VALÈNCIA (EFE). Unos cien agricultores de distintos Estados miembros de la Unión Europea, incluido España, protestaron este miércoles en Bruselas contra el acuerdo comercial entre la UE y Mercosur, firmado en 2019 pero pendiente aún de la negociación de un anexo.
La acción, organizada por el sindicato agrícola valón Federación Unida de Agrupaciones de Criadores y Agricultores (Fugea), tuvo lugar en pleno corazón del barrio europeo, donde se trasladaron los campesinos, una decena de tractores y miembros de organizaciones ecologistas.
"Estamos aquí para rechazar el acuerdo comercial con Mercosur y el cambio antidemocrático de vetar que los países puedan ser soberanos para decidir sobre un acuerdo tan importante", explicó en declaraciones a EFE Isabel Vilalba, secretaria general del Sindicato Labrego Galego.
Añadió que "fomentar acuerdos que traerán a la UE una cantidad muy importante de alimentos producidos con estándares diferentes y muchas veces más bajos respecto a la salud pública (...) compromete el futuro de campesinos y la salud de la ciudadanía".
Portando pancartas con lemas como "Ingresos justos para los trabajadores del campo" o "Una Política Agrícola Común a pequeña escala", los expertos pronunciaron discursos para denunciar a la Comisión Europea por "esconderse detrás de promesas vacías y abandonar a los agricultores para proteger sus propios intereses", según la organización Vía Campesina.
El portavoz comunitario de Comercio, Olof Gill, afirmó por su parte durante la rueda de prensa diaria de la Comisión Europea que, en la negociación con estos cuatro países del Mercosur, la UE quiere "garantizar que las sensibilidades de nuestro sector agrícola son totalmente respetadas y contenidas en el acuerdo", como es el caso, aseguró, de todas las negociaciones comerciales que llevan a cabo.
En particular, los agricultores europeos piden el fin de los acuerdos de libre comercio y de la competencia desleal y la inclusión, mediante un procedimiento acelerado, de la compra de productos agrícolas por debajo de su coste de producción en la lista negra de la Directiva sobre Prácticas Comerciales Desleales.
También quieren la regulación de los mercados en el marco de la PAC mediante la Organización Común de Mercados (OCM), para garantizar precios de entrada mínimos para las importaciones, así como una regulación de los volúmenes y garantías de un presupuesto suficiente y de una distribución equitativa de las ayudas de la PAC.
Los consumidores europeos, representados por BEUC, dijeron por su parte hoy que es probable que el acuerdo entre la UE y Mercosur no salvaguarde los intereses de los consumidores ni se alinee con los objetivos de sostenibilidad europeos.
"Los consumidores esperan que sus alimentos cumplan con los mismos altos estándares que los producidos en la UE, como por ejemplo en materia de bienestar animal, independientemente de su origen. Lamentablemente, este acuerdo impulsará el comercio de productos, como la carne, que no cumplen con los estándares de la UE, además de obstaculizar los esfuerzos para reducir la huella climática de la UE y cambiar hacia dietas más saludables", dijo en un comunicado el director general de BEUC, Agustín Reyna.