¿Un cheque en blanco para Kiev?

¡Hola Europa! Estados Unidos deja sola a la Unión Europea en la ayuda a Ucrania. Después de desangrarse económicamente durante año y medio, Occidente da un paso atrás. En el caso del Gobierno de Biden, se debe a la deuda soberana que arrastra y que amenaza con cerrar el Gobierno, es decir, despedir a sus funcionarios porque no puede pagarles. Cabe recordar que, en el Año III d.C. -después de la Covid-, China era el segundo acreedor de las Reservas Federales, después de Japón, con una deuda a su favor de 859.000 millones de dólares. El gobierno de Xi Jinping ya se lo ha tirado en cara…

Ha sido este fin de semana cuando la Cámara de Representantes ha evitado “in extremis” el cierre del Gobierno de Estados Unidos con partidas de asistencia para la Casa Blanca. Pero no se han aprobado ni los 24.000 millones de dólares iniciales, ni los 6.000 millones previstos para sufragar los gastos a corto plazo, que incluía la ayuda militar para Ucrania. La alternativa era el despido “ipso facto” de los funcionarios no esenciales de la Administración Pública estadounidense.

El presidente Joe Biden se dirigió de forma improvisada este domingo en televisión “a nuestros aliados, al pueblo estadounidense y al pueblo de Ucrania”, para decirles que “pueden contar con nuestro apoyo. No les abandonaremos”. No obstante, ya lo han hecho, y tienen hasta el 21 de noviembre para aprobar los Presupuestos Generales.

La retirada de la ayuda militar de Washington al Gobierno de Volodimir Zelenski ha sido la puntilla en una semana negra para Ucrania. Hace diez días, Polonia anunciaba que dejaba de suministrar armas al Gobierno de Kiev por la crisis agrícola que afecta a este país. El cereal ucraniano destinado a la exportación a terceros países a través de las Rutas de Solidaridad de la Unión Europea (UE) no cruza hasta el Báltico, sino que se queda en Europa a precios ínfimos y sin pagar aranceles. Polonia ya cerró sus fronteras en primavera en señal de aviso…

Pero es que no está sola, porque Hungría, con Víktor Orbán en el Gobierno, viene bloqueando desde el año pasado las ayudas financieras de la UE a Ucrania. Y, además, Eslovaquia sigue el mismo camino, después de la victoria este domingo en las elecciones generales de Robert Fico, favorable a Rusia. El partido populista Smer-SD también es crítico con la UE y la OTAN. Su líder ha dicho que no enviará “ni una ronda de municiones” a Ucrania y ha anunciado un acercamiento con el Kremlin. Eslovaquia es el sexto país en ayuda militar a Ucrania. España ni siquiera está en el Top10.

Esta sucesión de acontecimientos se desencadena en el momento en que los ministros de  Asuntos Exteriores de la UE se reúnen de manera informal en Kiev, con Josep Borrell a la cabeza y durante la Presidencia Europea de España. Se trata de un encuentro  simbólico de unidad y apoyo en un momento en que la solidaridad se resquebraja, ante el temor de que una UE dividida y golpeada por la crisis se quede como única salvaguarda de Ucrania. El dinero europeo destinado a Ucrania se contabiliza en 85.000 millones de euros, muy superior al de Estados Unidos, que acaba de suspender su ayuda.

Durante el encuentro de los líderes de la diplomacia europea, no sólo sobrevoló Kiev la aviación rusa,  sino también todos los casos de corrupción que están saliendo a la luz en la Administración de Zelenski sobre los fondos europeos que no llegan a su destino. El “cheque en blanco” que se le dio a Ucrania hace año y medio está en entredicho, especialmente cuando la contraofensiva no avanza en el frente del Este y Rusia sigue controlando el Mar Negro.