanzara la Alcaldía de Torrent en 2007. Diputada en el Congreso, consellera de Educación, portavoz del Gobierno valenciano, parlamentaria autonómica y, ahora, concejal en el Cap i Casal tras haber rozado como candidata la vara de mando de la capital.

No obstante, pese a su más que demostrado talento para la gestión de gobierno, alcanzar un puesto de máxima responsabilidad en el partido se le había resistido hasta ahora, posiblemente por los recelos que siempre ha despertado entre algunos de sus compañeros de partido. Tal vez por ello, Català está decidida a tener una organización en el PP de València lo más centralizada y controlada posible.

Esto es lo que se desprende de una de las modificaciones  introducida en el Reglamento de Organización del partido para el próximo congreso, a falta de que se conozca si existen enmiendas al texto propuesto. Así, según el documento, los hasta ahora conocidos como presidentes de distrito cambian su denominación para pasar a llamarse coordinadores generales de distrito. 

Pero no solo eso, según refleja el título 3 artículo 36.6: los coordinadores generales de distrito "serán nombrados por el Comité Ejecutivo del Partido Popular de Valencia Ciudad, que es el órgano competente para tomar mayoritariamente los acuerdos relativos a las vicisitudes en la vigencia de los cargos". Es decir, se elimina el sistema que funcionaba hasta ahora por el que los militantes de cada agrupación se elegían mediante sufragio a los presidentes de distrito.

De esta manera, se suprime un método de designación directa por parte de la militancia, pasando a la elección por parte del Comité Ejecutivo que estará diseñado al milímetro por Català. O lo que es lo mismo: esta medida dotará a la presidenta de un control incontestable de los distritos, dado que los elegidos para el puesto saldrán del mandato del citado órgano, es decir, de la propuesta de la presidenta.

 

Una recentralización del poder orgánico que, al margen de los beneficios que aporta para la líder en materia de control, también permite limitar la posibilidad de que se produzcan pequeños 'reinos' dentro de los distritos merced al apoyo popular del que pueda gozar alguno de estos responsables. Y es que el hecho de ser elegido por la cúpula y no por la militancia, restringe notablemente la posibilidad de que aparezcan pequeños contrapoderes o, al menos, dirigentes alternativos en la organización de la capital. Como pequeña compensación, estos coordinadores serán miembros natos del Comité Ejecutivo y tendrán la capacidad de proponer a sus adjuntos en el cargo.

De esta manera, Català sigue la senda de focalizar el partido que ya había iniciado con el fin de los locales de distrito tras la apertura de la nueva sede central situada en las proximidades del Ayuntamiento de València, su centro neurálgico de trabajo y ahora, también del PP local.

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