El verano del Año I d. C. -después de la covid- llegó con viento de poniente… Los 40 grados a la sombra ayudaron a prender la llama que se inició con el New Green Deal. El Gobierno de la Unión había decidido erigirse en adalid de la lucha contra el cambio climático y la transformación de la NuevaNormalidad exigía sacrificios a todos los niveles.
La clase baja y asalariada -los llamados proletarios del siglo XX-, se hundían cada vez más en la ciénaga de la miseria, expulsados en su mayoría del mercado laboral por drones, vehículos autónomos y robots. Su revolución tardaría en llegar…, la de los robots. Mientras tanto, fue la clase acomodada -otrora, clase media-, la que inició el camino de LaDisidencia.
Nadie lo esperaba, pero el Green Deal les exigía algo que no estaban dispuestos a asumir, perder su European Way of Life, su status. El objetivo de “cero emisiones” comenzaba a aplicarse en 2030, con la paulatina desaparición de los vehículos a motor de combustibles fósiles por coches eléctricos. El imperio del petróleo comenzaba su declive. Las previsiones del gobierno del Territorio-Europa estaban predeterminadas. “Para 2030, al menos 30 millones de coches de cero emisiones estarían en funcionamiento en las carreteras del Territorio-Europa y 100 ciudades europeas serían climáticamente neutras”.
Estas políticas medioambientales que miraban por la salud del planeta tenían también sus detractores entre los clima-escépticos, los neoliberales y los individualistas. También la industria del motor estaba al acecho, LaCar… “¿Cómo voy a poder pagar un coche eléctrico?”, era el ruido que salía de las redes obviando el debate público. La crisis post-covid había agravado las expectativas económicas de la clase media y el precio de los vehículos eléctricos, considerados como un lujo, se había cuadruplicado ya en el primer año de la pandemia.
Las expectativas para el ciudadano medio pasaban por el transporte público. A ello coadyudaban el resto de incentivos al tráfico ferroviario de alta velocidad, “que se duplicará en toda Europa”, decían desde el gobierno de la Unión. Y alentaban a que “los viajes colectivos programados para viajes de menos de 500 kilómetros debían ser neutros en carbono”. Por eso, “la movilidad automatizada se implementará a gran escala”…
Coches autónomos, transporte colectivo y carreteras interconectadas eran la clave para la NuevaMovilidad sostenible que permitiría un control mayor de los ciudadanos y de sus movimientos. La sensación de que no había forma de escapar fue adueñándose de LosDisidentes, al conocer las características de las nuevas infraestructuras inteligentes que permitían detectar la posición, idas y venidas de cualquier vehículo que circulara por ellas, y la conducción que comprometiera la seguridad de otros.
LosDisidentes se organizaron tarde y mal, por lo que algunos pasaron al OtroLado con LaResistencia. Su lema fue “Adelante Hombre del 600”, un slogan desfasado de mediados del siglo XX, que había quedado en el imaginario colectivo como enseña de la independencia que da el poder adquisitivo. “Quiero mi coche”, reivindicaban por las redes los “domingueros”, figura obsoleta del empleado que el fin de semana no trabajaba y salía a la carretera.
-“Los trabajadores pasarían a trabajar a demanda, cuando LaGranFábrica comenzó a organizar los turnos de producción, en clara competencia con robots y otras máquinas autónomas”. Mira qué conceptos tan extraños he encontrado en el DOC366 que había en la tarjeta SIM de la Tieta… Hola David, ¿sigues ahí? Pensé que había logrado conectar contigo, pero tu holograma se ha desvanecido.
Laura seguía sin poder mantener una simple conversación con su amigo del último confinamiento. A David le habían destinado al Territorio-Anatolia y las interferencias eran cada vez mayores tras haber sido modificadas las coordenadas de su chip. Ni siquiera mentalmente o extraoficialmente, en modo avión, habrían logrado una conexión decente. ELLA estaba siempre presente y su relación no había sido aprobada por la eHealth, pese a pasar todos los controles sanitarios.
Lástima que ambos habían agotado el cupo de movilidad para ese verano de sus eCar. Imposible coger un dron biplaza para reencontrarse por las terrazas. Veinte años después, las últimas previsiones del parte de movilidad inteligente aconsejaban reducir drásticamente los viajes para seguir cumpliendo los objetivos del Green Deal alcanzados en 2050, cero emisiones en el planeta.