VALÈNCIA (EP). La catedrática de Química Orgánica de la Universitat de València Margarita Parra figura en la lista Forbes como una de las 100 mujeres más influyentes de España de 2023. Es, además, una de las seis valencianas reconocidas por esta revista especializada en el mundo de los negocios y las finanzas, publicada en los Estados Unidos.
Margarita Parra Álvarez es directora del Instituto Interuniversitario de Investigación de Reconocimiento Molecular y Desarrollo Tecnológico (IDM), hecho que destaca la Forbes Women España 2023, al reconocerla como máxima responsable del centro de investigación y enseñanza que tiene como finalidad la salud, la alimentación, la seguridad y el medio ambiente.
Parra ha recibido el premio a la Excelencia Docente del Consejo Social de la Universitat de València, así como varios galardones a la innovación educativa, y el programa Docentia le ha otorgado la calificación de excelente, según ha informado la entidad académica en un comunicado.
La catedrática de la Universitat de València realiza desde 2007 investigación sobre Química Supramolecular, y se dedica, con el grupo del que forma parte, al diseño, síntesis y evaluación de quimiosensores y quimiodosímetros cromo y/o fluorogénicos para la detección de moléculas pequeñas. Así, han realizado "importantes contribuciones" en la detección de agentes nerviosos, gases contaminantes, neurotransmisores y drogas de sumisión química.
Los últimos resultados sobre quimiosensores para la detección de fármacos de sumisión química se han traducido en cinco patentes y está en proceso de creación de la espín-off Opticalsens SL. Su investigación también se ha extendido a aplicaciones reales, manteniendo acuerdos con diferentes empresas. Tienen convenio con SERVALESA desde hace ocho años y tienen una patente que ya están en explotación.
Además, es directora, desde 2022, del Instituto Interuniversitario de Investigación de Reconocimiento Molecular y Desarrollo Tecnológico (IDM). Este centro multidisciplinar les ha permitido desarrollar nuevas líneas de aplicación de los mencionados sensores mediante soportes sólidos y sus posibles usos 'in vivo' con su monitorización en diversas líneas celulares y en ratones.
Así, han iniciado una nueva línea de investigación que les permite la liberación controlada de fármacos, como método de dosificación mucho más eficiente, donde ya obtienen resultados para el tratamiento de enfermedades inflamatorias del colon y de la osteoporosis.