mesa redonda sobre el mercado inmobiliario en València

Centeno: "Es una barbaridad que València tenga un hospital, VPO y solo un hotel a pie de playa"

2/07/2024 - 

VALÈNCIA. La inversión inmobiliaria está más activa y dinámica que nunca en València. Por ello, cada vez surgen diferentes proyectos en la ciudad bajo cualquier tipo de modalidad que emerge en el mercado como son los nuevas fórmulas alojativas de coliving o flex living, pero también de activos más tradicionales como residencias de estudiantes. Sin embargo, desde el sector coinciden en señalar en que la ciudad debe proyectar su futuro a el largo plazo y también creerse su potencial y desarrollarse como "ciudad de primer nivel". 

"Es una barbaridad que una ciudad como València tenga en su primera línea de playa solo un hotel de lujo como es Las Arenas y haya un hospital, un instituto y vivienda VPO", subrayó Roberto Centeno, presidente del grupo empresarial Atitlan durante su participación en una mesa redonda para hablar sobre el mercado inmobiliario en el 'Cap i Casal'. A su juicio, este enclave debería estar completo por "hoteles de cinco estrellas" y no formado por una amalgama de activos que nada tienen que ver con una ciudad "de primer nivel". "Eso es una ciudad que no se ha creído su potencial. Ha tenido que venir gente de fuera para enseñárnoslo", expuso.

En este sentido, el empresario puso como ejemplo Miami, una urbe "fea" que, sin embargo, "se sabe sacar partido" con grandes torres residenciales y complejos hoteleros de alto nivel. "Nuestra apuesta por València es que tiene que ir comiendo a Málaga y cada vez más hablarle de tú a tú a Barcelona", insistió para incidir en que faltan cadenas hoteleras de lujo como Four Seasons, así como edificios de oficinas que cumplan con la nueva normativa en materia de sostenibilidad, que es lo que demandan las empresas. 

Y todo ello con un único propósito: seguir captando una inversión que busca y analiza la ciudad. "València cada vez más se cataloga como de primer nivel y los fondos quieren venir e invertir, pero faltan proyectos más ambiciosos", sostuvo. "La torre de Ricardo Bofill era algo impensable, pero tuvo que venir alguien de fuera para decir que faltaban viviendas de calidad tipo Miami. Aquí faltan hoteles de cinco estrellas, oficinas... De todo. Tenemos mucho campo por recorrer", afirmó Centeno.

Y más teniendo en cuenta que, como expuso y lleva años advirtiendo el sector, falta suelo en la ciudad, lo que puede acabar ahuyentando al capital. De hecho, en el mercado residencial la obra nueva de viviendas lleva años a la baja por la imposibilidad de levantar nuevas promociones. Tanto es así que muchos promotores se han tenido que ir a municipios del área metropolitana para sacar nueva oferta al mercado y atender una demanda que va al alza.

Falta de suelo

"El gran problema hoy en día es que no hay suelo, pero, en cambio, existe una alta demanda y eso genera una gran oportunidad", remarcó el dueño de Atitlan. Insistió así en que lo que se ha ido construyendo estos últimos 15 años, tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, han sido en bolsas de suelo que habían quedado pendientes, pero sin que se hayan desarrollado nuevas unidades urbanísticas sobre las que actuar. Y, mientras tanto, València ha ido recibiendo nuevos habitantes de Europa, EEUU y Latinoamérica, que "buscan el clima mediterráneo". Ese desequilibrio entre oferta y demanda es lo que ha acabado por tensionar el mercado porque, de media, se tardan décadas en sacar nuevos desarrollos urbanísticos.

Por ello, destacó que desde Atitlan su foco en el Real Estate está en las "nuevas formas de vivir" a través del desarrollo de proyectos que promuevan nuevos formatos alojativos como el flex living. En este sentido, la compañía promueve dos grandes complejos bajo esta modalidad en la Avenida Tarongers, frente al Tanatorio Los Naranjos. Uno de ellos, un suelo que compraron a Corestate, tendrá una capacidad de 250 unidades y empezará su construcción en 2024. Un año más tarde, es decir, en 2025 empezará el desarrollo de otra pastilla que la firma compró en 2022, y en la que tiene una participación la constructora Becsa. Este proyecto contará con 350 plazas, además de reservar un porcentaje para VPO. Ambas operaciones rozan en conjunto una inversión de 60 millones de euros.

En la mesa redonda también participaron Alfredo Rodríguez, presidente de Rover Grupo; José Luis Palau, director general Área Desarrollo deSimetría; y Vicente Llácer, CEO de Grupo Ática. Todos ellos coincidieron en señalar la falta de oferta por la escasez de suelo como el principal problema de acceso a la vivienda, pero también pusieron encima de la mesa el alza de costes que deben afrontar las empresas y de mano de obra para poder acometer iniciativas.

"Hubo una época en la que los representantes del Gobierno de España hablaban de que tenía que haber menos 'ladrillo' y más ordenadores y actividades de valor añadido. Eso acabó dilapidando al sector. Pero de esos polvos estos lodos y ahora no hay suelo, la demanda necesita casas y la oferta no existe. Tenemos un problema de primer orden y ahora la Administración está sensible y empeñada en que haya vivienda, pero no será algo inmediato", advirtió Rodríguez.

También Palau insistió en que las Administraciones deben tomar decisiones para preparar "nueva materia prima" y hacer un proyecto de ciudad, anticipándose a lo que está por llegar. Y más teniendo en cuenta el 'apetito' de los fondos por el 'Cap i Casal'. Asimimo, incidió en la necesidad de acabar con los dilatados tiempos administrativos y clarificar urbanísticamente los nuevos modelos que están surgiendo en el mercado y que no recoge la normativa. "Necesitamos ser ágiles y eso debe partir de la Administración porque al mercado no le puedes explicar que tienes más cargas porque el proyecto está paralizado", insistió. 

Vicente Llácer, por su parte, lamentó la expulsión de gran parte de la población del mercado de la vivienda por los salarios actuales y defendió la necesidad de trabajar junto al sector público para sacar producto al mercado. Eso sí, como todos los asistentes, no dudó en criticar la Ley de la Vivienda, que bautizó como "una castaña", porque no solo "ha mermado la oferta", sino que, en su caso, por el miedo y la inseguridad jurídica, renunció a desarrollar este segmento, algo que ha pasado con otros tantos operadores. 

Como soluciones, los expertos abogaron por promover la colaboración público-privada, avales para facilitar la compra no solo de la vivienda de segunda mano, sino también de obra nueva y rebajas fiscales en la declaración de la renta por la compra de una vivienda. Y todo ello con la intención de favorecer al mercado, dado que, en el corto plazo, la previsión es que los precios vayan a seguir subiendo porque los costes de los materiales y el suelo también van a seguir la tendencia alcista. 

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